Al rojo vivo

Una vez más, los pronósticos no pasaron de ser más que eso: simples profecías sujetas a los ajustes de la realidad. Numerosos artículos —incluidos los publicados en este diario—, se revelaron equivocados en sus predicciones, cuando sus autores eligieron a los Yankees de Nueva York y a los Mellizos de Minnesota como favoritos para avanzar a la fase final por la Liga Americana.

Era lógico, puesto que fueron dos de los equipos que en mejor forma llegaron a las postrimerías del campeonato. Qué decir de la poderosa ofensiva y la vasta experiencia de los de la Gran Manzana, y de la presencia del zurdo Johan Santana en el montículo de Minnesota, por sólo citar dos ejemplos.

Pero el béisbol tiene sus propias leyes, y en este caso se impuso lo que no parecía. ¿El resultado? Una serie totalmente distinta a la de años anteriores.

Liga Americana: Atléticos de Oakland versus Tigres de Detroit

Vibrante luce este duelo después de ver la disertación de pitcheo por parte de los dos conjuntos en la ronda previa. Los de California despacharon a los Mellizos en tres encuentros gracias a sus lanzadores, a los batazos a la hora buena y a los errores rivales.

Frank Thomas estuvo encendido con el madero en la mano; Jay Payton, Marco Scutaro y Nick Swisher le acompañaron. Por primera vez desde la temporada de 1990, los de Oakland ganan una ronda de play-off, por lo que puede que este año logren revertir una suerte que les ha sido esquiva en ocasiones anteriores.

Barry Zito, Esteban Loaiza, Danny Haren y Rich Harden por un lado; y Justin Verlander, Kenny Rogers, Jeremy Bonderman y Nate Roberston por el otro, prometen una serie de pitcheo y juegos cerrados.

Los Tigres resucitaron tras perder cinco partidos consecutivos al final de la campaña y la punta en la División Central.

Sin embargo, lucieron muy confiados en su victoria de tres juegos por uno en la serie contra los Yankees. Los dos partidos en el Comerica Park, ganados por Kenny Rogers y Jeremy Bonderman, resultaron vibrantes. Quizás sean el mejor indicativo de que esta novena ha tomado un segundo aire.

Detroit no asiste a una Serie Mundial desde la campaña de 1984, en la cual el antesalista santiaguero Bárbaro Garbey tomó parte.

Ganador: Tigres de Detroit

Liga Nacional: Mets de Nueva York contra Cardenales de San Luis

El título por la Liga Nacional se discutirá entre dos equipos que de una forma u otra llegan mermados a este punto del campeonato. La actuación de los Mets de Nueva York ante los Dodgers de los Angeles no fue un secreto para nadie, vencieron tres juegos por cero a base de lo que mejor tienen: ofensiva en abundancia y dos tremendos lanzadores en Tom Glavine y el cerrador Billy Wagner. El veterano abridor no permitió carreras en las seis entradas que actuó, mientras que Wagner salvó los dos partidos en los cuales tuvo oportunidad.

El resto de los abridores es la gran incógnita del equipo, y ante los Cardenales esto puede ser fatal. Los rojos tienen más profundidad ofensiva que los Dodgers, cuentan con ese sello de garantía llamado Albert Pujols, y la serie no será a cinco partidos, sino al mejor de siete.

Los Mets van a tener lagunas en su pitcheo abridor si los lanzadores John Maine —no pasó de la quinta entrada en su anterior aparición— y Steve Trachsel lo hacen erráticamente.

La ofensiva es la que puede sacar la cara. Carlos Delgado, con 429 de promedio; y Paul LoDuca, con 455, fueron los más destacados en la primera ronda. El equipo bateo para un respetable average colectivo de 294 en los tres encuentros frente a los Dodgers. Los Mets no asisten a la Serie Mundial desde el 2000 y no la ganan desde 1986.

Los Cardenales, por su parte, depositan sus esperanzas en la ofensiva de Albert Pujols y la efectividad de su abridor estrella, Chris Carpenter (2-0; 2,03). En la serie previa, de los diez lanzadores utilizados por los Cardenales, sólo Carpenter y el abridor Jeff Suppan permitieron carreras. Claro que la ofensiva de los Mets es una historia diferente a la de los Padres de San Diego, razón por la cual esta serie, a diferencia de la de la Liga Americana, deberá resolverse a batazos.

Es la tercera temporada consecutiva en la que los Cardenales discuten el título de la Liga Nacional. La última Serie Mundial ganada por el equipo fue en la temporada de 1982.
Ganador: Mets de Nueva York

Presencia cubana en el 2006

Sólo nueve peloteros nacidos en Cuba participaron en la campaña profesional de 2006, siendo el pitcheo, como cada año, lo más destacado. Tres de los cinco lanzadores de la Isla ganaron más de 10 diez partidos.

