El investigador y crítico teatral cubano José A. Escarpanter falleció el lunes 30 de mayo en Auburn, Alabama, víctima de insuficiencia renal. Tenía 78 años, informó el diario El Nuevo Herald.

“Murió muy tranquilo con sus manos entre las mías. Pasó del sueño a la muerte”, expresó a El Nuevo Herald Gina Escarpanter, con quien llevaba 36 años de casado. “Fue un marido ejemplar”.

Escarpanter fue uno de los primeros intelectuales cubanos en preocuparse por el rumbo del teatro de la Isla en el exilio, una pasión que manifestó en sus textos, los cursos que impartió y en las constantes visitas al Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami.

José Escarpanter salió de Cuba el 15 de octubre de 1970 rumbo a España, donde ejerció como profesor de Teatro Español Contemporáneo y Literatura Hispanoamericana en la Universidad Complutense de Madrid durante 12 años. Durante ese período publicó cuadernos de gramática y ortografia en la Editorial Playor. También fue subdirector del programa de intercambio académico entre ese centro de estudios y Auburn University.

A partir de 1982, año en que fija residencia con su esposa en Alabama, Escarpanter enseñó español en el Departamento de Lenguas Extranjeras de Auburn University, donde alcanzó el título de Profesor Emérito. En 1988 editó y escribió el prólogo de Carlos Felipe, teatro, donde reunió el teatro completo del dramaturgo cubano. También dictó cursos de literatura y teatro cubano hasta su retiro, en 1991.

“Pepe Escarpanter fue un investigador importante, concienzudo y amable. Lo conocí hace muchos a través de Francisco Morín y desde entonces me cautivó su sincero interés por los talentos jóvenes. Siempre tenía una palabra generosa en los labios”, expresó la actriz Teresa María Rojas.

Pedro Monge Rafuls, director de la revista teatral Ollantay, basada en Nueva York, dijo a través de un comunicado que “Escarpanter fue el primer investigador y crítico que se ocupó de forma organizada y constante del teatro cubano en el exilio. Sus comentarios nos van a hacer mucha falta, pero sus trabajos han quedado para siempre”.

En 2005 el profesor fue premiado por el Instituto Cultural René Ariza (ICRA) por su contribución al enriquecimiento del teatro cubano.

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