Hospitalizan a un disidente que se cosió la boca

Un disidente cubano que se cosió la boca luego de que los médicos se burlaron de su huelga de hambre fue llevado de urgencia a un hospital el miércoles con desmayos y convulsiones, informó un periodista independiente, de acuerdo a una nota de El Nuevo Herald.

Vladimir Alejo Miranda, de 47 años, dejó de comer hace 62 días, se cosió la boca el 5 de septiembre y dejó de beber agua el martes, afirmó a El Nuevo Herald el periodista Heriberto Liranza Romero desde La Habana.

La esposa de Alejo, Rita Montes de Oca, se unió a su huelga de hambre y también se cosió los labios el 12 de septiembre con aguja e hilo de coser, amplió Liranza.

Alejo fue llevado de urgencia a un hospital en el municipio habanero de Guanabacoa el miércoles después de que perdió el conocimiento y empezó a convulsionar, agregó Liranza. No se pudo conseguir de inmediato confirmación independiente de los hechos.

Alejo estaba recibiendo fluidos por vía intravenosa y podría ser enviado a su casa o transferido a un mejor hospital en dependencia de su estado, explicó Liranza. Tanto el disidente como su esposa sufren de infecciones en los labios.

Alrededor de 15 cubanos se han cosido la boca en tiempos recientes para protestar contra el Gobierno comunista, dijo Ricardo Bofill, fundador del Comité Cubano por los Derechos Humanos, quien vive en Miami.

“Es una especie de sacrificio extremo. Es muy raro, pero se ha hecho en contadas ocasiones”, precisó Bofill.

Próspero Gainza Agüero, arrestado en la ola represiva de 2003 contra 75 disidentes que se conoce como la Primavera Negra, y condenado a 25 años de cárcel, se dejó la boca cosida durante varios días en 2004 para protestar contra las condiciones de la cárcel.

Juan Carlos Herrera Acosta, arrestado en la misma redada y condenado a 20 años, hizo lo mismo en 2008 para exigir que lo transfirieran a una cárcel más cerca de su familia en la provincia oriental de Guantánamo.

Ambos fueron puestos en libertad y enviados a España en las últimas semanas, como parte del acuerdo del Gobierno cubano para liberar a 52 disidentes que quedaban en prisión de los 75 originales. Alrededor de una veintena habían sido liberados anteriormente por razones de salud.

Alejo, quien es también un ex preso político, preside el Movimiento por los Derechos Humanos Miguel Valdés Tamayo, bautizado en honor a un disidente encarcelado en la redada de 2003. Liberado en 2004 debido a problemas de salud, Valdés murió en 2007.

Desempleado debido a su activismo político, Alejo se declaró en huelga de hambre para exigir el derecho a trabajar, recibir ayuda del extranjero y vivir “como un ser humano, no como un animal”, afirmó Liranza.

Ha sido llevado varias veces al hospital desde que dejó de comer, añadió el periodista, y ha recibido unas 30 bolsas de líquidos por vía intravenosa, pero nunca antes había sufrido convulsiones.

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