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Actualizado: 01/07/2024 10:18

Ajedrez

Un piano y una cancha de fútbol

Francisco J. Pérez, un español de puras zetas, era maestro internacional y un contador de anécdotas: desde Capablanca hasta Karpov.


Conocí a una leyenda llamada Francisco J. Pérez en el año 1992, en el primero de los torneos abiertos de ajedrez que organizó el Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez (ISLA). Jugaba contra un joven de mucha fama de cuyo nombre no me acuerdo, y ambos estaban apurados de tiempo. Su adversario tenía las manos levantadas al estilo Karate Kid, prestas a mover cualquier pieza a la velocidad de la luz, pero lo que molestaba al maestro era la cabeza en el medio del tablero: "¡Joven, que no estamos jugando fútbol!". Finalmente, perdió esa partida, como muchas más en ese torneo. Es que ya estaba en decadencia, blanco en canas, el aroma característico de los viejitos mal cuidados, pero con un bastón militante y un espíritu aguerrido que nunca hubiera querido verle perder.

Este Maestro Internacional, español de puras zetas, obtuvo su título en el año 1959. Antes de eso, fue famoso por el conocimiento adquirido in situ de las grandes glorias del ajedrez mundial, y por su pasión de comentarista de fútbol. Pocos años después, huyéndole al franquismo, decidió emigrar a Cuba, donde siguió siendo un buen jugador de ajedrez y un apasionado del fútbol —la gran pérdida de su vida—.

Tuve la suerte de jugar una partida con él, no por el resultado, sino por lo que derivó de ella. Era un personaje clásico en vida, lleno de historias y a quien gustaba hablar. Mi egoísmo adolescente no podía perder esa oportunidad de conocer de primera mano la historia, los secretos de la maestría y el dominio de mi arte; de oír anécdotas acerca de todos los campeones mundiales y grandes ajedrecistas que conoció y con quienes jugó, desde Capablanca hasta Karpov.

Así supe cómo le llenaban las botellas de agua a Alexander Alekhine para que no bebiera, pero éste se iba al bar de frente a su hotel con una sonrisa; que Capablanca era un personaje pretencioso porque no miraba a los lados —Jota Pérez lo detestaba—; que Botvinnik era un tío muy correcto y le gustaba caminar demasiado; que Fischer estaba loco-loco; y de otras tantas cosas que le oí decir y no menciono por temor a confundir mis lecturas con sus historias.

Él se entusiasmó conmigo, por mi tendencia a escuchar y dejar hablar, y me invitó a su casa, en el Cerro. No me acuerdo qué idea yo tenía, pero lo que encontré fue un apartamento donde había que caminar como los egipcios entre los pasillos de paredes de libros y publicaciones de ajedrez, al más puro estilo de las películas. En medio de la sala, ¡oh!, un enorme piano de cola. Jota Pérez, como si nada, pidió ayuda para apartar un bulto de revistas Shajmaty, amarradas con una soga que había sobre un butacón, y me invitó a sentarme; se acomodó en la butaca del piano, el único lugar libre de todo el apartamento, respiró hondo, contento de tener público, y me dijo palpando el instrumento: "La música y el fútbol son los amores de mi vida".

Ni qué hablar de la sorpresa. Sólo había que mirar alrededor el porqué… y se me ocurrió la macabra pregunta: "¿Y usted de verdad sabe tocar piano?". Sin decir palabras, asumió posición de concertista, descubrió las teclas, y alzó las manos, dejándome en suspense… al bajarlas con energía, salieron notas desafinadas. Se detuvo, hizo un movimiento de contrariedad con la cabeza y volvió a levantar las manos, y las bajó con peores resultados. Al tercer intento, con las manos en alto y un mayor misterio, éstas descendieron lentas, pero para cubrir con tristeza las teclas y posar su frente en el piano: "Te pido disculpas, yo solía tocar mejor".

Fui un par de veces más, con mi propio juego de ajedrez (¡no tenía en casa!), y analizamos partidas y le escuché más historias. Nunca lo vi con nadie. Sólo una vez, una mujer en sus cuarenta entraba cuando yo salía. Ignoro el parentesco. Lo cierto es que el viejo estaba muy solo, o si no es así, al menos eso sentía. Esa soledad, con el tiempo, también se trasladó al ajedrez, donde empezaron a negarle la entrada a torneos. También hay que decir que había comenzado a cometer regularmente la falta más grave de la que puede avergonzarse un ajedrecista: cuando perdía, y eso sucedía a menudo, abandonaba los torneos. Pero para él la vergüenza más grande era perder de la forma en que perdía, y tampoco quería abandonar el juego que tanto amaba, aunque lo negara.

