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Actualizado: 01/07/2024 13:46

Opinión

¿Glasnost en Cuba?

La exhortación a opinar: Un signo de la liturgia castrista y la prueba de la ausencia de canales para debatir los problemas del país.


La invitación del dictador interino Raúl Castro para que la población opine sobre lo que no funciona en el comunismo cubano y las glosas al asunto del vicepresidente Carlos Lage, el canciller Felipe Pérez Roque y el flamante ministro de Comunicaciones, Ramiro Valdés, han abundado en la idea de que esas opiniones van a servir para resucitar al moribundo sistema imperante en la Isla.

"Nuestra agenda es hacer cuanto resulte sensato y posible, eliminar lo que sea absurdo, conciliar cada logro y asegurar cada día más la plena soberanía del país, el socialismo como fundamento de la independencia y el desarrollo material", proclamó Valdés recientemente.

El más elemental sentido común apunta a que una estrategia (si alguna hay) basada en reformas cosméticas, discursos soberanistas y socialismo (del siglo XXI o del XIX, tanto monta), como base del desarrollo, no va a producir resultados muy diferentes de los obtenidos en los últimos cincuenta años. En todo caso, los frutos serán aun más escasos y amargos, porque el país se ha empobrecido considerablemente en esas décadas y el contexto internacional es ahora menos favorable para experimentar con nuevas modalidades de colectivismo.

Ejercicio de 'rectificaciones' periódicas

Tras la victoria de 1959, el régimen castrista sobrevivió diez años a expensas de la herencia económica de la República y otros treinta gracias a los subsidios soviéticos. Ni el patrimonio de la era socialista ni los petrodólares de Hugo Chávez alcanzarán ahora a cumplir esa función con la misma eficacia.

Con diversas etiquetas, ese ejercicio de "rectificaciones" periódicas ha formado parte de la liturgia castrista desde la etapa inicial del régimen. La población lo sabe y conoce también los límites tácitos de esa inusitada libertad de expresión que las autoridades solicitan ahora con tan sospechoso ahínco.

Los exordios gubernamentales ponen además de manifiesto otras características de ese mismo sistema que hasta ahora sus defensores negaban enfáticamente. Según Valdés, "la inercia, el dogmatismo y el estilo burocrático" siguen predominando en el aparato gubernamental de la Isla. Cómo puede ocurrir algo así tras medio siglo de "lucha contra el burocratismo", "vigilancia revolucionaria" y "creatividad marxista", es uno de esos misterios insondables del socialismo científico a la cubana.

Consecuencia de lo anterior: "las fuerzas productivas están trabadas" en muchos puntos del aparato económico, que depende de fórmulas anquilosadas y anacrónicas. "Hay que revisar y actualizar críticamente las fórmulas que aplicamos en la economía…". Como suelen decir los juristas, a confesión de parte, relevo de prueba.

La exhortación a opinar demuestra también que las "masas" han carecido hasta ahora de medios para debatir los problemas nacionales e influir en la formulación de las medidas políticas que rigen la vida del país. Si para escuchar las opiniones de la población y tomarlas en cuenta es preciso convocar asambleas especiales, resulta obvio que los canales habituales de la sociedad no han cumplido nunca esa tarea.

A la masa se le ha asignado la función de llenar la plaza, aplaudir y agitar las banderitas en las manifestaciones (y poner la carne de cañón en África, y cortar la caña, y un largo etcétera de cometidos que servían a los intereses de la minoría gobernante). Ni los sindicatos, ni la federación de mujeres, y ni los comités de defensa ni la prensa, ni las asociaciones profesionales ni la Asamblea del Poder Popular, han sido otra cosa que correas de transmisión para "bajar las orientaciones" de la cúpula dirigente a la plebe encuadrada y sumisa.

En eso consiste siempre la democracia socialista: los órganos del Poder Popular "decidían" dar lechada a los contenes y barrer las calles para recibir en loor de multitud a cualquier sátrapa africano, pero no tuvieron voz ni voto en la decisión de enviar un ejército a luchar en Angola o en la de abrir la economía nacional a la inversión extranjera.

Claro que la retórica de la dirigencia se mantiene en el nivel de abstracción suficiente como para no especificar la lista de los males que padece la población y, sobre todo, para no ir a las raíces del asunto. Es poco probable que en el debate se pongan seriamente en tela de juicio los aspectos fundamentales del problema, como el hecho evidente de que el monopolio del Estado sociocaudillista es el origen del fracaso económico del país. Porque el mantra marxista de la base y la superestructura aparece allí vuelto al revés: es la falta de libertades y el dogal militarista del régimen lo que determina la ineficacia de su aparato productivo.

