Recuerdan en Cuba a Bola de Nieve en su centenario

Cuba está recordando al legendario músico “Bola de Nieve” por el centenario de su nacimiento con una serie de homenajes que se extenderán hasta octubre, cuando se cumplirá el 40 aniversario de su muerte.

Apenas conocido por su nombre verdadero, Ignacio Jacinto Villa Fernández (Guanabacoa, Cuba, 11 de septiembre de 1911-Ciudad de México, 2 de octubre de 1971), el cantante, compositor y pianista, está considerado uno de los músicos más universales de la Isla.

“Bola”, como simplemente le llamaban sus allegados, no acostumbraba a identificarse como compositor ni cantante, pero apostaba por “lo que las canciones, pregones o poemas musicalizados tienen dentro”.

“Cultivo la expresión más que la impresión. No me interesa impresionar. Lo que me interesa es tocar la sensibilidad del que escucha”, solía decir.

Hoy es recordado por sus interpretaciones de “Messié Julián”, “Drume Negrita”, “Vete de mí”, “Si me pudieras querer”, “Chivo que rompe tambó”, “Ay, amor”, “Si me pudieras querer”, “La vida en rosa” y “La flor de la canela”, de la peruana Chabuca Granda, entre otras muchas.

Algunos echan de menos la etapa en la que fue el gran animador del bar-restaurante “Monseñor”, un céntrico y frecuentado lugar de la vida nocturna de La Habana, en el cual se instalaba a hora fija cerca de la medianoche para ofrecer su piano, canto y diálogo a un público que lo seguía con fidelidad.

Con su aspecto físico redondo y la piel negra, “Bola de Nieve” estudió música desde los ocho años en el conservatorio Mateu de su villa natal, Guanabacoa, donde fue contratado en el cine “Carral” para tocar el piano acompañando películas mudas.

Aunque cursó estudios de pedagogía y ejerció como maestro de matemáticas, su fuerte afición por la música lo llevó a entregarse por completo a ella.

En 1933, en el bar Biltmore del hotel Sevilla, de La Habana, la popular cantante Rita Montaner quedó tan impresionada con su forma de tocar el piano que lo contrató y lo llevó a unas presentaciones en México, escenario de los primeros éxitos de “Bola”, y donde se lanzó definitivamente con ese nombre artístico.

Una noche en la que la Montaner no pudo cantar por estar afónica, el pianista se atrevió a improvisar la pieza “Vito Manué, tú no sabe inglé” con su voz pequeñita, amparada por un peculiar estilo, y sobre todo, por un indiscutible carisma personal, que le valió el primer gran reconocimiento del público y su trascendencia futura.

Fue en México donde conoció a otro grande de la música cubana, el compositor y pianista Ernesto Lecuona, quien lo animó a presentarse en teatros de la isla nuevamente, hasta que en 1936 “Bola” se fue a Argentina para participar en un filme.

Después siguió de gira por EEUU, donde cantó junto a Paul Robeson y Lena Horne, y su actuación en el Carnegie Hall de Nueva York le mereció ser comparado por la crítica con artistas de la talla del norteamericano Nat King Cole y el francés Maurice Chevalier.

Intérprete políglota de canciones en inglés, francés, catalán, italiano y portugués, “Bola de Nieve” viajó a España, Francia, Dinamarca, Italia, Canadá y en la década de los sesenta se presentó en países del entonces bloque socialista europeo como la Unión Soviética y Checoslovaquia, además de en China.

Su trabajo discográfico comenzó con una primera grabación en 1953 para el sello RCA Víctor, y después otras en España y Cuba, además de obras con autores iberoamericanos y de la Isla, que han sido reeditadas posteriormente.

La muerte lo sorprendió en México, durante una escala en 1971 cuando iba a viajar a Perú para recibir un homenaje, y sus restos fueron trasladados y enterrados en La Habana.

Los homenajes dedicados al artista comenzaron esta semana con un concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes, en el que participaron artistas invitados que le conocieron, como la vedette Rosita Fornés y el declamador Luis Carbonell.

En los próximos días el programa continuará con un coloquio, la presentación de un disco y un libro, la exposición “Bola in memoriam”, y cerrará el 3 de octubre con una peregrinación hasta su tumba y un espectáculo artístico.

© cubaencuentro.com