Oda a mi Habana. La Habana, Mi ciudad joven, Mi ciudad vieja… Si trepas por el mundo, Cabes en mis ojos: Trópico, mar, arrecifes, palmeras, Sol, viento, aroma de tambor y flauta… La habana, Mi ciudad, Prostíbulo de paredes carcomidas por el tiempo. Si te veo en mi verso, te canto elevando mi nota Sobre lo que queda de ti: Cadáver quizás, Mujer, levadura en lo estrecho, Lagarto mutilado en verbenas nocturnas. Si te recuerdo es porque lates en mi sangre: Latifundios de miedos aterrorizan Cañaverales en primavera Y yo me quedo, desnudo, Vistiendo a la giraldilla para no cambiar Un beso de ron por un deseo de tequila. Soy poeta, lo sé, Comulga mi alma la penitencia de la rima Y pronuncio discursos que sepan a ti. El tirano está muerto y los hijos de la verdadera patria Reclaman su cadáver en ultratumba. Martí espera paciente para hacer justicia Otra vez con su pluma dorada. ¿Quién será quien no sea mañana? ¿Y quien vendrá que no sea después? La Habana, Cenicienta de cuentos macabros, No eres Vietnam, ni Berlín Y parece que te han bombardeado con tantas bombas de hambre Que en tu geografía llora mi lágrima Como el llanto de cualquier cubano que mendiga por ti Un porvenir mejor, Un día mejor, Donde la libertad sea el pan sobre la mesa Y la verdad una oración de paz y amor…

Castro está perdido en un campo de lechuga y para perderse ahí, creo que hay que estar más loco que ciego. Y digo esto, clarito y con voz sencilla de cubano recién liberado por el dictador: Los que elegimos el exilio que ese anciano nos impuso, vivimos en USA para honra de Martí. Sin embargo para Fidel Castro y su camarilla de farsantes, somos unos traidores con letra mayúscula, pero con la desaparición de los soviéticos, ahora esos cubanos traidores, residentes en los Estados Unidos, somos excelentes turistas trae-dólares, no gusanos, como también nos solían llamar. Ahora con la muerte de Fidel Castro y con ese misterio descarado de los que pretenden ocultar la verdad de este suceso, que acaecerá mañana: Cuántos años más vivirá Fidel Castro en el claustro de un hermético y misteriosos hospicio redactando esos ensayos o artículos para su periódico el Granma, solo dignos de una mente fresca e intelectualmente saludable? Raúl Castro está al corriente de su figura de comodín en las barajas de su hermano Fidel y siempre lo ha aceptado, él sabe como vieja comadreja que al pueblo cubano hay que mantenerlo volando en la alfombra del engaño. Cualquiera que haya estado en las altas esferas del gobierno de Cuba ha oído hablar de Fidel Castro, de su manera de imponerse sobre todos. En la actualidad esos secuaces que mantienen el poder en Cuba, cómplices con sus familias, comprenden que hay que ocultar la difusión del Lenin cubano, porque de otra manera si el pueblo ya cansado de tanta hambre, de tanta miseria y de tanta imposición por esta dictadura, al enterarse que su verdugo está muerto se levantará al unisonó sacudiendo ruidosamente sus cadenas. Y esto lo saben las familias de mafiosos que apuntalan a la figura fantasmal de Fidel Castro. Esta idea es verdad rotunda y no desearía que la opinión pública mundial sea pasto de una falacia tan atroz. Y me pregunto: Después que Fidel Castro le cedió el poder o la monarquía a su hermano Raúl, éste a quién le pidió permiso para proseguir gobernando? A quién le pidió permiso? Simplemente a nadie, porque siempre han sido dictadores y han hecho y deshecho dentro de la isla. A mis lectores les hago saber, que siento cierto respeto por los comunistas o socialistas. Admiro a Carlos Marx, como pensador y a aquellos grandes hombres que si fueron verdaderamente revolucionarios, socialistas o comunistas. Stalin, Hitler, Lenin, los Castros y muchos más, son simples engendros de la historia y nada más, seres hábiles que intentaron contraer matrimonio con estas ideas para forjar sus señoríos o dictaduras. Ahora en la Habana se respira tremendo aire de incertidumbre y los últimos Castros apoyados por esa familia de mafiosos que posean el poder se están dedicando a la cinematografía, al maquillaje y a la magia para intentar revivir el cadáver de Fidel Castro. Sin embargo, aunque parezca risible o real absurdo, qué lástima me da por esas personas despreciables. Qué amor más despiadado experimentan por las migajas de las riquezas. Hasta dónde puede la mente llegar para manipular y creerse cesar sin una verdadera Roma. Desde el principio de la tal y