'Nada de ceder'

La confiscación de los bienes de los ciudadanos de carne y hueso en aras de un hipotético bienestar común no ha servido más que para enriquecer a la casta dominante que hoy ejerce el poder y usufructúa la riqueza nacional. En ese punto, la contumacia de la dirigencia está formulada en términos inequívocos: nada de ceder a las tentaciones del liberalismo y devolver a cada cubano el derecho a crear empresas y a disfrutar libremente del fruto de su esfuerzo.

El Estado —o sea, el reducido grupo de altos funcionarios que administra al partido único— seguirá siendo el dueño de los medios de producción y de los servicios, de la prensa escrita, la radio y la televisión, y seguirá decidiendo qué puede almorzar cada uno y cómo ha de viajar de un sitio a otro, y cuáles libros tendrán que leer sus hijos en la escuela.

Tampoco parece probable que nadie vaya a sostener, por ejemplo, que el antiyanquismo es una coartada anacrónica y que convendría revisar la política de confrontación permanente con Estados Unidos, que ha sido la razón de ser del castrismo y la fuente principal de las simpatías o de la complicidad internacional con el gobierno de La Habana. Y eso, a pesar de que buena parte de los recursos y alimentos de que disponen los cubanos provienen hoy de los bancos de la Florida y las granjas de Nebraska.

Un planteamiento de esa índole obligaría a reexaminar la leyenda del pequeño David nacionalrevolucionario amenazado desde el siglo XIX por el Goliat imperialista anglosajón, que no escatima esfuerzos para apoderarse de la Isla o, al menos, para convertirla en un barrio de Miami (según declaró textualmente Pérez Roque en 2006).

Ese análisis llevaría quizá a reconsiderar la función de Estados Unidos en la historia de Cuba, desde la política de neutralidad del presidente Ulysses S. Grant en 1869 hasta el impasse actual, pasando por la guerra de 1898, las ocupaciones militares, la Mediación de 1933, el papel de sus inversionistas en la economía insular, la influencia cultural, etcétera.

Y por supuesto, no cabe esperar debate alguno sobre los "logros" del socialismo cubano. No habrá quien impugne el precio exorbitante que el país ha tenido que pagar por unos resultados a veces ilusorios (la calidad de la medicina), a veces disparatados (las escuelas en el campo) y a veces suntuarios (las medallas olímpicas).

Diez contra noventa

El voluntarismo y la mala gestión que han presidido la política económica del castrismo determinaron una asignación arbitraria de los limitados recursos disponibles.

Si la población hubiera podido expresarse e influir en esas decisiones —como suele hacerse cotidianamente en los sistemas democráticos, mediante la prensa, los sindicatos, los partidos políticos y las asociaciones representativas de la sociedad civil—, tal vez habría preferido que el gobierno gastara menos en formar médicos y deportistas estelares e invirtiese más en el sector de la vivienda, el transporte o la energía. Sobre todo cuando los diplomados de la Universidad terminan ejerciendo de meseros y chóferes de taxi para acoger a los turistas, y los atletas huyen de la Isla en cuanto se les presenta la ocasión.

Desde que el gobierno actual llegó al poder, su estrategia político-económica fue muy simple: mejorar las condiciones de vida del diez por ciento más pobre de la población, aun a expensas de aplastar al noventa por ciento restante. La minoría beneficiaria aportaría la tropa de choque indispensable para conservar el poder sine die. Porque en la sociedad actual el armamento moderno y los medios de difusión masiva permiten mantener el control de un país —sobre todo si se trata de una Isla— con un mínimo de adhesiones. La situación actual es la consecuencia —quizá irónica y un tanto imprevista, pero evidente— de esa opción estratégica.

El reclamo de la dirigencia de escuchar la voz de las masas hasta ayer afónicas no será el equivalente cubano de la convocatoria de los Estados Generales en el Versalles de Luis XVI, ni del desencadenamiento de la Glasnost en la antigua Unión Soviética.

El comunismo dinástico cubano conoce los límites de la opinión, la fragilidad del Estado —pese a su apariencia monolítica— y la debilidad de la sociedad vivibunda sobre la que impera. Y sabe además que, a diferencia de lo que ocurre en los regímenes democráticos, el sistema no necesita del consenso nacional para mantenerse en el poder. Basta con que la minoría dominante siga contando con el petróleo que le envía Hugo Chávez, los dólares que mandan los exiliados y las propinas que dejan los turistas, y que pueda repartir las migajas entre el diez por ciento de la población que le sirve de guardia pretoriana.

© cubaencuentro

14 Comentarios


14 by Juana la loca (Usuario no autenticado) 26/10/2007 19:30

A una amiga se le ocurrió la brillante idea de hacer su tesis de posgrado el porqué del alto índice de suicidios.....Rechazada la propuesta......

