Mugabe dice que el opositor Tsvangirai nunca gobernará

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, dijo el sábado que el opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MCD) nunca gobernará el país y agregó que estaba preparado para luchar, informó Reuters.

"Nosotros nunca, nunca aceptaremos nada que huela" al MCD. "¿Esas patéticas marionetas se están tomando este país? Ya veremos. Eso no sucederá", dijo Mugabe.

"Estamos preparados para luchar, si perdemos, de la misma manera en que nuestros antepasados (lo hicieron)", agregó, en referencia al antiguo dominio británico sobre Zimbabue.

El líder del MCD, Morgan Tsvangirai, enfrentará el 27 de junio a Mugabe en la segunda ronda de las elecciones presidenciales, luego de ganar la primera vuelta en marzo sin alcanzar la mayoría necesaria para ser declarado mandatario.

Tsvangirai y otros 11 miembros de su campaña fueron arrestados durante tres horas el sábado en un bloqueo de carreteras. El líder del MCD ha estado detenido varias veces esta semana.

El secretario general del partido, Tendai Biti, arrestado el jueves mientras regresaba al país, compareció ante una corte temprano el sábado.

Durante una audiencia privada los fiscales dijeron que planeaban acusarlo por "traición y por emitir declaraciones maliciosas contra los intereses del Estado", lo que podría acarrear una pena de muerte, sostuvo el abogado de Biti.

La policía se llevó a Biti después de la audiencia y dijo que podría comparecer nuevamente ante la corte el lunes.

El partido ZANU-PF de Mugabe perdió control del Parlamento en las elecciones de marzo, pero el presidente, que se mantiene en el poder desde la independencia de Gran Bretaña en 1980, ha dado pocas señales de estar dispuesto a aceptar el cambio.

"Es claramente imposible hablar sobre elecciones justas y libres en Zimbabue", dijo el MCD en un comunicado luego de que su líder fuera nuevamente detenido.

Tsvangirai, grupos de derechos humanos y potencias de Occidente acusan a Mugabe de lanzar una brutal campaña contra la oposición, incluyendo el uso de la fuerza policial para derrotar a sus rivales y ganar la segunda vuelta electoral.

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