Béisbol: Grandes Ligas

Dos peloteros que huyeron de la Isla se reencuentran en los Bravos de Atlanta

Brayan Peña y Yunel Escobar, ex jugadores del equipo juvenil cubano, escaparon de la Isla con cinco años de diferencia.

Con el pretexto de que necesitaba ir al baño, Brayan Peña huyó en 1999 del equipo nacional juvenil cubano que disputaba una serie en Venezuela. Cinco años después, su compañero Yunel Escobar llegó a Estados Unidos tras un peligroso viaje en una balsa en la que flotó en el mar durante dos días, sin comida ni agua.

Ahora, se han reencontrado en los Bravos de Atlanta, según un reporte de la AP.

"Siempre soñamos en que jugaríamos con los Bravos. Nos gusta la manera como visten, todo el uniforme de blanco. Teníamos un amigo en México, quien alguna vez nos mandó una fotografía de él vistiendo el uniforme y la gorra de los Bravos. Nos encantó la fotografía y desde entonces, amamos a los Bravos", dijo Peña el miércoles.

El cubano, de 25 años, espera quedarse en el equipo de Grandes Ligas de los Bravos como receptor sustituto. Por su parte, Escobar, de 24 años, es una de las promesas más fuertes en esta pretemporada y ha sido destacado en los informes del piloto Bobby Cox.

Sin embargo, Escobar, un jugador de cuadro, probablemente pasará un año más en ligas menores.

Cuando Peña escapó del equipo cubano en Venezuela apenas tenía 17 años y sabía que tendría que dejar atrás a sus familiares y amigos, pero eso no lo disuadió.

"Uno no piensa en ello, pues si lo haces, tus sentimientos te traicionan", dijo.

Una mañana, en un hotel donde se hospedaba el equipo juvenil cubano en Venezuela, Peña se levantó muy temprano y bajó hacia la entrada para desayunar. Fue seguido por un guardia cubano, quien estaba encargado de velar para que los peloteros no escaparan.

"Le dije que necesitaba ir al baño. Me respondió: 'tengo que ir contigo', y le respondí: 'vamos, son apenas las siete de la mañana, déjame ir solo'. Y entonces él respondió: 'está bien, Peña, ve', y se dio la vuelta, y mientras conversaba con la recepcionista, me fui", recordó el pelotero.

Un conocido suyo consiguió que Peña subiera a un auto y saliera de Caracas. Viajó durante varias horas rogando que no hubiera algún imprevisto que lo obligara regresar a Cuba.

"Cuando uno esta así de desesperado, uno hace cualquier cosa", indicó Peña, quien no informó de sus planes ni a sus padres, ni a sus hermanos, ni a Escobar.

"Me sorprendió. Pero sabía en mi corazón que algún día estaríamos juntos de nuevo", afirmó Escobar.

© cubaencuentro

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