13 by Sin comentarios (Usuario no autenticado) 26/10/2007 19:30

Hace algunos años de realizó en Cuba una encuesta de opinión,en ella la gente pudo hablar hasta por los codos,según la prensa se irían dando respuestas de los resultados.Algunos meses despúés Fidel hizo varias intervenciones en la tv para dar respuestas a estas inquietudes de la población,pero al final todo fué igual,comenzaron las críticas hacia la población que opinó y se acabó el programa.

12 by ATAQUE AL BLOG (Usuario no autenticado) 23/10/2007 2:20

Esto mismo se produjo en la antesala del 4to congreso del PPV. Se convirtio en una tomadura de pelo para algunos que se pusieron a ser sinceros. Esto es el mismo procedimiento de entonces, como poner una demanda popular para justificar aperturas "economicas" y a "lo politico" que le den por el saco. Con los mercados libres campesinos y libertad para que el mercado negro blanquee ya seria todo. Lo lamentable es que habra algunos exilados coomo Saladrigas dandole espacio a estas probabilidades con sus creditos a la "pequena empresa" de los hijos de la nomenclatura.

11 by cubano47 (Usuario no autenticado) 17/10/2007 9:10

En mi opinion lo unico que pudiera salvar a Cuba es que algunos militares, que tengan dignidad se hagan del poder y metan en cintura aquello, algo asi como la junta de pinochet por lo menos duro solo 16 años pero arreglo el pais, lo devolvio como nunca los chilenos abrian soñado, hasta los "izquierdistas-comunistas" despues de tantos años de exilio en Suecia hoy regresan a un Chile que vale la pena vivir. Es el ejercito el unico que podria cambiar aquello cerrarles la posibilidad a los ladrones que gobiernan hoy de escaparse con lo poco que queda alla, y mandar a Chavez a cantar rancheras con el fantasma de Jorge Negrete.

10 by León Tusao (Usuario no autenticado) 16/10/2007 17:50

La visita de Chávez a Cuba resultó un balde de agua fría a las expectativas de apertura del pueblo cubano y a las intenciones de Raúl, cualquiera que estas fueran. El decrépito Fidel posee todavía la suficiente maldad para dejar las manos de su hermano atadas. El apoderado ricachón de Chávez, tan enajenado como él, tiene la capacidad de cortarle el agua y la luz (los petrodólares)a un gobierno que dé muestras de apartarse del socialismo del siglo XXI. Este es centralismo total, que en Cuba sería más de lo mismo. El que nace pa' tamal del cielo le caen las hojas y Raúl Castro parece estar destinado a tener siempre un número UNO a quien seguir, ya sea por fraterna lealtad ya sea por obediencia al que paga.

9 by Cubano cristiano (Usuario no autenticado) 16/10/2007 17:50

Cuba=Pais ya ni siquiera bananero del tercer mundo. Cuba es un pais insignificante cuyos gobernantes se creen la ultima carta de la baraja. A esos gobernantes no le importa el projimo, por eso Cuba esta como esta. Cuando la gente se preocupe de verdad por la especie humana(como hipocritamente dice fidel=cero) entonces cuba sera un pais donde se pueda vivir. Cuando esos gobernantes pongan los intereses del pais y el pueblo por encima de los de ellos solo entonces cuba saldra del pantano. Castigo divino para aprender humildad y a no ser hipocritas y demagogos. mandan hospitales y comida a otros paises cuando falta en cuba. DIOS ve todo eso y castiga, como le paso a faraon por testaduro. Gobernantes dejen libres a los cubanos y dios tendra piedad de todos, sino lo hacen cosas peores pasaran.

8 by Bob no te calientes (Usuario no autenticado) 16/10/2007 17:40

BOB, ese tipo de comentarios es el que le gusta al gobierno cubano, Ya alguien dijo que cattro tiene la importancia que le des. Tu crees que ese pellejo se merece ser tenido en cuenta?. Tu crees que ese pellejo se merece tener alguna influencia en la vida de alguien? Ni siquiera sus "reflexiones" merecen ser publicadas. No amigo Bob, no te frustres y si tienes nostalgia de algun rincon de cuba debes aguantarla y disfrutar tu libertad si es que vives fuera de cuba. Yo por lo pronto disfruto mi libertad y no tengo ningun problema, gracias precisamente a que fidel no tiene ninguna influencia en mi vida.

