Opinión

La falta de resistencia

¿Cuántos intelectuales y artistas cubanos tienen la dignidad de mirarse en el espejo de Stefan Zweig?


"Nada perjudica tanto al intelectual como la falta de resistencia", afirmaba Stefan Zweig en sus desoladoras memorias, conocidas como El mundo de ayer. ¿Podríamos decir lo mismo los intelectuales cubanos en este 2009 de desfiles de presidentes latinoamericanos por La Habana, quietismo fundamentalista en la élite del Poder y recesiones en EE UU que encienden los egoísmos y el olvido de nuestra miseria?

Escritas un año antes de suicidarse en Brasil, donde había recibido asilo, el espíritu de rebeldía ante los totalitarismos es el signo trágico que allí marca la defensa de la libertad, de la convivencia pacífica, de su civilización europea que bailaba una orgía de odios. ¿Por qué muchos intelectuales cubanos, sobre todo los que viven en el archipiélago, han caído en el escepticismo o el pesimismo, en los "nada se puede hacer"?

Zweig y su esposa se quitan la vida el 22 de febrero de 1942, cuando parecía que el nazismo y sus aliados obtendrían la victoria, tras la caída de Singapur. Pero antes de morir escribió: "Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la Tierra". ¿Cuántos intelectuales y artistas cubanos tienen la dignidad de mirarse en ese espejo, aunque no seamos capaces —por creencias, convicciones o debilidad— de una determinación tan dura?

El biógrafo austríaco de origen judío, en las citadas memorias, también proclamaba que "la verdadera misión del escritor consiste en defender y proteger lo común y universal del Hombre". ¿Qué aún pueden defender y proteger los escasos intelectuales y artistas que son voceros o cómplices de la más larga dictadura que ha padecido América Latina?

'Negarse a pensar'

Una lectura de El mundo deayer lleva a las analogías con Cuba que provocaron los párrafos anteriores, construidos bajo el artificio retórico de una información y una pregunta, que tal vez motive interactivamente a ciertos lectores. Pero donde sí no hay retórica que valga es tras los barrotes de las cárceles cubanas, donde más de doscientos presos políticos podrían escupir, con todo derecho, sobre la cobardía de tantos intelectuales.

Una cobardía que comienza con un mecanismo de autodefensa: negarse a pensar. Agarrarse desesperadamente de 1958 o trasladar la culpa a Washington. No ver lo obvio: una camarilla de aferrados al Poder, colgada de una ideología fracasada, pronto hasta en Corea del Norte, porque ya en China y Vietnam se ha convertido en capitalismo de Estado, de una ferocidad contra los obreros digna del Londres que vivió Carlos Marx.

Las cuatro preguntas anteriores pueden recibir, entre otros, los breves párrafos subsiguientes:

Como ocurrió en Europa entre 1933 y 1945, un segmento relevante de la intelectualidad cubana se ha caracterizado por la falta de resistencia a la dictadura, cuando no por el apoyo —escalonado cronológicamente— o un feroz individualismo, ajeno a la suerte del prójimo, como ocurrió en 1971 cuando el Congreso de Educación y Cultura, en 1991 cuando la Carta de los Diez o en 2003 cuando la represión contra los disidentes.

El escepticismo de un importante segmento de la intelectualidad tiene una fuerte argumentación geopolítica, encabezada por la arrogante torpeza que hasta Obama —veremos qué hace— ha mantenido nuestro inexcusable vecino, más inexcusable ahora que Miami es la segunda ciudad de Cuba en habitantes y la primera en potencial económico. A ello se añade subliminalmente la curiosa fascinación que sobre la "izquierda" aún ejercen Castro y sus "igualdades sociales" (sic).

