Faltan 20 juegos para finalizar la temporada y sólo los dos equipos que juegan en Nueva York tienen el boleto asegurado para avanzar a los play-offs; otros dos conjuntos están casi dentro, y el resto todavía está luchando por jugar en octubre.

La Liga Nacional ha deparado sus mejores emociones para el final. A esta altura del campeonato, son seis los equipos que se encuentran a una distancia de cuatro juegos y batallan por alcanzar una sola plaza: el comodín (wild card).

Los Padres de San Diego marchan con buen paso en los últimos partidos y han logrado sacarle dos juegos de ventaja al resto de los equipos.

Los Marlins de la Florida, equipo revelación de la temporada y una de las mayores sorpresas en la historia del béisbol, se ubican detrás del equipo de California. Los Peces saldrán a la carretera a disputar diez encuentros contra los fuertes oponentes de su división. Ahí se definirá la suerte de la novena del sur de la Florida.

Por su parte, los Gigantes de San Francisco, de Barry Bonds, y los Filis de Filadelfia, del poderoso inicialista Ryan Howard, parecen con buenas posibilidades en esta recta final.

Los Rojos de Cincinnati, firmes contendientes durante varias semanas, han bajado el nivel en los últimos juegos. Con un récord por debajo de 500, parece improbable que puedan avanzar.

Los Astros de Houston, a 4.5 de los Padres, tienen en sus abridores estelares —Roger Clemens, Andy Pettitte y Roy Oswalt— un trío deseado por cualquier equipo. Y aunque matemáticamente están lejos, podrían ser un factor clave en este decisivo momento del campeonato.

Todo parece indicar que la fabulosa racha de los Bravos de Atlanta, con 14 títulos de División, ha llegado a su fin. El equipo de Bobby Cox tiene récord negativo y sólo un milagro lo pondría a jugar en octubre.

Los Mets, el mejor equipo del año

Sin duda alguna, el equipo de la Gran Manzana es el mejor de las Ligas Mayores: tienen 88 victorias y 15 juegos por delante de su rival más cercano. Nada parece indicar que algún equipo pueda interponerse en el camino para llegar a la Serie Mundial.

Si responden los brazos de los veteranos Pedro Martínez, Tom Glavine y el cubano Orlando El Duque Hernández, los Mets pueden ganar lo que anhelan desde hace 20 años: El Clásico de Otoño.

Los Cardenales de San Luis, con la división Central de la liga, están cómodos. Mientras los Dodgers de los Ángeles tienen juego y medio de ventaja sobre los Padres, en el Oeste, lo que promete un final electrizante en esta división.

Liga Americana: Yankees y Oakland con el boleto en la mano

Una vez más, los poderosos Yankees de Nueva York están demostrando que son un gran equipo. La barrida de cinco juegos propinada hace un par de semanas a los Medias Rojas de Boston en su propio feudo, fue decisiva. Con una cómoda ventaja de 10 juegos, parecen imparables hacia la postemporada.

Los Atléticos de Oakland, que casi siempre están jugando un excelente béisbol, son dueños de una ventaja de cinco juegos sobre los Angelinos de Los Ángeles. Será un equipo difícil de vencer.

Tigres, Mellizos y Medias Blancas, difícil pronóstico

Además del wild card de la Nacional, la división Central de la Liga Americana se encuentra sumamente cerrada. Tres de los mejores cinco conjuntos de las Mayores se encuentran en esta división, sin duda, la más difícil en el Big Show.

Los Tigres de Detroit han tenido una excelente campaña desde el inicio —junto a los Mets, son los únicos que han estado en la punta todo el tiempo—; tienen ventaja de tres juegos sobre Minnesota y Chicago. El final se vislumbra emocionante, puesto que la inclusión del lanzador dominicano Francisco Liriano brinda a los Mellizos la gasolina necesaria para seguir en la pelea. Estos han sido el mejor equipo de las Grandes Ligas en los últimos tres meses.

De aquí saldrá el campeón de la división y el wild card, pero para desgracia de ellos y suerte de los demás, uno de los tres superequipos se quedará fuera de los play-offs.

Entre los cubanos, además de El Duque, con los Mets, el otro con posibilidades reales de jugar en octubre es José Ariel Contreras, con los Medias Blancas. Liván Hernández, con Arizona, y Brian Peña, con Atlanta, apenas tienen posibilidades. Yuniesky Betancourt, de excelente actuación con los Marineros de Seattle, tendrá que esperar hasta 2007.

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