7 by Yo lo dudo (Usuario no autenticado) 16/10/2007 16:20

A mi Castro me importa menos que un comino, el tiene la importancia que le demos y yo le doy cero importancia. Vivo lejos de Cuba hace 6 años y de Cuba ni siquiera se habla, lo cual es muy bueno. Castro=Cero. simple aritmetica

6 by Bob Lopez (Usuario no autenticado) 16/10/2007 10:00

Otra de las tácticas dilatorias del régimen..ganando tiempo a ver si aparece un milagro..petroleo..o que resucite la URSS.. Yo creo que Castro es eterno, y eterno significa para mi lo que dure mi vida, sino él, al menos su hermano y la camarilla que les sigue, a los que nos molesta vamos a tener que aguantarlo por siempre y entiéndase por siempre, lo que va a durar nuestras vidas..o alguien lo duda??

5 by DCA - un cubano mas.. (Usuario no autenticado) 15/10/2007 23:10

Yo no creo que nada valla a cambiar. Los gobernantes de Cuba viven y dependen de la revolucion y del pueblo. Es como vivir enfermo y dependiendo de una maquina de respiracion aritificial. Emplean todas sus energias para mover el dinamo que alimenta la maquina y viven de su oxigeno. Nada va a cambiar a no ser un poco mas de las mismas curitas para la infestada y profunda herida. Ellos temen que si su revolucion terminara man~ana podrian pasar el resto de sus dias pagando por sus sorderas y ambiciones. Por esa razon necesitan mas tiempo y mas tiempo y mas tiempo, aflojan y aprietan la tuerca, como han hecho en los momentos mas dificiles, hasta que por fin el tiempo no de chance para recapitular.

4 by cheito (Usuario no autenticado) 15/10/2007 17:20

Estoy de acuerdo que de verdad hace falta una buena oposicion porque si no seguiremos en las misma cada cabeza de bando echandose la culpa uno al otro y los opromidos les sueguiran exprimiendo hasta sacarle la ultima gota de sangre,todavia estamos a tiempo para que no nos pase como en la ex Union Sovietica despues de la Perestroika que al fin y a cabo siguieron gobernando los mismo de la seguiridad del estado declarados capitalistas esos son lo mismos que hay en Cuba que esconden sus riquezas para que en el cambio de sociedad seguir su vida de ricos..o sino mandan o arreglan de una manera muy facil para que sus hijos puedan asilarse en otros paises que por ser hijos de Comandante o de Funcionarios tienen el estato de ser predilelecto para despues ensenarlo como trofeo de victoria sin embargo otros se tiran a la mar sin saber si llegan o no solo buscando un poco de libertad al final que pasa,son regresados otra vez.Aqui es donde hay que pensar Quien y con quien debemos luchar y para que..........

3 by chicho el cojo (Usuario no autenticado) 15/10/2007 16:20

"Nuestra agenda es hacer cuanto resulte sensato y posible, eliminar lo que sea absurdo, conciliar cada logro y asegurar cada día más la plena soberanía del país, el socialismo como fundamento de la independencia y el desarrollo material"...si no fuera por lo macabro, por los millones de compatriotas involucrados (y por quien lo dijo) parecería que estamos ante un país que simplemente tiene ciertos problemas para insertarse en el concierto universal de naciones, y no ante una DICTADURA ASESINA, COCHINA Y BURDA, que simplemente está lanzando sus últimos estertores (patadas de ahogado, diría alguien)....de verdad que de momento me resisto a seguir opinando sobre este tema, además de que me quedan muchísimas dudas con respecto a qué desarrollo material se estaba refiriendo el "compañero ministro". saludos.

2 by Rolando Milian (Usuario no autenticado) 15/10/2007 15:00

Ya lo dijo Mussolini, Todo por el Estado, todo para el Estado, nada contra el Estado. Donde dice Estado, Castro escribió Revolución. El totalitarismo por la libre. La Revolución para los humildes se convirtió en los humildes para la Revolución y así ha sido hasta el día de hoy. Las soluciones ya las planteó la oposición dentro de la isla en el Proyecto Varela, no Miami como algunos quieren hacer creer. Las equivocaciones seguirán a estas rectificaciones que hoy se hacen y otras rectificaciones vendrán, y así por los siglos de los siglos. ?Hasta cuando? Mientras, la mayoría de los cubano de la isla persisten en exiliarse o insiliarse de un sistema que los ignora. Algunos lanzan al mar otros a la bebida.

1 by Ricardo E, Trelles (Usuario no autenticado) 15/10/2007 11:30

En resumen, que el réginen es malo y va a seguir siendo malo. ¿Qué utilidad tiene seguir machacando lo archisabido? ¡Qué vergüenza que ni empezamos a considerar y discutir las *pasos de solución efectiva* al problema que existen! El primer paso es empezar a entender que hay que crear *una fuerza política opositora efectiva*. El siguiente paso obvio es hacer lo requerido para crearla. Yo también tengo que machacar, pero sobre algo útil. ¡Qué vergüenza que ni empezamos a considerar y discutir las *pasos de solución efectiva* al problema que existen! Ricardo E. Trelles http://MHEC.humanists.net

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