Una cultura que se desmorona

Antes del suicidio hay muchas formas de suicidio pasivo o indirecto, según afirman los psiquiatras. Aunque hay casos de suicidio, dentro y fuera (Teodoro Espinoza y Calvert Cassey, para sólo citar dos cuentistas); los crecientes índices de alcoholismo y de consumo de psicofármacos muestran la huida, la cabeza de avestruz hundida en la ciénaga. El silencio ante una cultura que se desmorona, sobre todo en la educación media y superior, también es un suicidio: corta la lengua. Ágrafos y mudos se disputan la soga del ahorcado.

Lo común y universal del hombre no es una abstracción, como puede leerse en la Declaración de 1948, de la que Cuba es signataria no solvente. Cuando en La Cabaña presentan un libro y dentro del público dos escritores bajan la voz para comentar la carta de Roberto Ampuero a Michelle Bachelet, donde denuncia el show mediático de ella con Raúl Castro, que sostiene en su mano un ejemplar de Nuestros años verde olivo, no están, precisamente, defendiendo mucho la libertad de expresión.

Fina García Marruz apenas se protege a sí misma, ante la alegría de una edición de sus poesías en dos tomos, porque olvidó cuando el actual ministro de Cultura, en ese entonces director de la Editorial Letras Cubanas, prohibió su libro de ensayos, porque había una defensa del catolicismo de sor Juana Inés de la Cruz, contra la tesis sectaria de Mirtha Aguirre en "Del encausto a la sangre".

Tal parece que los dos verbos de Zweig —defender y proteger— han sido sustituidos por callar y olvidar. Común y universal es el derecho de cada cubano a leer a Ampuero o a quien se le venga en gana, pero ya sabemos que la libertad —nada abstrusa— dentro del caldero significa la de aceptar, mejor la de aplaudir.

Esperanzas…

Stefan Zweig miraba con nostalgia hacia una Europa perdida. Los intelectuales cubanos con esperanza, hacia un país menos infectado por la represión y sus consecuencias: la doble moral, la hipocresía, el autoengaño, la ceguera fanática.

En el orden internacional, además, con otra esperanza: que algún día ningún mandatario nos visite para limpiar su mala conciencia o recordar su rebeldía cuando adolescente, para ganar votos electorales con la imagen de independencia o justificar en Cuba lo que han condenado en la Argentina o el Chile de los militares...

Junto a ellas y ellos —políticos a fin de cuenta— chapotea ese segmento olímpico de la hipocresía mundial, constituido por los que desde sus casas confortables en Ciudad de México o Santiago de Chile, en La Habana desde la encristalada ventana del Meliá, llegan a creerse el viejo libreto de que luchan por los pobres de la tierra. Y luego encienden su habano, pueden leer a Jorge Edwards sin temor o les da por recordar que hace medio siglo Fidel Castro era aplaudido por sus padres o abuelos.

Ninguno, como sus pares cubanos, osa pensar que cuando Zweig hablaba de resistencia, se refería en primer lugar a la resistencia contra la inercia mental, a la resistencia contra la cobardía de uno mismo.

© cubaencuentro

12 Comentarios


12 by jorge 66 (Usuario no autenticado) 20/03/2009 17:00

Mis ultimos meses antes de salir de Cuba trabaje en un Instituto Provincial del libro. Me toco la suerte de ser una especia de vicedirector aunque por poco tiempo, debia ser demasiado honesto, o quien sabe si acaso porque no pertenecia al partido. Vi la maquinaria por dentro, estuve de invitado en las comisiones que seleccionaban las obras para publicacion, preparabamos encuentros, promocion. La comision estaba formada, en absoluto, por gente del partido, desde luego habia que firmar el pacto con satanas para tener algun poder. Uno de los principales, un hombre, tenia vida casi marital y publica con con otro hombre. Otro era redactor de un periodico de direccion ideologica, otro un poeta que venia de otro lugar y se anido alli con otros poetas, una mujer que todos le temian en el centro, gentes que apenas sabian nada de literatura. Ellos decidian quienes serian escritores, o intelectuales y quienes no. En fin, son los que manejan los medios los responsables de que una intelectualidad sea de esta u otra manera. Son ellos los que le inducen a Prats Sariol a creer que la intelectualidad apegada al poder, en Cuba, son nuestra representacion. (Agradezco el comentario 7 de Octavio Guerra)Nada mas que agregar. La resistencia existe y siempre habra.

