El pinareño José Contreras vuelve a ser noticia, desde el punto de vista positivo, después de que en mayo pasado el Chicago Medias Blancas le bajara a Ligas Menores por presentar uno de los peores rendimientos de la Liga Americana.

Casi un mes en el equipo Charlotte Knights, de Triple A, le llevó a salir del atolladero en el que se encontraba. Para ello, perfeccionó su mejor lanzamiento (una recta con los dedos separados, que baja con si fuera un yoyo al llegar al home), que le ha devuelto la confianza. Mucho más al manager Ozzie Guillén, que no cuenta con un buen staff de serpentineros.

Tan bajos fueron sus numeritos en los primeros 45 días, que la organización le situó a disposición de los restantes conjuntos; pero ninguno le hizo caso. Su traspaso iba acompañado de los 10 millones de dólares que ganará el moreno vueltabajero este año, que es el quinto y último de su apetitoso contrato.

El "nuevo" Contreras regresó en tan buena forma, que los que pensaban que no volvía a la gran carpa se han quedado pasmados con su repunte: 5 juegos lanzados, 3 ganados y 2 perdidos, un asombroso dominio ante los bateadores (2.18 de carreras limpias), con 37.1 entradas lanzadas, 26 hits permitidos, 29 ponchetes y sólo 5 boletos.

Es necesario recordar lo que dejó el 24 de mayo: 6 aperturas, 0 victorias y 5 fracasos, 8.19 de efectividad, 29,2 innings (en los que le pegaron 40 imparables, con 27 carreras limpias y 16 boletos) y 17 ponchetes.

Ahora su balance completo, hasta el domingo 5 de julio, es de 3 triunfos con 7 reveses. Su promedio anda en 4.84, muy similar al del resto de los abridores.

Se consolidan Kendry y Ramírez

Cada día que pasa, Kendry Morales, de Angelinos de Los Angeles, y Alexei Ramírez, de Medias Blancas, se reafirman más como jugadores regulares, cuando la campaña llega a la mitad.

El primero era una interrogante (que felizmente se despejó) para los seguidores de los Angelinos. Este fuerte seleccionado necesitaba un primera base joven, que le ayudara con su bateo y defensiva a mantener la punta en uno de los grupos del joven circuito.

Ubicado casi siempre como sexto en la alineación, a Morales, que batea a las dos manos, le cuesta bastante impulsar carreras, porque delante de él toman turnos tres jerarcas de la estaca: Bobby Abreu (tercero) Torri Hunter (cuarto) y Vladimir Guerrero (quinto), quienes tienen el peso mayor para barrer a los corredores.

No obstante, aparece como cuarto remolcador de la novena, ha participado en 75 de los 80 partidos y es respetado por todos los lanzadores. Así lo ameritan los 14 jonrones que ha pegado, las 43 fletadas para el home y los 22 tubeyes. Es el líder de su novena en este último departamento.

Ramírez, el vecino de Contreras, que en esta lid pasó al campo corto, volvió a batear como lo hizo en la segunda vuelta de 2008, después de un inicio donde no le daba ni a una calabaza. Hasta el 5 de este mes, había jugado en 77 desafíos y del octavo turno en el orden al bate saltó al segundo puesto, por su progreso con el madero.

Al parecer, la presión al cambiar de posición le dejó un pobre average de 214 (de 70-15 en abril); en mayo mejoró a 281 (96-27) y en junio se estabilizó al llegar hasta 282, con 32 inatrapables en 113 veces al plato. Ahora está "que corta", con 273 de promedio general y 79 indiscutibles. Es el número dos del conjunto en esa casilla.

Una incógnita

Las actuaciones de Liván Hernández resultan muy difíciles de predecir, porque, aunque ha mejorado su experiencia en el box, sus numeritos no le acompañan en los últimos cinco años.

Su última gran temporada fue en 2004 (de las 14 en que ha tomado parte desde 1996). Estaba con el Montreal, y en esa justa ganó 11 y perdió 15, pero los canadienses eran sotaneros. Sin embargo, el cubano lanzó para 3.60 con 255 episodios trabajados y 234 hits recibidos.

De entonces, en los siete equipos donde ha militado, le han bateado demasiado, al extremo de que en 944 entradas de actuación le han conectado 1.128 indiscutibles y ha otorgado 258 transferencias. Con esa cantidad de hombres que le han entrado en circulación, resulta muy difícil escapar de tantas dificultades.

La escasez de lanzadores abridores de categoría, llevó a los Mets a firmarle casi a punto de tirarse la primera bola. En 2008, sus primeras actuaciones fueron relevantes con el Minnesota; sin embargo, después se le enredó la pita y le dejaron fuera.

En la actual arrancó a todo gas, con 4 y 1 en los dos primeros meses. En junio y hasta el 3 de julio —su anterior presentación—, bajó a 1 triunfo y 3 reveses, con 42 innings y 47 cohetes aceptados.

Su promedio actual completo es de 5 éxitos y 4 derrotas. Sus venideras actuaciones podrían ser de suma importancia para su equipo, que tiene 3 jugadores de posiciones e igual número de lanzadores lesionados. Ahora, junto al astro zurdo Johan Santana, Liván se ha convertido en la yunta principal del mentor Jerry Manuel, que confía en que vuelva a la ruta ganadora.

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