Política

Socialismo de porcelana

Un aliado 'peligroso'. La prensa cubana escamotea la información sobre el congreso comunista chino.


Si el embajador de Pekín en La Habana se enterase únicamente por el periódico Granma de lo que fue el XVII Congreso del Partido Comunista chino, se perdería lo mejor del cuento: la meta de construir una sociedad socialista "modestamente acomodada".

El término, empleado por Hu Jintao en su informe al congreso, fue invisible en los escasos reportes que sobre el foro partidista publicó Granma. Debió parecerle pretenciosamente burgués.

"Había que leer entrelíneas y así todo no se supo mucho", se quejó un miembro del partido cubano luego de releer la prensa de la semana y ver los noticieros.

La visita a La Habana del viceministro de Educación Zhao Camping y la noticia de que unos mil jóvenes chinos cursarán estudios de español, medicina y enfermería en Cuba, como parte de un convenio educacional, tuvo casi más prominencia que las sesiones congresionales en el Palacio del Pueblo.

En medios académicos de la Isla se comenta que las autoridades quieren espantar la idea de una China convertida en un laboratorio donde la antigua teoría de la convergencia entre los sistemas capitalista y socialista, en boga en los sesenta, disponga por fin de un útero para su nacimiento.

Por otra parte, consideran que el sistema chino ha sembrado el capitalismo de Estado con todos sus desarreglos sociales y ambientales, y que tarde o temprano ese socialismo de porcelana sólo necesitará de un toque para hacerse añicos.

Un plan delicado

El plan en la prensa oficialista fue delicado: buscar un equilibrio entre la información conveniente y la inconveniente sin ocasionar disgusto en la embajada pekinesa.

De tal modo, el vocero del Comité Central del Partido Comunista cubano colgó en su página de internacionales tres reseñas de todo el congreso, que duró una semana. Una sobre el comienzo del evento, en la que aludía a "los problemas que aún subsisten en un país tan gigantesco", sin apenas detenerse en ellos, salvo los referidos a los "recursos, el medio ambiente, y a los desequilibrios entre la ciudad y el campo".

La segunda, titulada "Llaman en congreso del PCCh a incrementar la capacidad defensiva", citaba con pinzas una de las pequeñas tormentas del cónclave comunista: las sanciones a miles de miembros del partido por corrupción, uno de los males que roen la sociedad china.

Los datos ofrecidos por Ouyang Song, subjefe del Departamento de Organización del Comité Central del PCCh, se presentaron en Granma con la fuerza de una brizna: personas sancionadas —unas 9.000 en un año— por "violar la disciplina de la organización". No se dieron más explicaciones.

En realidad, las estadísticas de Ouyang eran mucho más abultadas. En tres años fueron investigados un total de 133.467 militantes del PCCh —cerca del 0,2 por ciento de la membresía—, de los cuales más de 2.500 resultaron destituidos o degradados y el resto fueron sancionados con las regulaciones partidistas o enviados incluso a encarar procesos penales.

La tercera de las notas ofreció la reelección de Hu Jintao al frente del partido de más de 70 millones de integrantes, las nuevas figuras del poderoso Comité Permanente y el llamamiento de Hu "a enarbolar la bandera del socialismo con peculiaridades chinas y a apreciar más que nunca el camino socialista y el sistema teórico del socialismo con estas peculiaridades".

"El Congreso aprobó en forma unánime la revisión de los Estatutos, para incluir en ellos la concepción científica del desarrollo, caracterizándola como la consideración del ser humano como lo primordial y un desarrollo integral, coordinado y sostenible", cerró la última de las notas de Granma.

El fantasma de Deng

La amurallada política editorial del diario oficialista vedó a sus lectores de los más importantes pasajes del informe de Hu al congreso, en los que elogió la estrategia de reforma y apertura emprendida en 1978 por el entonces líder Deng Xiaoping y mencionó más de 60 veces la frase "democracia dentro del partido".

Deng, cuyo pragmatismo le llevó a decir: "no importa el color que tenga el gato, lo importante es que cace ratones", nunca fue una figura halagada por la mediática cubana.

Una revisión somera indica que mantuvieron casi en silencio sus profundas reformas de mercado y la política de puertas abiertas al gran capital trasnacional, en los años ochenta, que estructuraron la que es hoy la cuarta economía mundial.

El replanteo del sistema electoral del partido, los esfuerzos por democratizar su vida interna, la disparidad en la distribución de la riqueza social, las pautas financieras y la bolsa de valores, el combate contra la pobreza y las ideas del segundo hombre de la jerarquía, Wen Jiabao, sobre "la emancipación de la mente y la iniciativa privada", fueron igualmente asuntos discriminados por Granma.