11 by Escuela al campo (Usuario no autenticado) 19/02/2009 16:20

Octavio Guerra: Todo lo que usted menciona es verdad, yo mismo vivi todo eso, no en el campo de las letras; pero me imagino es lo mismo. Las victimas, todo se resume a entender a la victima, porque escribo aqui y especificamente este articulo? Me ha traido recuerdos, en cuba resisti, vi todos esos males que menciona usted; no vi otra solucion que irme del archipielago, una vez en Miami comprendi que era "el mismo perro con diferefente collar", decidi tambien irme de Miami, lejos del cubaneo, la estreches mental y de corazon, el sentimiento a flor de piel donde no hay espacio para bromas, gracias DIOS puede irme de Miami, mi situacion emocional no me permitia quedarme alli, una vez fuera de "cuba con comida" vi a EUA y logre mis deseos, ya puedo decir que estoy lejos de las garras intolerantes de ambos lados del mar, merezco un poco de paz, necesito ver benciones en mi vida, al menos por ahora, eso es suficiente, solo espero algun dia, tomarme un cafe en una cuba libre.

10 by La Avellaneda (Usuario no autenticado) 19/02/2009 8:20

Octavio Guerra BRAVO!, Así mismo es! Hay mucha gente valiosa que a pesar de todo, resiste. Ningún pueblo es indigno, un pueblo es también sus circunstancias, sus fracasos y su capacidad de levantarse. Un día los manuscritos saldrán de las gavetas. Ese día está cada vez más cerca. Por CUBA! ELECCIONES LIBRES!

9 by Quintin Banderas (Usuario no autenticado) 18/02/2009 8:20

Excelente articulo de Prats!!! Mis felicitaciones. Prosa concisa y argumentos reflexionados. (De paso, muy acertados los comentarios de José Luis Sitio (1 y 3). Si hubiéramos resistido dentro todos, el comunismo no habria durado tanto. Gran diferencia entre este articulo pausado y apasionado y otros falsamente intelectuales y/o agresivos y desmesurados. Al meno podemos "practicar" ahora otra resistencia fuera de Cuba: la de no callar la verdad. Felicidades José Prats Sariol

8 by Letras cubanas (Usuario no autenticado) 18/02/2009 8:00

Este articulo de Prats Sariol tiene letra con filo y su mensaje tiene una universalidad que trasciende el campo de escritores e intelectuales al que esta dirigido.

