El régimen de Zimbabue continuaba el martes sus preparativos para los comicios presidenciales del viernes, sin tener en cuenta los llamados a anular las elecciones ni la retirada del principal líder opositor, Morgan Tsvangirai, refugiado desde el lunes en la embajada de Holanda, informó la AFP.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó el lunes por unanimidad la violencia contra la oposición en Zimbabue y "el comportamiento del gobierno de Robert Mugabe, que negó a sus opositores políticos el derecho a hacer campaña libremente".

Las violencias e intimidaciones hacen "imposible la realización de elecciones libres y equitativas" el próximo viernes, agregó el Consejo de Seguridad. Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a las autoridades del país africano que anulen los comicios.

Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otras potencias occidentales intentaron sin éxito incluir en la declaración del Consejo la afirmación de que Tsvangirai debería ser considerado presidente legítimo hasta que no se realicen elecciones transparentes, ya que fue el ganador de la primera vuelta.

A esa propuesta se opusieron principalmente Sudáfrica y China, los mayores socios comerciales de Zimbabue.

Debido a la represión, Morgan Tsvangirai, de 56 años, jefe del Movimiento por un Cambio Democrático (MCD), renunció el domingo pasado a participar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra Robert Mugabe, de 84 años y en el poder desde 1980.

Este martes, George Sibotshiwe, un vocero de Tsvangirai, dijo que el líder opositor huía de los soldados del régimen cuando se refugió en la embajada de Holanda, informó la AP.

Sibotshiwe dijo que el político había recibido un aviso de que soldados se dirigían a su casa el domingo, después de que anunciara su retirada de los comicios presidenciales.

El portavoz no reveló quien dio la alarma, pero dijo que las intenciones de los soldados eran inciertas.

"En el momento en que vienen soldados hacia uno, usted simplemente corre por su vida", agregó Sibotshiwe. "La única manera en la que él puede protegerse es ir a una embajada".

Sibotshiwe dijo que otros líderes de la oposición también estaban escondidos, entre ellos el director de la campaña de Tsvangirai. Las autoridades del partido ya no están trabajando en las oficinas principales de la organización en Harare por miedo a ser arrestadas, dijo.

La policía allanó el lunes las oficinas del Movimiento por el Cambio Democrático y detuvo a decenas de personas, a pesar de la presencia de observadores extranjeros.

El segundo dirigente político después de Tsvangirai, Tendai Biti, está encarcelado en Zimbabue bajo cargos de traición para los que la ley del país contempla la pena capital.

Tsvangirai dijo el martes, durante una entrevista concedida a la cadena nacional holandesa de radio, que el embajador holandés había hablado con el gobierno de Zimbabue y que éste le aseguró que no había ninguna amenaza para el líder opositor. Tsvangirai dijo que podría salir de la embajada el martes o miércoles, pero Sibotshiwe advirtió que eso podría cambiar.

"Es un ambiente inseguro. Usted simplemente nunca sabe lo que va a pasar mañana", dijo Sibotshiwe, y expresó preocupación por la posibilidad de que Mugabe arrecie las acciones represivas en reacción a las críticas del Consejo de Seguridad de la ONU.

© cubaencuentro