José Contreras, lanzador estelar de los Medias Blancas de Chicago, finalizó con el mejor record. Venció en 13 oportunidades frente a nueve derrotas y efectividad de 4,27. Comenzó la campaña con nueve victorias seguidas, lo que lo llevó a hilvanar una racha de 17 triunfos consecutivos, record para el equipo. Después del Juego de las Estrellas, en cambio, no estuvo tan efectivo. Al registrar 4 victoria y 9 reveses, fue parte de la debacle de las Medias Blancas.

Livan Hernández, quien comenzó la campaña en los Nacionales de Washington y luego fue transferido a los Cascabeles de Arizona, compiló 13 ganados y 13 fracasos, con efectividad de 4,83. Por novena temporada consecutiva, Hernández ha tirado más de 199 entradas.

En sólo 11 campañas en las mayores y con 31 años de edad, el hermano menor de El Duque es el sexto pitcher cubano en entradas lanzadas y el quinto en juegos ganados.

Orlando Hernández, por su parte, hizo un camino inverso al de su hermano. Empezó la campaña en Arizona, donde tuvo un pésimo record de dos ganados y cuatro perdidos, y promedio de 6,11 de efectividad. Fue cambiado a los Mets de Nueva York, donde se ajustó y tuvo marca de 9-7. En total finalizó el año con 11-11 y promedio de carreras limpias de 4,66 en 29 juegos iniciados. Una lesión en la pantorrilla lo privó de participar en el campeonato de división y posiblemente lo aleje de los diamantes hasta el 2007.

El pinareño Danys Báez fue otro que utilizó dos uniformes en el 2006. Empezó el año con los Dodgers de Los Ángeles y terminó lanzando para los Bravos de Atlanta. Una apendicitis acortó su temporada, que terminó con 5-6, nueve juegos salvados y 4,53 de promedio de carreras limpias permitidas.

Otro pitcher de la parte más occidental de Cuba, Alay Soler, debutó en el 2006. Tuvo un buen comienzo con los Mets, con los que llegó a eslabonar una cadena de 22 entradas en las que sólo permitió dos carreras limpias.

La debacle, sin embargo, le llegó en partidos consecutivos ante dos de los oponentes más peligrosos de la Liga Americana. En aperturas ante los Yankees de Nueva York y los Medias Rojas de Boston permitió 16 carreras limpias en siete entradas. Hasta ahí llegó su experiencia en las Grandes Ligas en el 2006. Terminó con una alta efectividad de 6,00 y dos victorias con tres derrotas. Soler es el cubano número 152 que juega en las Mayores.

A la ofensiva, Yuniesky Betancourt, de los Marineros de Seattle, fue el más destacado. El torpedero villaclareño finalizó bateando para 289 de average, producto de 161 hits en 558 veces al bate. Disparó ocho jonrones, seis triples y 28 dobles. Anotó 68 carreras y empujó 47.

Kendry Morales, de los Angelinos de Anaheim, no colmó las expectativas generadas y terminó su primera temporada en el Big Show con más penas que glorias. En 197 comparecencias al bate disparó cinco jonrones, diez dobles, 22 remolcadas y 21 anotadas, para un average de 234. Los Angelinos piensan que hay futuro en este joven ambidextro, por lo que lo pondrán a jugar la liga invernal de Republica Dominicana, con los Gigantes del Cibao.

El receptor Brayan Peña, de los Bravos de Atlanta, apenas vio acción. Disparó 11 hits en 41 veces al bate para 268, con un jonrón y cinco remolcadas.

Elí Marrero, quien llegó de niño en el éxodo del puerto del Mariel, estuvo en los Rockies de Colorado y los Mets de Nueva York. Promedió para 204, de 93-19.

Freddy González, séptimo manager cubano

El habanero Freddy González se convirtió en el séptimo manager de la isla que dirige una novena de Grandes Ligas cuando el equipo de los Marlins de la Florida lo nombró para el puesto el pasado 4 de octubre.

González, de 42 años, resultó tres veces seleccionado Manager de las Ligas Menores por la prestigiosa revista Baseball América y fue el primer piloto nombrado en la historia del equipo del sur de la Florida, en 1992. Durante tres años, de 1999 a 2001, fue coach de tercera con los Marlins, de donde pasó a la organización de los Bravos de Atlanta.

Entre los países latinos, Republica Dominicana, con tres, y Venezuela, con dos, son los otros que han tenido manager en las Mayores.

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