Béisbol: Grandes Ligas

Los Cardenales se llevan el triunfo

Con esta victoria, el equipo de San Luis se ha convertido en la segunda franquicia con más títulos en Series Mundiales.

Con una excelente actuación monticular del derecho Jeff Weaver en el último juego, los Cardenales de San Luis vencieron cuatro carreras por dos a los Tigres de Detroit, para llevarse la Serie Mundial en cinco partidos y terminar con una sequía de 22 años sin ganar un campeonato.

El equipo de San Luis se recuperó de varias lesiones a lo largo de toda la temporada, que habían impedido su clasificación hasta el último fin de semana de la campaña. Con sólo 83 victorias, se ha convertido en el campeón mundial con menos triunfos en la campaña regular. Los Cardenales vencieron a los Padres de San Diego y a los Mets de Nueva York en los play-offs anteriores, y pocos los daban como favoritos por las lesiones y su récord en la recta final. Pero ahí están, asombrando al mundo del béisbol como justos campeones.

Albert Pujols, Scott Rolen, David Eckstein, Yadier Molina y los lanzadores Jeff Suppan, Jeff Weaver, Anthony Reyes y el estelar Chris Carpenter, además del taponero Adam Wainwright, cargaron el equipo a hombros en los últimos desafíos.

Una cantidad inusual de errores echó por tierra todo el trabajo que los Tigres de Detroit habían desplegado a lo largo de la campaña y los play-offs. Ocho errores, cinco de ellos de parte de los lanzadores, sirvieron para regalar ocho carreras sucias a los Cardenales, algo totalmente inaceptable si se quería ganar una serie tan corta como lo fue esta.

Por primera vez en la historia de las Series Mundiales, los lanzadores de un equipo cometen errores en los primeros cinco encuentros. En los 162 juegos de la temporada regular, la plantilla de lanzadores de Detroit cometió 15 pifias.

Los errores en tiro a las bases de Joel Zumaya en el primer juego, del dominicano Fernando Rodney en el cuarto partido y de Justin Verlander en el quinto costaron varias carreras en momentos cruciales, además de pifias claves del tercera base Brandon Inge y del jardinero central Curtis Granderson.

A la ofensiva ocurrió otro tanto: los bateadores felinos lucieron desajustados. Plácido Polanco, quien conectó en los play-offs para average de 470 producto de 16 hits en 34 veces al bate, se fue en blanco en 17 turnos ante los lanzadores de San Luis, por lo que quedó a cinco del récord de Dal Maxvill, de los Cardenales de 1968.

Además, otros artilleros clave, como Craig Monroe (150), Granderson (095), Iván Rodríguez (158) y Magglio Ordóñez (105) no batearon como se esperaba.

Quizás al final afectó a los Tigres los siete días que disfrutaron de descanso entre el final del campeonato por la Americana y el inicio de la Serie Mundial. Los errores en tiro a las bases y la mala forma ofensiva son fallas en la mecánica del juego, y la inactividad afecta en ese sentido.

David Eckstein fue elegido Jugador Más Valioso de la Serie, al batear de 22-8 con cuatro empujadas, tres anotadas y tres dobles. Conectó ocho hits en los últimos tres partidos, después de irse en blanco en sus primeros nueve turnos al bate.

Eckstein se recuperó de numerosas lesiones a lo largo de la campaña para terminar a todo tren. Con una estatura de 1.73 metros, se convirtió en el jugador más pequeño que gana el premio de JMV en una Serie Mundial. El récord anterior estaba en poder de Ron Cey, de los Dodgers de los Ángeles en 1981, y de Bobby Richardson, de los Yankees en 1960, ambos miden 1,79 metros. Con el trofeo, el pimentoso torpedero recibió un flamante corvette deportivo de color amarillo que la compañía Chevrolet entrega al ganador.

Albert Pujols arrastró una lesión en una pierna y no estuvo como se esperaba con el madero en la mano: average de 200, un jonrón y dos empujadas. Sin embargo, contribuyó con joyas defensivas y fue una amenaza en el medio de la alineación al recibir cinco bases por bolas.

La familia Molina de fiesta

La familia Molina tiene que estar contenta, no solamente por tener tres receptores en las Ligas Mayores —algo único en la historia—, sino porque los tres hermanos ya son dueños de anillos de Series Mundiales.

Yadier Molina, receptor de San Luis, se unió a sus hermanos Bengie y José, quienes fueron campeones cuando integraron el equipo de los Angelinos de Anaheim en el Clásico del 2002. Los boricuas son excelentes fildeadores y, por su juventud, es probable que sienten cátedra por años en las Grandes Ligas.

El más joven de los Molina fue clave cuando disparó un jonrón ante el zurdo Billy Wagner, de los Mets de Nueva York, en el sexto partido del campeonato de la Liga Nacional. Este batazo decidió la serie, además de conectar para 412 en la Serie Mundial.

San Luis lleva diez títulos

Con esta victoria, los Pájaros Rojos se han convertido en la segunda franquicia con más títulos en Series Mundiales, con 10, detrás de los Yankees de Nueva York, que han ganado 26, y superando por uno a los Atléticos y cuatro a los Dodgers y los Medias Rojas.

Fue el cuarto intento del equipo de San Luis por alcanzar cifras dobles en títulos, tras fallar en 1985, 1987 y 2004.

Tony La Russa es el segundo manager en la historia en ganar Clásicos de Octubre en ambas ligas, pues alcanzó con los Atléticos de Oakland la Serie de 1989. El otro en lograr esta hazaña fue Sparky Anderson, quien llevó a los Tigres de Detroit en 1984 y a los Rojos de Cincinnati en 1975 y 1976.

Con la victoria en el último partido, Jeff Weaver se convirtió en el lanzador con la peor efectividad en la temporada regular que inicia un encuentro que define una Serie Mundial. El derecho finaliza el año 2006 con un promedio de 5,76. El récord anterior estaba en poder del también derecho Derek Lowe, quien lanzó para los Medias Rojas de Boston en 2004, en el último encuentro ante los propios Cardenales, y terminó aquella campaña con 5,42.

Weaver tuvo un principio de año mediocre, lo que le costó ser despedido por los Angelinos de Anaheim. Luego se compuso, mejoró su confianza y mecánica y alcanzó el primer anillo.

El nuevo Busch Stadium, inaugurado este año, es el cuarto donde el equipo de casa se corona campeón en el primer año de construido, anteriormente se cuentan el Forbes Stadium de Pittsburg, en 1909, el Fenway Park de Boston, en 1912, y el famoso Yankee Stadium, en su temporada inicial de 1923.

© cubaencuentro

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