Y de repente dejé de saber de él. Todos dejamos de saber de él. Y lo peor es que sólo nos dimos cuenta de esto a la hora de su muerte, allá en el año 1999. Me enteré por una nota de un periódico cualquiera, donde se informaba brevemente de un homenaje póstumo e hipócrita que las autoridades del deporte le habían hecho. Triste final para alguien que nunca quiso abandonar la Isla, entregándole casi toda su vida. Una vergüenza para un país revolcado en la (vana)gloria del deporte y su seguridad social.

Las disculpas póstumas no sirven. Por eso deseo que ojalá el viejo Jota Pérez creyese en el Paraíso, aunque sea en uno personal: por Tierra Prometida, una verde cancha de fútbol, en medio su piano de cola y, si no es mucho pedir, sobre éste un tablero de ajedrez, por contrincante a Caissa, y de hinchas, todos los grandes campeones que conoció.

© cubaencuentro

21 Comentarios


21 by Vania Perez Santos (Usuario no autenticado) 25/06/2009 19:00

Gracias miles por solo el hecho de haberse acordado de mi padre. No estoy totalmente de acuerdo con sus comentarios, pero respeto por sobre todas las cosas su opinión y aplaudo la forma tan humana en que ha descrito a este hombre que vivió solo para el ajedrez, el fútbol y el piano. Le prometo leer e ir comentando sobre lo que ha escrito para que pueda conocer otra cara del ilustre personaje, que por demás, a veces pensé que iba a terminar como el bien conocido en Cuba, Caballero de París, pues siendo yo su hija lo veía como Don Quijote, escapado del libro de Cervantes. Gracias nuevamente le doy y nos volveremos a encontrar en estas paginas. (jcenteno_perez@hotmail.com)

20 by Carlos Luis Pujol (Usuario no autenticado) 23/05/2009 11:00

Maestro Nunez! como se encuentra usted!! Hace mucho que no hablamos. Espero que algun dia nos volvamos a encontrar y hablar, le tengo en gran estima, fue usted muy paciente conmigo cuando fui jugador (y joven inexperto). Mis saludos a su esposa y Yaquelin, y su chamita que me imagino ya debe ser una muchacha. Mis mejores deseos para todos. Permitame disentir de usted en cuanto a lo del maestro Jota Perez... me consta que usted no hizo nada parecido cuando fungia como director de torneos en la polivalente (todo lo contrario,el ajedrez de la habana le debe mucho por los grand prix que usted organizo), pero no podemos decir lo mismo (por ejemplo) del otro maestro que atendia la catedra provincial (para que decir nombres), con quien tuve una discusion muy fuerte con respecto a jota perez, cuando no lo dejaba jugar torneos, sobre todo en la kid chocolate que era donde mas se organizaban: tanto asi que en una ocasion cedi mi puesto a Jota Perez... pero ya sabes, fui decepcionado; Tambien abandono ese torneo. Y otros mas (segun Jota Perez), en el que puedo decir que no me involucre. Por lo demas, solo relate' mi vision de la vida del maestro, la que tuve de primera mano. No dije ninguna inconsistencia, no he mentido, y por supuesto no pongo en duda lo escrito en su comentario; pero ud me conoce, sabe que estuve muy involucrado en el mundo del ajedrez, y no me va a negar que el maestro desaparecio, y a nadie se le ocurria preguntar donde esta jota perez. Los honores que se le hacian, bueno, ya usted lo dijo, lo encontraron en la calle y lo llevo a volandas al torneo capablanca, como reliquia historica, digno de un museo: Miren lo que me encontre! Es muy triste que tanta gloria investida en una persona sea tratada como pieza de arquelogia, y no elevada como ejemplo peremne de lo que puede alcanzar un ser humano, y que valga la pena lo vivido hasta el final.