El primer ministro Wen pidió esfuerzos sostenidos para impulsar la reestructuración económica y política, y dijo que "sólo si el país se reforma y abre genuina, constante y completamente al mundo exterior, China tendrá un futuro brillante".

La lista de los temas descartados por Granma trasluce más o menos las discrepancias cubanas con China, un país con el que tampoco Fidel Castro se sintió cómodo durante el período maoísta por sus disparatadas políticas internas, su penetración en los movimientos revolucionarios en América Latina y el cisma con Moscú, que por un pelo no terminó en una guerra nuclear.

Luego, al comienzo de la era post-Mao, la invasión pekinesa a Vietnam, un aliado histórico de la Isla, hizo que las relaciones descendieran a los infiernos.

Con Deng, las nexos fueron recomponiéndose, aprovechando sobre todo el vacío soviético, pero sólo llegaron a la plenitud actual con la alianza forjada entre Fidel Castro y Jiang Zemin, el heredero de Deng y quien, aun retirado, sigue siendo una figura de cuidado detrás del trono.

Guaguas y alta política

Después de Venezuela, China es el segundo socio comercial de Cuba con un intercambio de unos 2.405 millones de dólares en 2006. Ambas naciones han establecido empresas mixtas en turismo, agricultura, minería y biotecnología.

El flujo de delegaciones oficiales, en ambas direcciones, en sectores estratégicos de la política, la economía y las fuerzas armadas, da fe de una sólida alianza que, sin embargo, no se toma como paradigma de relaciones entre países socialistas, pues tal referente lo reserva La Habana para el esquema integrador del ALBA, patrocinado por la Venezuela de Chávez.

Para poner las cosas en su sitio, en marzo pasado el periódico Granma publicó un artículo del economista y politólogo Manuel Yepe en el que afirmaba que Cuba sigue su propio modelo de desarrollo diferente a la "economía de mercado socialista" que llevan adelante China y Vietnam.

En un trabajo titulado "La táctica de las comparaciones", el experto consideró que tal ejercicio es "un pasatiempo nada ingenuo para promover en el campo de las ideas, la desconfianza y la desunión". Aunque admitió que ambas naciones son dirigidas por partidos comunistas, dijo que acusan "también peculiaridades bien distintas".

Para el cubano de a pie, esos son asuntos de alta política. Lo que importa es poder montarse en una Yutong y llegar temprano a casa o al trabajo. Sin más, gozar de un día de suerte. Si China es capaz de obrar ese milagro, entonces "que pase lo que pase allá, no es mi problema", dijo un anciano que esperaba ansioso una guagua que lo llevara al oeste capitalino.

Llevaba más de una hora bajo el sol, sudando ferozmente. La escena hace que la felina fábula de Deng no carezca de sentido.

© cubaencuentro

7 Comentarios


7 by Justo Juan (Usuario no autenticado) 31/10/2007 8:40

Una pregunta a Cristina, ¿dónde vives? Ya sabemos lo que da el comunismo. Si no quieres consumismo, que es la esencia misma de la ley de mercado, y si quieres libertad para el espíritu y el pensamiento, ¿tú crees que el capitalismo te lo va a dar? Quizás podías encontrar lo que quieres en Suecia, pero allí ahora gobierna el centro-derecha que está desmantelando todo lo que había alcanzado la socialdemocracia. ASi que me parece que lo tienes difícil...

6 by OTRO CUBANO DE FUERA (Usuario no autenticado) 31/10/2007 8:30

Yo creo que las imagenes son importantes, y el hecho de que la " guagua " de la foto no sea el famoso Yutong se me hace una burla para los que leemos aqui. Si no tenian una foto autentica de un Omnigus chino minimo hubieran puesto una caricatura, o de plano la foto de otra cosa, aunque fuera solamente la " cola ", que no hay creatividad ?? Yo entiendo que un alto porcentaje de quien lee estas paginas vive fuera de cuba y a lo mejor muchos ni conoces esas guaguas pero hay que tener un poquito de respeto.

