Chavismo versus lulismo

Pueden aparecer en las fotos sonrientes y hasta proclamar en ocasiones que no existen entre ellos grandes divergencias ideológicas o políticas, pero lo cierto es que el foso que separa al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, es cada vez más profundo. No se trata de una cuestión que se limite a diferencias de estilo o de personalidades, aunque esto también pesa.

Cada vez más, el mandatario venezolano está convencido de que encarna los ideales bolivarianos y su injerencia se hace sentir en varios países de la región. Su proyección continental y mundial (por lo menos Chávez se lo cree) es de tal envergadura que presta poca atención a los asuntos internos.

En cambio, Lula está dedicado de lleno a recorrer el país y reforzar su programa en la lucha contra la pobreza. El mandatario venezolano anda de cumbre en cumbre. El diario El Nacional de Caracas suele publicar en primera plana algunas frases irónicas de los lectores y una de las recientes fue: "La reunión de la OPEP es aquí, para que Chávez nos visite y done unos dólares".

Divergencias públicas

Las divergencias entre ambos líderes ya son públicas. El pasado 9 de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, declaró ante una comisión del Senado que el presidente Lula da Silva, advirtió "de manera inequívoca" a su colega venezolano, Hugo Chávez, de que su política pone en riesgo la integración sudamericana.

Amorim, que ese día compareció ante la comisión de Relaciones Exteriores y Defensa del Senado brasileño para hablar sobre las repercusiones de la reciente nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, señaló que "no es secreto de nadie que Chávez ejerce influencia sobre el presidente boliviano en un momento delicado".

El jefe de la diplomacia brasileña agregó que Chávez mantiene una "innegable influencia" sobre Evo Morales, lo que se ha evidenciado en la nacionalización del gas natural en el país andino.

Buena parte de la interpelación giró en torno de la influencia y el papel de Chávez en América del Sur y varios senadores criticaron su presencia en una cumbre presidencial llevada a cabo a principios de mayo en la ciudad argentina de Puerto Iguazú, fronteriza con Brasil.

En esa cita, convocada por Lula y a la que asistieron los presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Evo Morales (Bolivia) y el propio Chávez (Venezuela), fue discutida la seguridad energética regional tras la nacionalización del gas en Bolivia, por decreto del pasado 1 de mayo.

Amorim justificó la presencia de Chávez en Puerto Iguazú por ser una acción que "no puede ser vista fuera del contexto más amplio de la integración energética de América del Sur".

"Pero sí fue transmitido al presidente Chávez nuestra incomodidad y la incomodidad personal del presidente Lula con algunas de sus acciones", dijo el canciller.

En el debate, algunos senadores expusieron la tesis de que Chávez intenta usar a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para entrenar a técnicos bolivianos que pasarían a operar las instalaciones de petróleo y gas en Bolivia de la firma estatal brasileña Petrobras.

"No puedo juzgar. No sabemos cuál era la intención del presidente Chávez, pero el hecho concreto es que cuando ciertas amenazas estaban siendo transmitidas por la prensa (de Bolivia para Brasil), eso se da paralelamente a una presencia grande de funcionarios de PVDSA" en Bolivia, dijo Amorim.

También se refirió a la presencia de Chávez en una cita reciente de presidentes de Bolivia, Uruguay y Paraguay, donde fueron vertidas duras críticas contra el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), formado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay como socios plenos.

"Ese malestar fue transmitido de una manera inequívoca por el presidente Lula, al punto de él decirle que eso colocaba en riesgo no sólo el gasoducto, sino la propia integración suramericana", dijo Amorim.

El mandatario venezolano promueve la construcción de un gasoducto de unos 8.000 kilómetros de longitud que estaría listo entre 2017 y 2019 y que llevaría gas venezolano hasta la ciudad brasileña de Manaus.

Sobre el Mercado Común del Sur, Amorim dijo que se permitió decirle a Chávez que "no es el MERCOSUR el que tiene que adaptarse a Venezuela, sino Venezuela que tiene que adaptarse al MERCOSUR".

La debilidad de Lula

Este episodio muestra que la sintonía entre Caracas y Brasilia no es la que algunos tratan de presentar, cuando se habla de "la izquierda" latinoamericana en general. Esto lleva a plantearse la idea de si la influencia de Lula ha disminuido en la región y si, en cambio, se impone el populismo de Chávez.

Preguntado por Encuentro en la Red, el escritor y periodista Álvaro Vargas Llosa, director del Centro para la Prosperidad Global, con sede en Washington, opinó que "la alianza Castro-Chávez-Morales claramente apunta a debilitar el liderazgo de Lula".

Según el coautor del Manual del perfecto idiota latinoamericano, "gracias a que Lula no ha querido hasta ahora ejercer un liderazgo más fuerte, esa alianza ha conseguido ganar espacios y en cierta forma perjudicar la posición de Brasil en varios frentes, especialmente en lo que se refiere a su proyecto de integración sudamericana. ¿Por qué Lula ha tenido una actitud poco clara frente a ese eje? Lula tiene el temor de que Brasil puede aparecer como un país hegemónico en la región y en parte tiene simpatías ideológicas por esa alianza".

Álvaro Vargas Llosa argumentó que "aunque en política doméstica Lula se comporta como un hombre responsable, en política exterior se permite concesiones a la izquierda populista. Esto, sin embargo, ha empezado a afectar los intereses de Brasil de un modo que exige un cambio de rumbo. No está claro si Lula querrá comprarse ese pleito o seguirá con la misma línea. Por lo pronto, está apoyando el intento de Chávez de conseguir un asiento rotativo a partir de octubre en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".

Las facturas internas

Jair Rattner, corresponsal en Lisboa del diario brasileño O Estado de Sao Paulo, dijo a Encuentro en la Red que los escándalos de corrupción del Partido de los Trabajadores (PT) "afectaron la imagen interna de Lula".

"En la política exterior, el proyecto principal del programa del PT, que es el fortalecimiento del MERCOSUR, acaba por no conseguir sus objetivos, pues se vive en una crisis casi permanente", lo que a juicio del periodista brasileño afecta la imagen de Lula frente a la de Chávez.

Rattner citó que "al mismo tiempo Chávez tiene cómo financiar sus proyectos políticos, con el precio del petróleo encima de los 70 dólares el barril, lo que permite a Venezuela una capacidad de intervención política mucho mayor que la brasileña".

El periodista y analista brasileño consideró que Chávez es "abanderado de un cambio social radical para resolver los problemas de la población en América Latina y eso resulta más atractivo que los programas graduales que preconiza Lula".

Agregó que "no es casual que el presidente recién reelecto de Colombia, Álvaro Uribe, cite a Lula como un 'líder político pragmático e importante para América Latina'. Parece que hoy en el continente existen dos caminos: el lulismo y el chavismo".

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