19 by Antonio Nuñez Ravelo (Usuario no autenticado) 23/05/2009 1:00

yo conocí al Maestro J Pérez, lamento como se le ha descrito, en Cuba fue bien acogido, es el único deportista extranjero que ha representado a Cuba en Olimpiada, se le dio como residencia durante muchos años el Hotel Habana Libre, con comidas, recorrió los mejores hoteles de la Isla mostrando su arte, salio a cualquier lugar representando nuestro país, sin poner un centavo durante mas de 20 años, todos los cubanos saben que estatus tenia en nuestra sociedad su único compromiso con nuestro país fue contribuir al desarrollo y difusión del ajedrez, claro cuando tenia nivel para jugar en torneos Internacionales, y Campeonatos nacionales estaba en nomina, cuando su nivel bajo debido a su edad quedo sembrado para los campeonatos provinciales, respetando su titulo de M.I, e incluso se le invitaba a jugar en torneos internacionales como los de Guines, me consta que el maestro Danilo Buela (comisionado nacional de ajedrez en aquellos años) en una edición de un Capablanca Inmemorian, lo encontró el la calle y lo llevo como invitado de honor, se le brindo cena como a cualquier otro jugador del evento, nunca lo expulsaron de ningún evento, era bienvenido, claro se que no le gustaba perder, era un luchador, era un gran admirador de Aliojin como el le decía, si me acuerdo que cuado se encontraba con el arbitro Internacional Alberto Garcia amigo de Capablanca, en el club Capa ambos discutían acaloradamente el ¿por qué? Alekine no le había dado la revancha, eran los dos polos opuestos, pero nosotros lo queríamos, los que conocimos al maestro J Pérez, admiramos su arte en el piano, en su vejes paso por la misma situación que miles de ancianos cubanos, pero siempre con el reconocimiento merecido que le sabíamos dar.

18 by Perdido en el Tiempo (Usuario no autenticado) 22/05/2009 12:00

Un piano, una cancha de futbol y un tablero de jugar al ajedrez, para hacerle justicia, honor y mejor tributo al protagonista de esta historia, el gallego J. Perez. Buen articulo.

17 by paco (Usuario no autenticado) 18/05/2009 15:20

bonito articulo

16 by justo triana hernandez (Usuario no autenticado) 13/05/2009 9:00

fue mi amigo,jugamos muchas veces en torneos y cuando perdia se disgustaba bastante,aunque era un cascarrabias,si creo que en cuba no todos aprovecharon de sus vastos conocimientos ajedrecisticos,el si sabia mucho ajedrez,pobre paco.

15 by Aristides Falcon Paradi (Usuario no autenticado) 11/05/2009 9:00

Sí que recuerdo al maestro. Me daba clase cuando era un fiñe, me ganaba a ciegas tremendas papadas (perder es una humillacion en este juego como otro que practique aunque con mejores resultados) tocando piano allí en la entrada de la Sala Infantil de la Bibioteca Nacional planta baja a una cuadras de su casa y de la mía. Una vez cuando le empaté a Eleazar, nada de sorpresas que les ganaba a todos los de mi edad en la provincia, me dijo te apuraste le hubieras podido ganar. Me gusto que me lo dijera. El me presentó como su alumno. Me acuerdo de él con mucho cariño y siempre dispuesta a enseñar lo que sabía. Lo del futbol no lo sabía. Y que recibia muy buenas revistas del exterior sí porque íbamois juntos hasta el correo diagonal a la biblioteca.

14 by Aristides Falcon Pradi (Usuario no autenticado) 11/05/2009 9:00

Sí que recuerdo al maestro. Me daba clase cuando era un fiñe, me ganaba a ciegas tremendas papadas (perder es una humillacion en este juego como otro que practique aunque con mejores resultados) tocando piano allí en la entrada de la Sala Infantil de la Bibioteca Nacional planta baja a una cuadras de su casa y de la mía. Una vez cuando le empaté a Eleazar, nada de sorpresas que les ganaba a todos los de mi edad en la provincia, me dijo te apuraste le hubieras podido ganar. Me gusto que me lo dijera. El me presentó como su alumno. Me acuerdo de él con mucho cariño y siempre dispuesta a enseñar lo que sabía. Lo del futbol no lo sabía. Y que recibia muy buenas revistas del exterior sí porque íbamois juntos hasta el correo diagonal a la biblioteca.

13 by José Raúl Kasparov (Usuario no autenticado) 10/05/2009 10:20

Ok, socio. Errar es de humano y rectificar de sabio. Esperemos el próximo artículo de Pujols.