5 by cheo (Usuario no autenticado) 30/10/2007 18:50

el unico comentario que queria hacer es que el omnibus de la foto no es chino

4 by el observador (Usuario no autenticado) 30/10/2007 18:50

la política exterior de Cuba se puede descubrir fácilmente a través de lo que Granma publica o deja de publicar. Lo del congreso chino es un ejemplo. Si el presidente de Costa Rica critica a Castro, cuanto ocurra de negativo en ese país merece titular, aunque sea del sindicato de limpiabotas. Es interesante cómo destacan ahora el incremento del precio del petróleo, lo que beneficia a dos aliados de La Habana, Caracas y Teherán. Hubo un tiempo en que Cuba dijo que el aumento del precio del petróleo era malo para todos los países en vías de desarrollo que no tenían ese producto. Pero, como ahora se depende de los barriles que manda Chávez, pues es de gran alegría el incremento del precio. Los diplomáticos acreditados en La Habana la tienen fácil, no tienen ni que leer entre líneas, les basta con ver si la noticia aparece, cual espacio, o si es totalmente ignorada. Es parte de la manipulación total de la prensa oficialista.

3 by Cristina Fernandez Acosta (Usuario no autenticado) 30/10/2007 18:30

No se si tendre que formar parte de la primera expedicion a Marte con el fin de poblar el planeta en cuestion, pero mi desagrado con casi todos los gobiernos, sin llegar a la anarquia, es tremendo, pero de lo que si estoy segura es que el modelo chino, las politicas del este y sus consabidos logros, no son mas que falacias. No creo yo que en China, la poblacion media, goce de confort y de multiples beneficios,tal y como los consideramos en occidente. De justica y de libertad; de democracia y de derechos, ni que hablar, o ya se le olvido al mundo lo sucedido en la Plaza Tia Na Men (disculpen, no recuerdo si se escribe asi), en la que los tanques de guerra chinos le pasaron por encima a la multitud de jovenes que reclamaban libertad???? Si es eso lo que se quiere para Cuba, tampoco lo quiero, por muy calificada que sea la mano de obra asiatica y que hoy en dia, hasta en el mas recondito lugar del mundo, lo que se compre sea Made in China. No queremos consumismo, aunque necesitamos consumir y comprar, queremos libertad para el espiritu y el pensamiento. Eso jamas lo proporcionara China, y con gobiernos comunistas o con un barniz de comunistas, menos.

2 by El Guajiro (Usuario no autenticado) 30/10/2007 13:50

El tirano Castro se comporta como El Profeta de una Secta, hecha a su gusto, filosofía y beneficio. Lo que ha montado en Cuba, no es socialismo cubano, ni comunismo, ni sociedad justa, ni democracia popular, ni capitalismo de estado, ni sociedad participativa, ni igualitaria, ni proletaria, ni nada que se le parezca. Este Autócrata, lleva con mano de hierro el control del país, va dando bandazos y violando sus propias leyes y constitución. Su cambiante personalidad y estados de ánimo se manifiestan en la evolución de las acciones de su gobierno autoritario, excluyente y discrimatorio por razones ideologicas (Apartheid político). Lleva el gobierno del país como un latifundista en su latifundio. Él decide que comeran los ciudadanos cada día y que salario recibirán por su trabajo diario, quien entra o sale del país (su propedad privada), quien va a la carcel y quien no, juega con el código penal a su antojo, se inventa tipificaciones de su conveniencia como el llamado "desacato a la figura del comandante" por el cual hace cumplir 8 años de carcel, o "peligrosidad" claro que es peligrosidad para él y su gobierno, basta con no aceptar ir a una misión internacionalista y ya eres "peligroso" por esta tipificación inventada con el tirano meten a cualquiera 4 años en la carcel. En Cuba basta que algo no le resulte conveniente al tirano Castro para que éste lo considere un delito. Por esto, a este infame y decrépito "ente" no le cuadra ningún sistema que hay en este mundo, ni ningún cambio que por muy leve pueda mermar su poder totalitario sobre los ciudadanos y el país. Así, Cuba se mantiene hundida en la porquería, sus ciudadanos viven de la picarezca, sus mujeres y niñas entregan su cuerpo hasta por una plato de comida y los demás se van o sueñan con irse de la trampa mortal en la que se ha convertido Cuba: un callejós sin salida. ¡Qué mala suerte hemos tenido, los cubanos!

1 by Justo Juan (Usuario no autenticado) 30/10/2007 10:50

Magnífico análisis de Fornés. Ya hasta las experiencias y realidades de los países hermanos pueden ser subversivas en la isla, de ahí que Granma malverse estos bienes de la información.Una muestra de que el dogmatismo y la inflexibilidad del régimen se imponen en todas las esferas de la vida. Es cierto que en China hay muchos problemas, hay corrupción (dónde no la hay) y hay desigualdades, pero ¿se imaginan a este país de más de mil millones de personas, con un capitalismo salvaje? Los chinos han mostrado su sabiduría e inteligencia, gústele a unos o no gustele a otros. Por algo ya son la cuarta potencia del mundo. Mientras tanto en la isla, el inmovilismo y el dogmatismo no permiten ninguna iniciativa.

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