Leyendo la prensa

Vayamos al grano

El racismo y la manipulación oficial, a propósito de un artículo en la revista 'Bohemia'.


El pasado mes de julio, en el número 14 de 2007, Bohemia publicó un artículo titulado "Cuba 1912. La masacre racista", en el cual su autor, Pedro Antonio García, realiza un conjunto de afirmaciones y planteamientos que —aunque nos separan dos meses de su publicación— por la vigencia del tema invitan al diálogo. Entre los criterios emitidos por el autor me limitaré a cuatro.

  • Carlos Manuel de Céspedes fijó como objetivos fundamentales del levantamiento "la obtención de la independencia absoluta y la conquista de la justicia social".

La historia la hacen los hombres en dependencia de sus ideas e intereses y Céspedes no escapa de esa máxima. Sencillamente, la obtención de la independencia era imposible sin el apoyo de los esclavos. El deseo, manifiesto en la Declaración de Independencia acerca de la "... emancipación gradual y bajo indemnización de la esclavitud", refleja claramente los intereses de los hacendados poseedores de esclavos.

Dos meses después de iniciada la Guerra, Céspedes declaró que la abolición sería uno de los primeros actos del gobierno una vez conquistada la independencia. Sin embargo, para conciliar esa declaración con los intereses de los amos, dictó una orden a los jefes revolucionarios para que aceptaran en sus filas a los esclavos ofrecidos por sus dueños y certificaran su propiedad, así como que los amos pusieran a sus esclavos en función de la guerra sin liberarlos, de tal manera que gozaran del derecho de indemnización después de la independencia.

Es bueno recordar que mucho antes del denominado "Grito de Yara", los negros esclavos venían luchando con su propia agenda contra la esclavitud; agenda que coincidió en 1868 con la de los hacendados. Así, los dos propósitos básicos declarados eran independencia y abolición. Para los esclavistas cubanos de la zona oriental, en franca bancarrota económica, la libertad de los esclavos era un medio y la independencia de España el fin. Entre esa realidad y la conquista de la justicia social había un gran trecho.

  • "La gran burguesía cubana trataba de parecerse cada día más a sus amos yanquis".

Atribuir la conducta racista de la burguesía cubana al intento de parecerse a "sus amos yanquis" es simplificar un asunto más complejo. La discriminación y consecuentemente los prejuicios raciales que devinieron parte de nuestra cultura, tienen sus raíces hundidas en el tiempo en que los negros eran cazados en África, comprados como mercancías y tratados como animales.

Es cierto que las tropas norteamericanas, procedentes de un país donde la discriminación era más fuerte que en Cuba, fortalecieron esos hábitos ya existentes en la Isla y que ello ayudó a enraizar el favoritismo hacia los blancos, como se reflejó en la escasa participación de los negros en el gobierno, en instituciones públicas, en la Guardia Rural, en la Policía Nacional y en la Artillería.

Tan enraizada era esa cultura discriminatoria que figuras ilustres de nuestra historia, como Enrique José Varona, quien llegó a declarar, respecto de los negros, que "el haber luchado por Cuba no les daba necesariamente derecho a un trabajo en el gobierno, pues las necesidades de la paz son diferentes a las necesidades de la guerra".

De los independientes de color a la revolución

  • Fueron legisladores negros, temerosos de perder su base política, quienes se prestaron para la ilegalización del Partido Independiente de Color.

Esta afirmación carece de fundamento. Martín Morúa Delgado, conjuntamente con Antonio González Pérez y Tomás Recio elevaron la Enmienda al Congreso, la cual fue aprobada, primero como Enmienda y después, como parte de la ley de reforma electoral, convertida en ley. A partir de ese momento los negros miembros del Congreso se opusieron a la abrogación de la Enmienda.

El propio Juan Gualberto Gómez, que defendía el asociacionismo, junto al resto de los congresistas negros, se opuso a la creación de un partido de una sola raza y firmó el 1 de junio de 1912 una declaración de apoyo al gobierno. Morúa, por su parte, enarbolaba esos criterios desde fines del siglo anterior y por ello antes se había opuesto a la formación del Directorio de Sociedades de Color organizado en 1892. Si la conducta de Morúa acerca de la existencia de organizaciones de una sola raza databa de unos 30 años antes, esa misma conducta no puede atribuirse tan fácilmente al temor de perder su base política.

  • "La discriminación racial persistió hasta 1959".

Tan alejada está de la realidad esa afirmación que la discriminación racial no sólo permaneció después de 1959, sino que hoy, 48 años después, sigue presente. Junto a los "beneficios de la revolución", los negros perdieron los insustituibles instrumentos cívicos que habían propiciado el lento avance alcanzado.