12 by Perdido en el Tiempo (Usuario no autenticado) 10/05/2009 1:00

Disculpas entonces.

11 by José Raúl Kasparov (Usuario no autenticado) 09/05/2009 10:00

Perdido en el tiempo está perdido en el espacio. Nadie dijo que era una traductora de español, es que fue su mujer por largo tiempo.........si no recuerdo mal era traductora de ruso en el INDER. Y también dije que le negaron el pasaje, no hablé de visas. Por otra parte, el gallego Pérez, en muchas ocasiones fungió como comentarista de fútbol durante uno o dos mundiales en emisoras de la Capital y no recuerdo si también en la TV. Perdido en el tiempo chequea tu vista y tu interpretación de los comentarios.

10 by Carlos (Usuario no autenticado) 09/05/2009 10:00

SOLO PARA OBSERVADOR: En 1942 Jota Perez tenia 22 anos, no era un mocoso; lo que si es cierto que no jugo con el (al menos oficialmente) , PERO SI LO CONOCIO, una vez –segun J.Perez-, por desgracia no recuerdo donde. Lo que si pienso es que estaba muy influenciado por alekhine, de quien era muy amigo, por eso hablaba tan mal de el. De todas formas, es valida su aclaracion; muchas gracias.

9 by Observador (Usuario no autenticado) 09/05/2009 3:20

Capablanca murió en 1942, cuando Pérez era un mocoso en España. Ni conoció ni mucho menos jugó ajedrez con José Raúl.

8 by Sergio (Usuario no autenticado) 09/05/2009 3:00

oigame, "Perdido en el tiempo", usted esta realmente "perdido," El tal Raul Kasparov nunca dijo que le adignaron una traductora, sino que vivio con una traductora...y para vivir con una traductora no hace falta hablar otra lengua.... Otro saludo para Pujol...

7 by panchito (Usuario no autenticado) 08/05/2009 23:20

buen articulo pujol sobre un tema siempre interesante. perdido en el tiempo, compadre si eres maestro internacional debes descifrar facilmente las letricas de cuba encuentro, no jodas.

6 by Perdido en el Tiempo (Usuario no autenticado) 08/05/2009 23:20

Como es eso de que le asignaron una traductora? J.Perez hablaba espanol y espanol del bueno: espanol con zetas y probablemente con higos y champinones tambien... Una traductora del espanol al espanol? Eso que creo que no existe... Y lo de la negacion del viaje no me lo creo todavia... el era espanol, ciudadano espanol, y no se le podia negar un viaje a su pais. Tal vez lo que estuvo gestionando fue un pasaje de gratis, y eso si que el inder no lo iba a permitir... con lo duros que son alla! Disculpen este par de jaques, pero es que pienso asi. Traductora del espanol al cubano? Tanto se habia degenerado el lenguaje criollo para entonces, o era la nueva jerga, la revolucionaria, la que se imponia? Que va... no me lo creo por mucho que lo lea.

5 by José Raúl Kasparov (Usuario no autenticado) 08/05/2009 16:20

El Maestro Pérez fue un instrumento del sistema. Cuando le convino al Gobierno al inicio de los 60 para hacer propaganda lo ayudaron muchísimo: hospedaje en el Habana Libre, después un apartamente en el CERRO en el cual vivió muchos años con una traductora que no vale la pena recordar. Poco a poco fue perdiendo notoriedad y de cierta forma lo marginaron para hacer el equipo cubano en la Olimpíada de La Habana, 1966 y a otros eventos internacionales. Era uno de los pocos Maestros Internacionales de Ajedrez que habían en Cuba -sólo Eleazar Jiménez y Eldis Cobo, quien hizo el título después que el gallego Pérez-. Era un gran conocedor del Ajedrez, como pocos en Cuba en su época. Persona muy educada, de mal carácter en ocasiones. Su amor era el futbol. Fue una pena verlo en una de sus últimas presentaciones como visitante a uno de los Capablanca en La Habana. Con el pelo muy descuidado, delgado, sin afeitar y muy mal alimentado. Yo que lo conocí personalmente me dio tremenda lástima verlo en ese estado. Poco después supe de su muerte y la sentí muchísimo. Es verdad lo que dice el autor del artículo; al final de su vida estuvo gestionando ante las autoridades del INDER un pasaje para viajar a España, el cual nunca lo obtuvo. Políticamente ya no hacía falta utilizar al Maestro Pérez, ahora era un estorbo para las autoridades, no propiamente del Ajedrez, sino del INDER. Felicito al autor por el artículo y lo exhorto a que siga escribiendo de Ajedrez. La falta de periodistas o escritores de Ajedrez en Cuba es muy grande -casi todos los que habían se fueron del país y otros fallecieron- que estos artículos ayudan a mantener viva la cultura ajedrecística del cubano de adentro y de afuera de la isla. Un caso interesantísimo del Ajedrecista marginado por las autoridades del Ajedrez y del deporte en Cuba, es el del Maestro Juan González -antes que el gallego Pérez-. En el Internet hay un artículo muy interesante sobre ese Maestro -después de Capablanca, entre 1942 y 1958 fue el mejor ajedrecista cubano- pero era médico del gobierno de Batista y terminó por irse del país. El link para los interesados es: http://canal-h.net/webs/rguerrero001/Pinal37.htm