mal llamada revolución de Fidel Castro, hasta la actualidad, esos sicofantes, payasos barbudos de verde olivo del ayer y ahora señores afeitados y con buenos trajes, son los que son y lo que serán mañana: escorias del espurio maligno que ese personaje maquiavélico del difunto de Castro. Pensando en algunas cosas que suceden en mi país, la tristeza de saber, que algunos estados democráticos sedientos del hambre del dinero, tienen relación económica con este gobierno genocida, me hace deliberar en nombre de todos los cubanos que habitamos desterrados por el mundo y de los cubanos que aún padecen dentro de la isla, que esos países cobardes, carroñas del peor anticristo, perderán todo, hasta el último centavo que han invertido en Cuba, no de la misma forma que Castro desposeyó a todos los capitalistas, sino de la misma forma con que esos señores osaron a alimentar y prolongar la miseria de mi pueblo. Hacia ellos mi cólera y hacia los que humillan, imponen y hacen padecer, también mi odio de eterna justicia. luan vidad

Como pudiera redactar lo real absurdo de las injusticias en la historia del viejo dictador Castro. Es algo difícil de relatar estas cosas porque todo el dolor de los pueblos sometidos merece el respeto y no lo risible de una anécdota verdadera. Sin embargo, desde el exilio, todo mi respeto al sufrido pueblo cubano, porque yo también soy cubano y soporté prisión durante más de diez años por el único delito de querer ser libre. El hombre siente la necesidad de no callar y de hacerse sentir a través de cualquier forma de manifestación artística o no artística. Esto es sabido y aunque no he dicho nada nuevo, que valga lo bueno, muchísimas veces repetido, sin que sea jamás una mentira. Intentaré relatar lo que le sucedió a un humilde trabajador cubano y aunque parezca inverosímil esta historia, fue verdad y sucedió en los años 80, en un rincón de Cuba. Para aquellos que tengan dudas, que se lo pregunten al anciano Fidel Castro. Debo aclarar para el desconocimiento de muchos y para el reconocimiento de otros que el poder de adoctrinamiento político en cuba es el pan que obligatoriamente los ciudadanos comen a diario a través de todos los medios de difusión masiva y resulta tan agobiante e incesante que la mentira repetida tantas veces se convierte en verdadera. Así el senil Castro adoctrina a todos, menos a algunos que no logra hipnotizar con sus mecanismos de propaganda cruel y abusiva…. Ricardo decide ir solo al cine, es un hombre trabajador, sencillo y jovial como el resto de los cubanos. Ese día cambiaría su vida de una manera radical por su ocurrencia. Este compra el boleto para ver una película soviética y después se acomoda en una de las sillas del teatro. El tiempo pasa, se apagan las luces y comienza la función con un documental revolucionario antes de la película. Ricardo, nuestro personaje desafortunado, parece impacientarse, contempla y escucha la tediosa propaganda comunista en una pantalla inmensa. Por una razón que el desconoce, en aquel momento, ve en el documental algunas imágenes del Che Guevara y se le ocurre tirarse un pedo diciendo en voz baja:” Este pedo es para ti, Che Guevara.” Después salen otras imágenes de Fidel Castro y Ricardo vuelve a tirarse un pedo y a proferir casi risueño: “Y este segundo pedo es para ti Fidel.” Luego aparece en el mismo documental la imagen de Camilo Cienfuegos y empujándose otro pedo Ricardo profiere entre dientes: “Y este es para ti Camilo…” Lo que no sabia Ricardo era que un agente de la seguridad del estado cubano se había sentado próximo a él y pudo escuchar sus ocurrencias. Y así, de súbito, antes de comenzar la película, el hombre se le acercó a él y mostrando quien era obligó a que lo acompañara a la estación policial más cercana por haberle faltado el respeto a los mártires y héroes de la revolución cubana de una manera tan indecorosa en público. Ricardo no opuso resistencia al impropio arresto y en pocas semanas fue sancionado por un tribunal revolucionario a tres años de prisión por deshonestidad e indecencia en contra de los mártires y héroes de la revolución. Pobre Ricardo, que forma tan feudalita de impartir justicia por parte de los jueces de la dictadura de Castro. Por cada uno de tus pedos te dieron un año de cárcel y gracias a tus tripas que solo fueron tres, de lo contrario lo hubieses pagado aún más caro por tan audaz y ocurrente idea la tuya, amigo cubano.