Expulsado de los espacios públicos, el racismo se refugió en la cultura y permaneció en espera de mejores tiempos. El espejismo ante tan espectacular y significativo "logro" condujo a la errónea decisión de eliminar el debate público acerca del tema, que gracias al derecho de asociación y a los espacios en la prensa escrita, había tenido en la República una influencia positiva en el azaroso avance hacia la igualdad entre cubanos.

Hay que ir al grano, y eso comienza por reconocer la persistencia de la discriminación racial en la Cuba de hoy, buscar y debatir sobre sus causas, plantear posibles soluciones, participar, desde la prensa, en la formación de una nueva cultura de integración para coadyuvar a que arribemos definitivamente a esa comunidad inconclusa, de intereses y de fines, que es la nación cubana.

© cubaencuentro

9 Comentarios


9 by Alicia Maravillosa (Usuario no autenticado) 24/09/2007 19:20

"Con todos y para el bien de todos" Si la tiranía no es racista, entonces no tiene sentido que se ponga "cuotas" para la participación de los cubanos en los órganos estatales de gobierno ni en las organizaciones de masas. La sola mención del "tanto porciento" de negros, mujeres, militares y otras categorías socioculturales no es el reconocimiento de pluralidad de procedencia y oportunidades, sino el DECRETO de que así tiene que ser para que se vea plural y equilibrado. Si nos reconoce a todos iguales no tiene que trazarse metas de participación. En la medida de nuestras capacidades e intereses iremos ocupando los lugares que nos ganemos. A los negros y mestizos se les mantiene en perpetua discriminación cuando se incentiva la "cultura negra" como atractivo folclórico, como objeto sexual, como sonrientes anunciadores de productos cubanos de exportación. No todos los cubanos somos negros o mestizos y hacer creer que es así es darle un falso matiz a nuestro país en el que los de "la color quebrada" salen mal parados por obra y gracia de la discriminación del gobierno, que se atrajo el favor de los más pobres, muchos descendientes de africanos entre ellos, para afianzarse en el poder en el '59, y que luego olvidó hasta que los necesitó para vender una imagen falsa de Cuba. Es cierto que no existe discriminación constitucional. Existe discriminación racial por no enseñar valores, por complicidad culpable

8 by EL ROLO (Usuario no autenticado) 20/09/2007 8:50

Siempre me han parecido mas interesantes lo comentarios de los usuarios que las noticias de los periodistas. Es como si los ultimos dieran un pie forzado para comentar sobre un tema, en que la ultima palabra la tiene, en este caso, el internauta. Coincido en que en Cuba hay racismo. Esto no es nuevo para nadie. La explicacion que el columnista quiere dar, esta desarrollada en el libro de Walterio Carbonell. Como surgio la cultura cubana. Libro que le costo a Walterio (militante comunista negro) que lo expulsaran del paraiso en la tierra que se estaba construyendo y lo relegaran al olvido, a la sombra, a muerto-vivo, o como diablos quiera llamarse. Moraleja: Carbonell habia dado en el clavo. La nueva clase comunista en el poder habia comenzado a cantar loas a los proceres criminales y esclavistas cubanos como Arango y Parreño, Aldama y comparsa, entre otros. fidelito y los comunistas, bajo el pretexto de la unidad (con unanimidad) abolieron de un plumazo la discriminacion racial en 1959. Resultado: todo lo que tenemos. La discriminacion se pasea por las calles de la Habana vestida de policias (muchas veces negros) que discriminan a sus hermanos de origen. Y no vayamos a entrar a los hoteles que enseguida se aparece la discriminacion vestida de cuello y corbata inpidiendonos el paso, sobre todo, si el contenido de melanina en la piel es elevado. ?Para que seguir un cuento que todos conocen. Prefiero seguir leyendo los comentarios

7 by socotrocomusugubio (Usuario no autenticado) 13/09/2007 9:50

Parece mentira leer los comentarios tan racistas y fuera de lugar expresados por los opinantes anteriores decir que la revolucion no es racista pero sus dirigentes y mandamas si es una contradiccion tan clara que solo los cinicos racistas que las expresan no quieren verla.Decir que los cubanos negros no se han superado por falta de interes o negligencia es una falasia porque no han tenido las mismas oportunidades ni economicas ni politicas ni sociales ya que por el solo hecho de querer protestar ahi esta la injuria la difamacion y el asesinato del caracter al llamarle negro mal agradecido o bruto o negro tenias que ser o que tu vas hacer al norte para que te muerdan los perros.Esto y miles de infamias se han cometido con los negros y mestizos cubanos en el ultimo medio siglo.

