El cólera cobra más de 560 vidas. El país está al borde del colapso total

El recrudecimiento de una epidemia de cólera que en pocos días se ha cobrado 565 vidas en Zimbabue ha desatado la alarma en ONU, cuya Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios (OCHS) calculó este miércoles que otras 12.546 personas están enfermas.

El flagelo viene a unirse a la crisis política y económica que atraviesa el país africano, a punto de un colapso total, a sólo una semana de otra alerta lanzada por tres integrantes del llamado "Grupo de los tres Sabios", que intenta hallar una salida a la hambruna que amenaza a cinco de los 12 millones de zimbabuenses.

Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo el martes que la "epidemia de cólera ha adquirido proporciones alarmantes, debido a que la estructura del sistema de salud de Zimbabue se ha ido deteriorando sustancialmente en los últimos cinco años, de tal manera que es prácticamente inoperante". Las propias autoridades sanitarias del país lo han reconocido.

A ello se añade el hecho de que "las condiciones socio económicas del país han provocado un éxodo sustancial de numerosos profesionales de la salud, que abandonan sus trabajos en busca de alternativas a la crisis económica, en un país que no es estable políticamente", a tenor de lo expuesto a la prensa en Ginebra por la funcionaria.

Según Chaib, la gravedad de la situación hace que los principales actores del sistema humanitario se mantengan en alerta, ya que "si no se logra controlar y parar esta epidemia, el cólera podría extenderse y provocar numerosas víctimas mortales en cifras alarmantes".

Hasta el momento, la epidemia se sitúa mayormente en las zonas urbanas. La región más afectada es la de Budirio, en la provincia de Harare (la capital), indicó por su parte Elisabeth Byrs, portavoz de la OCHA.

La empobrecida población de Zimbabue ha estado enfrentada por más de un quinquenio a un interminable conflicto político interno, matanzas intertribales o entre partidarios y opositores del régimen de Robert Mugabe, inundaciones y hambruna. Por si fuera poco, junto al cólera se ha detectado una amenazante incidencia de casos de Anthrax o Carbunco.

La persistente inestabilidad política y la aplicación de diversas medidas aparentemente de orden social, han llevado la economía del país a una depauperación sin precedentes, en la que la tónica está dada por la carencia de alimentos y artículos de primera necesidad, un desempleo que afecta al 80% de la población económicamente activa, y una galopante inflación, que ha desvalorizado una de las monedas africanas que hasta hace unos años gozaba de un saludable valor de cambio.

La presencia del Anthrax fue revelada a la OMS el pasado 24 de noviembre, paradójicamente, el mismo día en que los integrantes del "Grupo de los sabios" —aunque privados por el gobierno de Mugabe de entrar en el país— intentaban articular algún programa de solución a la crisis política y humanitaria.

Mientras, el trío integrado por el ex secretario general de la ONU Khofi Annan, el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter y la activista de derechos humanos Graca Machel, hacían ingentes esfuerzos para lograr un entendimiento político interno y articular un programa de recaudación de fondos para paliar el flagelo de la hambruna.

La ONG Save the Children precisó que el Anthrax ha provocado la muerte de al menos tres personas (dos niños y un adulto) y que unas 60.000 cabezas de ganado de la región norteña del valle de Zambeze estaban amenazadas por el vacilo anthracis.

El Anthrax que es una especie de infección aguda causada por esporas, que afecta a los vertebrados herbívoros, puede pasar al hombre cuando éstos viven expuestos a animales infectados, y se manifiesta fundamentalmente en regiones agrícolas.

Precisamente, Byrs, la portavoz de la OCHA, advirtió del peligro de que "muchas personas afectadas por la hambruna se ven obligadas a ingerir carne de animales ya muertos, que estuvieron contaminados con el Anthrax, o que han adquirido en establecimientos no legales".

© cubaencuentro