4 by Perdido en el Tiempo (Usuario no autenticado) 08/05/2009 15:40

Ni un piano ni una cancha de fultbol. La pasion de este buen hombre era el ajedrez. Era por demas un hombre serio, alto, bien llevado con la gente, y en casi todos los torneos de la Habana se le veia, ya participando, ya husmeando o ya organizandolos, porque J. Perez organizo muchos torneos de ajedrez tambien. Era, ademas, entrenador, y junto a Miguel Aleman, el reglano _y mi maestro_ que jugo una olimpiada con Capablanca, era este buen espanol poseedor de una de las bibliografias mas nutridas de Cuba. Desde libros, folletos y revistas, tenia casi de todo de cuanto se habia publicado de ajedrez en el mundo en lengua castellana. Jamas lo oi hablar de futbol y menos de musica o tocar el piano. Ajedrez, ajedrez, ajedrez, era su tema, su pasion y su lengua predilecta. Que en paz descance el espanol aplatanado Francisco J. Perez, un hombre bueno, agradable, buen jugador el mismo _Maestro Internacional_ y quien constribuyera mucho al desarrollo del ajedrez en Cuba. Por otra parte, jamas vulgarizo su lenguaje. Ni siquiera lo cubanizo. Siempre hablo y actuo como el autentico espanol que era, gallardo y con todas sus zetas. Cuba le gusto tanto que jamas de Cuba se fue. Lo de que el gobierno no le permitio ir a Espana... lo dudo. Tuve el honor de conocerlo y de entablar no pocos dialogos con el. Un hombre gallardo, serio, pero afable y accesible, mis impresiones de el. Un hombre inteligente _cualquiera no llega a Maestro Internacional. Solo unos pocos lo logramos..._, educado y culto. Un poco loco, puede que tambien. Descanza en paz, buen hombre. Que Dios te tenga siempre en la gloria. _Hey, cubaencuetro, porque me ponen las palabras del cuadro cada vez mas enredadas, mas dificiles? Esto ademas de que estan censurando algunas de mis opiniones... les caigo mal o que? Acuerdense que por eso nos exilamos y que por eso tambien ustedes tienen esta pagina que mantienen con dinero de otras organizaciones, por la LIBERTAD DE EXPRESION, tiranozuelos.

3 by sergio (Usuario no autenticado) 08/05/2009 15:40

oh!, Pujol, muy bien narrado este articulo; diria que mejor que el primero que salio la semana pasada. Felicitaciones! Ojala que arreglen tu nombre....jejej saludos desde Toronto.

2 by Quintin Banderas (Usuario no autenticado) 08/05/2009 10:20

Gracias otra vez por otro bello articulo. (Yo hace dos dias me compré un juego de ajedrez de bolsillo). Siempre fue un misterio para mi el ajedrez y esos personajes a quienes le apasiona. Creo es la mezcla de intelectualidad y accion ficitica. Felicidades Carlos, alla en Montreal.

1 by Carlos Pena (Usuario no autenticado) 08/05/2009 10:20

Fue a Cuba más por amor que huyendo del Franquismo, y en sus ultimos años quiso regresar a España y cobrar una pensión que se le ofrecía, pero el Régimen Castrista no se lo permitió.

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