6 by el tata (Usuario no autenticado) 12/09/2007 19:20

coincido plenamente en que la revolucion no es racista, pero la sociedad si y como los dirigentes de la sociedad forman parte de esta no es dificil entender la proyeccion de estos. Creo que la revolucion le ha dado oportunidades a los negros mas que ningun otro proyecto social, que no lo xallnan podido aprovechar es otra cosa. Solo hay que ver todo lo que expropieron a la pequeña y alta burguesia, para nivelar y eliminar los ricos blancos y los negros pobres, sin embargo siguen predominando ese contexto pues los blancos o han sido oportunistas en la politica o han emigrado (las mismas posibilidades de los negros) y trabajando en el exilio envian a sus familiares. Creo que la causa de la desigualdad es cultural, y las oportunidades no las han aprovechado. Vayase a una universidad en Cuba y vera que el 70 porciento es blanco, la misma proporcion pero a la inversa la encontrara en las carceles. Que los negros no se hayan ganado su espacio no es por falta de opertunidades (la revolucion se las ha dado de sobras) sino por falta de autoestima, complejo de inferioridad que hace que ellos mismo se encasillen, se marginen. Todos los negros musicos de la Habana sueñan con casarse con una blanca, aunque sea la mas pobre del pais. Eso muestra la propia autodescriminacion racial.

5 by J.L. Anzuelo (Usuario no autenticado) 12/09/2007 18:50

De chico siempre me costo trabajo conciliar en la escuela el "racismo de la pseudo republica" que me enseñaban con un Jesus Menendez negro que, aparte de "lider azucarero" (asi era como me lo vendian) era Senador de la misma. Ya mas crecidito me llamo mucho la atencion que Castro enviara a Granada a un coronel que no era precisamente rubio.

4 by Jesuses (Usuario no autenticado) 12/09/2007 16:40

Los articulos de Dimas Castellanos siempre me han parecido que cuentan con mucho rigor investigativo y moderación. Pero en este caso coincido con el anterior comentario que plantea que al gobierno cubano no se le puede acusar de racista. Pienso que la sociedad cubana es más racista que el régimen. Es posible que el proyecto social igualitario que se quizo implantar no viera la necesidad de un tratamiento especial hacia la población negra, que inobjetablementa estaba en franca desventaja económica y social con respecto a la blanca cuando Fidel Castro asume el poder. Y la desventaja no ha podido ser disminuida en casi medio siglo de experimentos sociales y locuras personales. Por último, me da que pensar esa afirmación de que los negros no han tenido tantas faltas de oportunidades como de oportunistas. Los oportunistas no tienen raza, pero lo cierto es que a nivel político los negros no se han destacado mucho. Como tampoco lo han hecho en otros países latinoamericanos con importante población negra, quizás excepto en la República Dominicana, como Venezuela, Panamá y Colombia. Creo que la respuesta debe venir por ahí.

3 by Catana (Usuario no autenticado) 12/09/2007 16:40

Pero a estas alturas todavía en la Bohemia están con esas cantilenas. Me imagino al articulista dentro de un tiempo opinando si Paris Hilton es divina, regia, rubia o borracha, y los obreros... y a quien le interesan esos temas tan poco glamourousous -dirá-. En Cuba despues del 59 no ha habido racismo, no, solo que tampoco ha habido un número significativo de personas negras entre la clase dirigente del pais, y por escases de recursos humanos negros no sería. Si eres negro tienes mas papeletas para que la policía te hostigue por la calle que si eres blanco y negar eso es querer tapar el sol con un dedo. Conozco una inglesa-nigeriana que fué a San Antonio a estudiar y volvió a los dos años diciendo que nunca en su vida había sido mas descriminada, ni maltratada, ni hostigada por la policia que no cesaba de pedirle el Carne de Identidad adonde fuera, en ningún lugar del mundo que en Cuba. Adonde no piensa volver. De verdad que lo que hay que oir de los cubanos voceros del regimen es de apaga y vamos.

2 by René Gado Prieto (Usuario no autenticado) 12/09/2007 14:50

El racismo que permanece en Cuba es meramente privado. En ambos sentidos, de algunos blancos hacia los negros y de ciertos negros hacia los blancos. Eso es feo pero legítimo, pues se basa en los valores personales del individuo. El hecho de que la sociedad -ferreamente regida y orientada por las instituciones del gobierno- ya no estimule el racismo puede apreciarse en la drástica disminución del autoracismo negro, y sobre todo en la poderosa expansión del mestizaje. La revolución no ha sido racista, la revolución es incluso una mancha negra en la historia de Cuba. Generosa, dejó a los negros bañarse en las mejores playas. Y si ya no pueden, no es por negros, sino por cubanos. Si no han habido más negros en el Buró Político, no fue por falta de oportunidad sino por falta de oportunismo. Es más, si Mariela Castro se hubiera enamorado de un angolano, y no de un italiano, Raúl tal vez no iría a Lobito, pero se llevaría al negro a pasear a Italia.

1 by Rumberito (Usuario no autenticado) 12/09/2007 12:10

kuba kin kin, kún

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