7 by Octavio Guerra (Usuario no autenticado) 18/02/2009 8:00

Es muy barato destilar frustración y acusar a todos por igual de la inmoralidad de unos cuantos. Los llamados “intelectuales” visibles -publicados, divulgados, premiados, que ofrecen disertaciones públicas y en los medios- son sólo la punta del iceberg de varias generaciones de intelectuales perseguidos, reprimidos, desaparecidos y hasta asesinados por resistir al régimen. En Cuba e incluso fuera de Cuba ha habido un grupo importantes de intelectuales que ha vivido toda su vida en el insilio, en el exilio interior, en el ostracismo y la marginación de todos los bandos posibles en el diferendo intercubano. En Cuba, se han divulgados aquellos que prefirieron, en el mejor de los casos, “adaptarse” a las estructura impuestas por el régimen. Algunos, incluso, han logrado un inteligentísimo status de apolitismo casi imposible en el país. Sin embargo, deben alternar con el lado oscuro, el grupo de oportunistas, demagogos, arribistas y burócratas –y, sí, policías e inquisidores- de la cultura, por lo que deben compartir su corrupción de una u otra forma. En el exterior, muchos también llamados intelectuales se han acogido a la pequeña lucha por el jamón de a llamada lucha por la libertad de Cuba, esponsorizada por el gobierno norteamericano y por los donantes pudientes del exilio, muchos de los cuales, con honrosas excepciones, creen saldar sus cuentas con la patria dando alguna limosna por la quimera del fin del comunismo en la Isla. Muchos de estos reciben con los brazos abiertos a los intelectuales reconocidos en la Isla que desertan o los ‘apolíticos’ que pasan por Estados Unidos de visita. Sin embargo, en Cuba existe un sector de la intelectualidad al que se le ha negado históricamente el acceso a las estructuras estatales o, peor, que se han negado rotundamente a formar parte de las mismas. Muchos has sufrido prisión, persecución, acoso, secuestro de sus producciones intelectuales y, sobre todo, torturas psicológicas devastadoras. La inmensa mayoría son autodidactas y su obra lucha en gavetas y cajones, como diría Engels, contra la crítica roedora de ratones, cucarachas y el moho. Todos son absolutamente desconocidos y, si tienen la suerte de llegar al exilio, son rechazados con el mismo desprecio por los mismos académicos, intelectuales y personalidades de los medios que le tienden la alfombra roja a sus antiguos oponentes ideológicos cuando desertan siguiendo la misma falta de principios con que alabaron y trabajaron para el régimen cubano. Esos son los verdaderos intelectuales de la resistencia, sobrevivientes a toda costa de la represión del comunismo y el oportunismo de la llamada oposición en el exilio. Los que opusieron la decencia a la corrupción generalizada y lucharon por la cultura cubana en medio del triple bloqueo que sufre el pueblo de a pie por parte del régimen, el del exilio y el del gobierno de los Estados Unidos.

6 by carlosmarti (Usuario no autenticado) 18/02/2009 8:00

Articulo fuerte y real, demasiado real, no me explico porque ha generado tan pocos comentarios. Final contundente "se refería en primer lugar a la resistencia contra la inercia mental, a la resistencia contra la cobardía de uno mismo." Gracias Prats Sariol.

5 by Mariana Grajales (Usuario no autenticado) 18/02/2009 8:00

Muchos intelectuales que van a Cuba son ignorados en sus países y en Cuba se sienten importantes, son unos acomplejados y sinvergüenzas. ¡Resistencia!

4 by Abre Que Voy (Usuario no autenticado) 18/02/2009 8:00

Ay por favor, que es esto, una invitacion al suicidio colectivo?