¡Fidel Castro está Muerto! Sería casi imposible exponer con hechos o datos exactos todas las violaciones y crímenes cometidos por el régimen de cuba durante más de cuatro décadas de dictadura. No mal interpreten lo que digo porque si debajo de la sombra de un árbol se asolapa una comadreja, el sol no puede denunciar su presencia si no sale de allí. Y como expresó nuestro prócer José Martí: “Del tirano di todo o di mas,” yo comprometo lo que pienso y exponiendo otro pensamiento de un gran hombre, exclamo sincero: “De los tiranos aprenderás dos cosas: a odiar a los traidores y respetar al enemigo.” Hoy a través de los medios de difusión escuché la noticia de la renuncia del gobernante Fidel Castro al poder vitalicio. Luego de una breve reflexión llena de melancolías del pasado, comencé a redactar este artículo. Esta noticia que proviene de la Habana distorsionando la verdad de la renuncia del Dictador cubano y llena de matices oscuros, me rebeló con su verbo de falacia lo que puede esconderse detrás de todo esto o qué en están tramando en la isla los secuaces que controlan aún el gobierno. ¡Vaya, qué grotesco! ¡Vaya! ¡Qué descaro o estulticia carente de lógica en la palestra de la política del mundo contemporáneo! Bueno, estos señores que sostienen el poder, (que no me importa mencionar sus nombres, fueran los que fuesen), que ardid más incoherente y sucio están empleando para ocultar la verdadera realidad de los acontecimientos que en la actualidad suceden dentro del panorama político de Cuba. En primer lugar un cadáver no puede renunciar a nada, un hombre muerto no puede renunciar a nada y valga la redundancia, un occiso no puede renunciar a nada. El que no entiende lo que está acaeciendo dentro de las esferas del llamado gobierno revolucionario es porque no es cubano o porque es un ignorante o un apolítico acérrimo. Pensando del mismo modo en que piensan las mentes de los hombres malvados y diabólicos que tratan de apuntalar el régimen de Fidel Castro, llego a conclusiones claras y precisas. ¿Cuál es el juego pueril o la obra de teatro real-absurda que intentan demostrar a la opinión publica mundial ocultando el fallecimiento De Fidel Castro? Tratando de dar respuesta a esta interrogante, desde Raúl Castro, hasta el último dirigente cubano saben que su único líder y puntar de la revolución ya no existe, como también sabe la cúspide de los personajes que nutren el poder que las declaraciones del mismo Fidel Castro antes de morir fueron muy claras y contundentes: “Nadie, ni nuestro pueblo tiene que enterarse de mi muerte, de lo contrario esta revolución se derrumbará como un castillo de naipes.” Así lo han tramado tratando de revivir al difunto de Fidel Castro. Imagino el vacío de poder, la rebatiña, el descontento, el temor y la intriga que pulula en las altas esferas del régimen moribundo imperante en la isla. ¿Quién será el próximo hombre fuerte que prosiga apretándole los cinturones del hambre y la carestía a tantos millones de cubanos? ¿Alarcón, Raúl? No lo creo, hay alguien y es un militar con rostro inédito. La talla de Fidel Castro es irreemplazable: su carisma mefítico, su orgullo, la animadversión que utilizó como táctica en contra de un enemigo imaginario para autoprotegerse, su dialéctica maquiavélica y su constante quehacer en un universo de subversión lo hicieron sui generis entre sus acólitos opresores de un pueblo pacifico. Por eso el temor que en la actualidad se respira entre los culpables y serviles traidores de una patria que no es libre, es el caldo que destila corrupción y blasfemia. Sin embargo, algún día se conocerá en los anales de la historia el final humillante y bochornoso que tubo la revolución de Fidel Castro. Por Luan Vidad

