Los presidentes y cancilleres de 22 países comenzaban a llegar este jueves capital chilena para participar en la XVII Cumbre Iberoamericana, convocada bajo el tema de la "Cohesión Social" contra la desigualdad en Latinoamérica, informó EFE.

La Declaración de Santiago y el Plan de Acción que aprobarán el sábado los mandatarios, ya están prácticamente consensuados por los representantes nacionales reunidos en el Centro de Convenciones Riesco, sede de la Cumbre, al norte de la capital.

El presidente del gobierno del Principado de Andorra, Albert Pintat, fue el primero de los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos en llegar a Santiago de Chile para la Cumbre que se celebrará entre jueves y sábado.

Los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de El Salvador, Elías Antonio Saca, así como el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, habían viajado también hacia la capital chilena.

En la Cumbre participará como observador el secretario general de las Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-moon, quien arribará a Chile procedente de Argentina y continuará una gira por varios países de la región para observar los efectos del cambio climático.

Los únicos jefes de Estado que han anunciado su ausencia, ambos por los desastres causados por la tormenta tropical Noel, son los de México, Felipe Calderón, y República Dominicana, Leonel Fernández.

Los mandatarios aprobarán el primer Convenio Multilateral de Seguridad Social del que podrán beneficiarse seis millones de emigrantes latinoamericanos, y que permitirá a los trabajadores del área iberoamericana sumar en el momento de su jubilación todas las cotizaciones efectuadas a lo largo de su vida laboral, aunque haya transcurrido en diferentes países.

Ese convenio será adoptado en términos políticos y posteriormente tendrá que ser ratificado por los parlamentos de los 22 países.

En la actualidad, América Latina tiene seis millones de emigrantes repartidos en distintos países iberoamericanos, muchos de ellos en España.

El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, dijo en una reunión con la prensa extranjera que el convenio de seguridad social "es el primer elemento realmente comunitario" que favorecerá millones de personas, informó la AP.

En cuanto al Plan de Acción, se trata de un documento que alerta sobre los "niveles preocupantes" que ha alcanzado la violencia en Iberoamérica, lo que obliga a diseñar "políticas públicas democráticas" para enfrentarla "con firmeza", según el borrador al que tuvo acceso EFE.

El texto plantea acciones conjuntas en las áreas de salud, trabajo, canje de deuda por inversión en educación, sociedad de información, cultura, ambiente, seguridad social, vivienda, saneamiento, turismo, defensa y cooperación.

También pide impulsar el desarrollo de infraestructuras de comunicaciones que interconecten a los países de la comunidad entre sí y con el resto del mundo, así como avanzar en programas de ahorro, eficiencia energética y energías renovables.

Por su parte, la Declaración de Santiago contiene 27 puntos en los que se recogen compromisos para "progresar hacia niveles crecientes de inclusión, justicia, protección y asistencia social y solidaridad".

Subraya además la importancia de fortalecer el multilateralismo y el papel de las Naciones Unidas, así como el combate al terrorismo y a la delincuencia organizada trasnacional.

Pide asimismo "enfrentar las asimetrías e injusticias en las relaciones económicas y comerciales internacionales" y cumplir, antes de 2015, las Metas de Desarrollo del Milenio consensuadas en las Naciones Unidas.

Los jefes de Estado y de Gobierno deben aprobar también comunicados especiales sobre la lucha contra el terrorismo y la corrupción, la reclamación por Argentina de la soberanía en las Islas Malvinas, el rechazo al embargo de Estados Unidos a Cuba y la cooperación para el desarrollo con países de renta media.

De forma paralela se celebrará en Santiago de Chile la Cumbre de los Pueblos, en cuya clausura, el próximo sábado, los organizadores esperan reunir a unas 20.000 personas.

Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, así como el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, que representan el ala más radical de la izquierda entre los actuales gobernantes latinoamericanos, han confirmado su asistencia al acto.

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