Del jazz a la música sinfónica

Con la actuación el pasado sábado sen el Festival Asisa de Villaviciosa de Odón, Paquito D’Rivera dio inicio a una serie de presentaciones en España que se extenderán hasta el mes de agosto. En su regreso a este país, quien es considerado una auténtica leyenda del jazz latino cumplirá una gira muy variada, tanto por el repertorio ecléctico que trae con su banda como por los diferentes músicos que le acompañarán en el escenario. D’Rivera figura en la programación de festivales de jazz y música de cámara, además de actuar en celebraciones diversas y hasta en conciertos sinfónicos.

Con motivo de esta nueva visita, Javier López Rejas lo entrevistó en la revista El Cultural. Lo primero que le pregunta el periodista, para quien la trayectoria artística de Paquito D’Rivera escribe un capítulo entero del género, se refiere a loscompositores que incluirá en el repertorio de esta gira. “Habrá desde canciones de Ernesto Lecuona, Dizzy Gillespie, Pepe Rivero y Chucho Valdés hasta piezas de Manuel de Falla, Ennio Morricone, Hubert de Blank, Chick Corea y composiciones propias”. López Rejas le hace notar que repite en varios conciertos con Ángela Cervantes y quiere saber cómo encaja en su música. La respuesta de D’Rivera fue: “Ángela es una cantante muy versátil, con un sentido muy instrumental y jazzístico de la voz. Supe de ella por el pianista Pepe Rivero, a través de un hermoso CD que grabaron hace un par de años con música de la compositora portorriqueña Silvia Rexach y unos arreglos fenomenales del Pepe. Escuchando aquel disco y tras haber compartido muy brevemente el escenario con ella, nos hemos quedado con las ganas de hacer algo más ‘formal’, y ahora nos llega la ocasión”.

Interrogado acerca de la vitalidad del jazz latino y sobre si lo afecta la competencia de ritmos como el reguetón, el famoso saxofonista comenta: “Ni siquiera sé cómo responder a esa pregunta. El Jazz tiene tanto que ver con el reguetón como la tauromaquia con la física cuántica. No creo que los aficionados al reguetón o a la “Tauromaquiavelia” —como a mí me gusta llamarla— se sientan atraídos, rechazados o todo lo contrario por el jazz. Son mundos antagónicos”.

Otro tema por el cual el periodista se interesa es de qué forma ha conseguido amalgamar el jazz con la música clásica, y de qué forma son compatibles. “El gran Duke Ellington solía decir que solo hay dos tipos de música, la buena y ‘esa otra cosa’. Yo tuve la suerte de que mi padre, que era un saxofonista clásico, disfrutaba también a Ellington, Lester Young, Stan Getz, y esos eran los discos que ponía en casa junto a los de Weber, Brahms o Rodrigo. Y muchas veces tocaba a Mozart interpretado por Benny Goodman”. Y acerca de qué le han aportado grandes artistas del jazz con quienes ha tocado como Dizzy Gillespie, Arturo Sandoval. Michel Camilo, Chucho y Bebo Valdés, D’Rivera respondió: “Me brindaron el placer no solo de compartir el escenario, sino de escucharlos tocar sus instrumentos cerca de mí”.

Un desastre no por predecible menos triste

López Rejas pasa después a dos de los libros publicados por el músico. Su libro de memorias Mi Vida Saxual, apunta, está cargado de anécdotas. Y le pide que narre alguna jugosa reciente. “En ese libro del que habla menciono a nuestra amada Celia Cruz, quien deseaba ser recordada con la misma alegría que la caracterizó. Y como los deseos de los difuntos deben ser respetados, ahí va esta anécdota tan divertida: cuentan que al final de una de sus muchas actuaciones en Colombia, Celia Cruz bajaba extenuada de la tarima al aire libre cuando tras la valla policial que dividía el campo, un fan muy pero muy borracho y sudando a borbotones le gritaba: Celia, Celia, ven y déjame darte un beso mi reina..., a lo que la cantante, con su eterna sonrisa le contestó abriendo los brazos: qué va mi negro, que ahora ando de prisa. ¡Mira, dale ese beso a mi esposo Pedro que viene allá atrás de mí!”.

El periodista pasa después a su novela ¡Oh La Habana!, en la cual aborda la edad dorada del jazz de los años 40 y 50 en Cuba. ¿Echa de menos una época similar en estos momentos? ¿Cree que podría repetirse?, le pregunta. Y obtiene esta respuesta: “Cuando me preguntan si echo de menos Cuba, siempre respondo que extraño todo lo que durante 65 años de socialismo tropical han destruido metro por metro. Regresar sería parecido a desenterrar a mi querido abuelo, que seguramente lo que quede de él no se parecerá en nada al que yo conocí y adoré en vida. Ninguna época puede repetirse.Es como un huevo roto que ya jamás puede cerrarse, y lo que se rompió allí fue la historia misma, tratando de borrar el pasado, separándonos de quienes pasaron antes que nosotros por aquella tierra que a pesar de todo fue tan alegre y hermosa”.

El tema de la situación actual de Cuba aparece en la entrevista. Al ser interrogado sobre cómo ve en estos momentos Cuba desde la distancia de New Jersey, contesta: “Un verdadero desastre que no por predecible y esperado es menos triste. Y ver —como diría Gina Montaner— que todavía queden «turistas de revoluciones ajenas» defendiendo lo indefendible es más bien risible, cuando no indignante”.

Al final de la entrevista, el periodista consulta a D’Rivera sobre si hay relevo en el saxofón y sobre los instrumentistas actuales que le llaman la atención. “Como contestó cierta vez Ron Carter, a mí me llama la atención cualquiera que toque bien, y yo agrego que si algunas veces encuentro alguien que toca realmente fatal, también me interesa, como elemento jocoso. Pero para ser más específico, de los saxofonistas españoles, el valenciano Perico Sambeat y el cubano-americano-madrileño Bobby Martínez están entre mis favoritos”.

Las actuaciones de D’Rivera continúan hoy martes en la Muestra de Jazz de Tortosa. La gira incluye el Festival de Jazz de Valencia (11 julio), el UniversiJazz de Valladolid (16 julio) y el concierto Cuba en la distancia, junto con el cantautor Carlos Cano y el compositor e instrumentista Hernán Milla, nominado tres veces al Grammy (Museg de Segovia, 10 agosto). Asimismo, como parte del FiJazz de Alicante, el 20 de julio el saxofonista se unirá a PR and ADDA Sinfónica Alicante, dirigida por Josep Vicent y el arreglista argentino Emilio Soya, en The Chick Corea Symphonic Tribute.

Por otro lado, el Festival de Jazz de Barcelona, lo acogerá de nuevo el 27 de noviembre. En la información que aparece en la web del festival, se lee que tras su visita con el sexteto que colideraba con Chucho Valdés (2022) y su actuación como solista y compositor con la Banda Municipal de Barcelona (2023), la propuesta del saxofonista y clarinetista cubano para este 2024 es mucho más desnuda, esencial, merced al dúo que forma con el también cubano Pepe Rivero, pianista de referencia en el jazz español y colaborador habitual de Paquito en sus últimas aventuras. En el repertorio, música de todo tipo, acorde a la melomanía omnívora de ambos intérpretes: música cubana, brasileña, estándares del jazz… El arte del dúo en su expresión máxima.

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