¡Fidel Castro está Muerto! Sería casi imposible exponer con hechos o datos exactos todas las violaciones y crímenes cometidos por el régimen de cuba durante más de cuatro décadas de dictadura. No mal interpreten lo que digo porque si debajo de la sombra de un árbol se asolapa una comadreja, el sol no puede denunciar su presencia si no sale de allí. Y como expresó nuestro prócer José Martí: “Del tirano di todo o di mas,” yo comprometo lo que pienso y exponiendo otro pensamiento de un gran hombre, exclamo sincero: “De los tiranos aprenderás dos cosas: a odiar a los traidores y respetar al enemigo.” Hoy a través de los medios de difusión escuché la noticia de la renuncia del gobernante Fidel Castro al poder vitalicio. Luego de una breve reflexión llena de melancolías del pasado, comencé a redactar este artículo. Esta noticia que proviene de la Habana distorsionando la verdad de la renuncia del Dictador cubano y llena de matices oscuros, me rebeló con su verbo de falacia lo que puede esconderse detrás de todo esto o qué en están tramando en la isla los secuaces que controlan aún el gobierno. ¡Vaya, qué grotesco! ¡Vaya! ¡Qué descaro o estulticia carente de lógica en la palestra de la política del mundo contemporáneo! Bueno, estos señores que sostienen el poder, (que no me importa mencionar sus nombres, fueran los que fuesen), que ardid más incoherente y sucio están empleando para ocultar la verdadera realidad de los acontecimientos que en la actualidad suceden dentro del panorama político de Cuba. En primer lugar un cadáver no puede renunciar a nada, un hombre muerto no puede renunciar a nada y valga la redundancia, un occiso no puede renunciar a nada. El que no entiende lo que está acaeciendo dentro de las esferas del llamado gobierno revolucionario es porque no es cubano o porque es un ignorante o un apolítico acérrimo. Pensando del mismo modo en que piensan las mentes de los hombres malvados y diabólicos que tratan de apuntalar el régimen de Fidel Castro, llego a conclusiones claras y precisas. ¿Cuál es el juego pueril o la obra de teatro real-absurda que intentan demostrar a la opinión publica mundial ocultando el fallecimiento De Fidel Castro? Tratando de dar respuesta a esta interrogante, desde Raúl Castro, hasta el último dirigente cubano saben que su único líder y puntar de la revolución ya no existe, como también sabe la cúspide de los personajes que nutren el poder que las declaraciones del mismo Fidel Castro antes de morir fueron muy claras y contundentes: “Nadie, ni nuestro pueblo tiene que enterarse de mi muerte, de lo contrario esta revolución se derrumbará como un castillo de naipes.” Así lo han tramado tratando de revivir al difunto de Fidel Castro. Imagino el vacío de poder, la rebatiña, el descontento, el temor y la intriga que pulula en las altas esferas del régimen moribundo imperante en la isla. ¿Quién será el próximo hombre fuerte que prosiga apretándole los cinturones del hambre y la carestía a tantos millones de cubanos? ¿Alarcón, Raúl? No lo creo, hay alguien y es un militar con rostro inédito. La talla de Fidel Castro es irreemplazable: su carisma mefítico, su orgullo, la animadversión que utilizó como táctica en contra de un enemigo imaginario para autoprotegerse, su dialéctica maquiavélica y su constante quehacer en un universo de subversión lo hicieron sui generis entre sus acólitos opresores de un pueblo pacifico. Por eso el temor que en la actualidad se respira entre los culpables y serviles traidores de una patria que no es libre, es el caldo que destila corrupción y blasfemia. Sin embargo, algún día se conocerá en los anales de la historia el final humillante y bochornoso que tubo la revolución de Fidel Castro. Por Luan Vidad

QUE FALTA DE RESPETO!!

Las rebeliones siempre vienen de allá...como los dictadores.