Héctor Maseda, esposo de la dama de blanco Laura Pollán, dijo que esta tarde pudo visitarla unos minutos en la sala de terapia intensiva del hospital Calixto García, donde permanece ingresada desde el viernes, y tenía “un semblante muy positivo”, aunque han surgido algunas complicaciones colaterales.

“Tiene la temperatura normal, entre 36 y 37 grados. La tensión arterial, entre 124 y 127. La oxigenación en 137. Las pulsaciones son las que están un poquito más elevadas, pero ella tiene muy buen semblante”, explicó a CUBAENCUENTRO Maseda, quien observó los diferentes parámetros de los equipos que Laura Pollán tiene conectados.

“Han surgido cuestiones colaterales de menor cuantía, por ejemplo, la glicemia está rebelde, entonces tienen que controlarla con insulina; tiene una pequeñísima infección renal, que también ha padecido en otras ocasiones de su vida, y tiene un poco de grasa en el hígado”, añadió.

Maseda dijo que no pudo conversar con Laura “porque está sedada y entubada, pero la vio bien, y que no parecía “una persona enferma, sino que estaba dormida, como, de hecho, lo estaba”.

“Yo incluso no esperaba verla tan bien. Le hablé con mucho cariño, dándole fuerza, ánimo. Ella no necesita mucho, porque es una mujer de una entereza tremenda, un nivel de sacrificio, un valor extraordinario, a toda prueba, es muy inteligente y sabe que tiene que luchar por su vida. Yo sé que hay esperanza y ella también”, declaró el ex preso político.

Tras la visita a la dama de blanco, el médico jefe de la sala de terapia del hospital Calixto García, en La Habana, informó a Maseda que “todo se mantenía igual, sigue reportada de muy grave, pero hay ligerísimas mejoras”.

“Todavía no se ha podido identificar el virus que la está atacando, pero ellos le cambiaron los antibióticos por unos más fuertes, y le están poniendo también antivirales, para que si la infección que tiene es bacteriana o es viral, pues ella tenga la defensa adecuada”, comentó el esposo de Laura.

En ese sentido, prosiguió Maseda, “no ha habido reacción negativa” a los medicamentos. “Al principio, cuando comenzó con esta situación crítica de salud, avanzaba muy rápidamente su deterioro físico, pero ahora se ha detenido, incluso ha habido pequeñas mejorías”, precisó.

Aunque pudo visitar a Laura, de 63 años, aproximadamente cinco minutos, “fue lo suficiente como para llenarnos de nuevo de energía positiva y seguir luchando por su vida”, sostuvo Maseda.

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