3 by joseluis sito (Usuario no autenticado) 17/02/2009 20:40

Su articulo, estimado Jose Prats Sariol, no ha conseguido un solo comentario más. Mientras que los comentarios del articulo donde se tira la piedra ya se cuentan por decenas. Es todo un símbolo de cómo han transcurrido los 30 o 40 últimos años: esperando, aguantando. La espera apática, inmóvil, inerte, pasiva y resignada. Al pueblo cubano le han aprendido la resignación. Los responsables de esta inercia generalizada y mortífera es la dictadura claro y sus métodos represivos y de coerción que impiden mover un dedo. Pero son también los propios opositores al régimen que han contribuido a esta muerte resignada, a este abandono de cualquier resistencia activa y determinada. Todos, con más o menos afán y conciencia enseñaron al pueblo cubano a callar, a esconderse, a resignarse, a renunciar, a ceder, a no desear nada. Todo quedó sepultado bajo la chapa de plomo de la fatalidad y del aceptar quietos, sujetos, serviles el estado de cosas. Metieron los unos y los otros al pueblo cubano en el pozo de la aguantancia sin darle la fuerza necesaria para resistir y luchar. Hoy en día el resultado de estas faltas de pensamientos y de estos crímenes represivos son bien visibles para quien verlos. El pueblo cubano no sabe tan siquiera que quiere decir la palabra resistencia. Y como bien dice usted, Jose Prats Sariol, empezando por la resistencia a su propia cobardía. Para empezar a liberar a Cuba hay que empezar por un trabajo pedagógico en vivo y práctico sobre lo que significa la palabra Resistencia. Decirle al pueblo cubano: lucha y vencerás. Decirle: vete a por la Libertad. Esto no quieren hacerlo, los responsables de llevar al pueblo cubano por el camino de la Libertad, porque en el fondo saben los riesgos que se corren al oponerse y resistir a una tiranía. Pero esta falta de resistencia, esta cobardía general y ambiental que ha asaltado a la garganta a los unos y a los otros, también es la prueba de la ignorancia que tienen. Ignoran que la Libertad se conquista y viven alucinados por la idea que la Libertad vendrá sola, de ella misma, que un buen día la Libertad llamará a sus puertas mientras están haciendo la siesta. Pobres intelectualoides, y pobres miembros de un pueblo servil, dócil, de un pueblo que vive en la servidumbre, es decir indigno. ¿Y si el pueblo cubano en su inmensa mayoría ya no es más que un pueblo incapaz de resistir, es decir indigno? Hay preguntas que conmueven el corazon. RESISTENCIA !! UNION !! VIVA CUBA PRONTO LIBRE !! Gracias, gracias, gracias, Jose Prats Sariol por sus palabras de resistencia.

2 by Alina Brouwer (Usuario no autenticado) 17/02/2009 20:40

Que triste realidad la que describes Pepe Prats Sariol, pero que real esa realidad. Tengo a veces la impresion de que muchos de esos sobre los que escribes hoy, viven convencidos de que Cuba no va a cambiar, y por ello es que actuan de la manera que lo hacen, mas se equivocan, Cuba ya esta cambiando; creo incluso que les vendria mejor el irse apuntando al cambio, porque ese apoyo tacito a la dictadura, sea ya por oportunismo o cobardia, sera algun dia incluido y descrito con detalles en los libros de la historia de nuestro pais y sus obras han de perder la brillantez que un dia tuvieron. Alina Brouwer.

1 by joseluis sito (Usuario no autenticado) 17/02/2009 8:00

Abro el sitio de EER y me encuentro con el titulo de su artículo, estimado Jose Prats Sariol. Es un autentico choque, una completa emoción, una conmoción leer por primera vez bajo la pluma de un cubano la palabra RESISTENCIA. Luego, en el primer instante me aparece el nombre de Stefan Zweig y de sus memorias, “El mundo de ayer”. Es precisamente este libro que estoy leyendo. En la pagina 419 de la colección “testimonios” de este libro publicado en Cuba, puedo leer: “…no hay probablemente nada que ponga en mayor evidencia la caída inmensa que sufrió el mundo desde la primera guerra mundial, como la restricción de la libertad de movimiento del hombre, y la reducción de su derecho a la libertad”. En la última página de esta edición cubana está anotado lo siguiente: “Se terminó de imprimir el 15 de mayo de 1969, Año del Esfuerzo Decisivo”. Fue el año 1969 el año del esfuerzo decisivo para aniquilar definitivamente la más minima rendija de Libertad en Cuba y fue este escritor, un inmenso espíritu libre y luchador por la Libertad, que la dictadura totalitaria liberticida publica. De casos como éste está llena la biblioteca histórica de estos 50 últimos años. Si la Libertad no renace en Cuba es sencillamente porque nadie llama a la resistencia. Metidos en sus torres de marfil o la cabeza dentro del agujero como el avestruz, la intelectualidad cubana y artística espera. Espera a que la dictadura cambie, transicione o se chinifique. La espera como motor de la Historia y como justificación de sus miedos. Vamos a repetirlo de nuevo: RESISTENCIA ¡! UNION ¡! VIVA CUBA PRONTO LIBRE ¡!

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