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Actualizado: 26/06/2024 13:34

Coco, Fariñas, Huelga

Europa, Fariñas y por dónde le entra el agua al Coco

Por casi dos meses el opositor brindó esperanza y simpleza para aquellos que se creen cualquier cosa con tal de que les digan que es contra “los Castro”

El funcionario parpadeó. Se agarró firmemente al teléfono mientras contemplaba la apacible mañana en Estrasburgo. Era la tercera llamada en apenas cinco minutos, llegaban desde Miami; ya tenía dos en espera y un cuarto bombillito comenzaba a titilar. Todas preguntaban lo mismo; todas solicitando una reacción para la prensa. “Es sobre la Enmienda Fariñas, por favor, díganos algo… ¡ah!, y también sobre el nombramiento de Guillermo como Asesor por el Parlamento Europeo en Derechos Humanos para Cuba. Sí, para Cuba. Esto es muy importante… ¡Viva Cuba Libre!… ¡El Coco le ganó la partida a Fidel Castro!”, escuchó el funcionario desde el fondo de la conversación en Miami. La exclamación lo sorprendió. ¿Habrá habido otra revolución en Cuba durante esa madrugada? Pero en ese caso, ¿por qué habrían derrocado a Fidel en vez de a Raúl Castro? En otras oficinas del Parlamento Europeo, otros funcionarios igualmente se agarraban al teléfono. Y todos se preguntarían quién era “el Coco”; qué cosa la Enmienda Fariñas y qué sería un Asesor por el Parlamento Europeo en Derechos Humanos para Cuba. Mientras, se les encendía otro bombillito en el teléfono. “¡No se alarmen!” ––vociferaba un funcionario itinerante que les iba aclarando la cuestión–– “…son los cubanos de Miami preguntando por uno de nuestros premios Sájarov. Todos están muy contentos porque sienten que le han ganado otra batalla a Fidel Castro. No les lleven la contraria”.

Lo de arriba es una sátira. Pero lleva algo de verdad: este lunes varios medios de prensa publicaron dos noticias, que nunca confirmaron y eran falsas: ni había Enmienda Fariñas ni nombramiento de “asesor” en Estrasburgo. La única verdad es que Fariñas abandonaba su huelga de hambre y sed sin que el Gobierno cubano accediera a sus demandas. Entre los medios más avergonzados debieron de quedar Radio Martí y NTN 24, una especie de Fox News latinoamericana. Ambos entraron en picada y sin escala en el paroxismo informativo anticastrista. NTN 24 incluso dijo que el senador Marco Rubio[1] llevaría la Enmienda Fariñas al Capitolio americano. Qué sainete.

Pero lo cierto es que Fariñas canceló su huelga número ¿25? sin que Raúl Castro cumpliera lo que le exigió y también sin morirse en ese caso, como había prometido. La aparición en escena del Parlamento Europeo en este culebrón dietético político al que hemos estado ––y seguiremos estando –– sometidos, es poco menos que genial. Felicitemos desde aquí al Coco si tuvo que ver con esa aparición, o si no al que desde Miami o Cuba se la inventó.

Pero vayamos al grano. Nadie vive 54 días sin tomar agua. Es irrebatible. Aunque no hay que llegar a una afirmación tan radical como la de Zoé Valdés, quien decretó que el estupendo circo de Fariñas había sido toda “una falsedad, una mentira”. No Zoé, no hay porqué ser tan tajante. Fue un sainete magnífico. Nos mantuvo entretenidos por casi dos meses, brindó titulares a la prensa, tema de debate a los foristas en los diarios digitales (lo de CUBAENCUENTRO no ha tenido nombre) y en general, esperanzas y simpleza para aquellos que se creen cualquier cosa con tal de que les digan que es contra “los Castro” y entonces lo defienden como leones porque lo disfrutan como enanos[2].

Cuantos entierros de Fidel Castro celebrados, cuantas veces se ha tumbado al comunismo, cuantas invasiones desde los Everglades, cuantos políticos americanos prometieron libertad desde el Versailles. Así han florecido muchos capítulos del mismo reality show puesto en escena, y lo del Coco no es más que otro episodio. ¿La vamos a coger con él? En este mundo nuestro ya no importa tanto la verdad como la verosimilitud, la apariencia de lo cierto. Y Fariñas se aprendió bien la lección. Desde chiquito ya debió parecer que estaba en huelga. Y entonces ¿qué iba a hacer cuando fuera grande? ¿Renunciar a esa jugosa picaresca española que cuando llega al trópico se convierte a menudo en esperpento? ¡No, vive Dios! Y señores, de verdad, ¿cuánto importa en realidad que al Coco le entrara su agüita con la misma discreción que en las palmeras? El espectáculo debe continuar. Esperemos al próximo capítulo. Que viva la lucha de Guillermo Fariñas por la patria, aunque no tenga mucha… ¿dignidad?


© cubaencuentro

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