El béisbol, el voleibol femenino y el boxeo, los tres deportes favoritos de los cubanos, sufrieron duros reveses en los meses de octubre y noviembre. Estas derrotas sembraron el pesimismo y también dudas entre los seguidores acerca de su calidad, a pocos meses de celebrarse las Olimpíadas de Beijín.

Los dos primeros perdieron sobre el terreno de competencias, pero el pugilismo fue el peor de todos. Cuba se abstuvo de enviar deportistas a la lid mundial de Chicago, en Estados Unidos, por temor a ser destronada del lugar cimero ante posibles y nuevas evasiones, en una disciplina caracterizada por su presencia en todos los eventos de envergadura, en cualquiera de las circunstancias, durante los últimos 30 años.

Como es conocido, la escuadra boxística se desarticuló en cuestión de meses por varias fugas, intentos de escapes y el retiro de su máxima estrella, Mario Kindelán. La no asistencia al evento mundialista obliga a las autoridades a enviar un equipo a otros torneos preolímpicos para calificar, si desea estar presente en la importante cita cuatrienal.

La derrota de la selección cubana de béisbol frente a los norteamericanos, durante el juego decisivo de la Copa Mundial, supo muy amarga a sus parciales. No se logró la medalla de oro acostumbrada, lo que se sumó a la pérdida ante su eterno rival deportivo-político, que también le venció hace un año en el preolímpico efectuado en La Habana. Además, el elenco no tuvo la ofensiva acostumbrada frente a contrarios de poca monta, con raquíticos promedios de la mayoría de los bateadores, y lanzadores que no estuvieron bien. Esta situación provocó una resistencia mayor por sus contrarios, ahora profesionales, que se preparan mejor para cada ocasión.

En el Mundial de Voleibol femenino, las jugadoras de la Isla fueron relegadas a una cuarta plaza, lo que les obliga a ir próximamente a un repechaje. Este asunto ocasionará nuevos gastos económicos y de energía física para las atletas, y también para los boxeadores, porque les restará tiempo de preparación y romperá el ciclo de trabajo de cara al gran certamen olímpico.

Causas y efectos

Algunos de los motivos fundamentales tienen que ver con el deterioro general en la Isla en todos los sectores, lo cual repercute en todas las disciplinas; así como la falta de áreas adecuadas, el transporte diario necesario, y una industria deportiva que fabrica implementos de muy baja calidad, sin la cantidad mínima requerida. A ello se une la falta de útiles deportivos, importados o no, al alcance de los bolsillos.

Como si esto fuera poco, la pobre remuneración que reciben los atletas y la escasas posibilidades de poseer una vivienda adecuada, conforman un rosario de problemas que conspiran en la obtención de mejores resultados.

La rigidez implantada acerca del somatotipo de los posibles atletas —obligados a tener una altura y un peso determinados— ha conducido a que menos niños con suficiente destreza puedan ingresar en las Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE) y menos aún a las Escuelas de Perfeccionamiento Atlético (ESPA). Factores estos que dejaron a un lado los lemas que pregonó la revolución en sus inicios: "El deporte derecho del pueblo" y "De la masividad sale la calidad". Dicha situación ha contribuido directamente a la escasez de atletas de clase en los actuales equipos.

No puede obviarse que el abandono y la pobreza en que viven los gloriosos deportistas de décadas pasadas, no pasa inadvertido antes los ojos de sus paisanos, sobre todo de los jóvenes, que prefieren buscar otras formas de ganarse la vida y muchos dedican sus energías a buscar vías para abandonar el país en busca de un futuro mejor.

Se perdió la calidad

Muchos consideran que las fugas tienen que ver con las deficiencias en el seleccionado beisbolero. No obstante, creo que entre los jugadores de posición que hoy militan en Grandes Ligas y Triple A, solamente Yuniesky Betancourt y Kendry Morales integrarían las filas del equipo actual. De los pocos que brillan en el Big Show, unos están pasados de edad y los demás no mostraron en Cuba los méritos suficientes para integrar novenas nacionales.

Numerosos aficionados pidieron que publicáramos los nombres de atletas de aquellos equipos, para poder comparar con los actuales. Nos remitimos para ello a la revista Páginas de Victorias, publicada por Armando S. Hernández, fotorreportero del Instituto Nacional de Deportes (INDER), que recoge datos y gráficos, entre los años 1959 y 2000, de atletas y equipos que asistieron a importantes torneos. De ahí que pudiéramos contrastar a simple vista las diferencias de calidad.

También sirvió de guía el periódico Granma, que en su edición del lunes 22 de enero de 2001, convocó a la "Elección popular de los 100 mejores atletas del pasado siglo XX". Con este fin, publicó la relación de 342 deportistas cubanos que, a juicio de las autoridades deportivas y por los méritos obtenidos, merecían integrar la relación. Poco después, en marzo de 2001, se premió a los 100 escogidos por votación popular.

Para que se tenga una idea, en el período de 1970-1980, los equipos Cuba comprendieron a los siguientes jugadores: los jardineros Armando Capiró, Wilfredo Sánchez, Silvio Montejo, Fermín Laffita, Rigoberto Rosique, Fernando Sánchez y Elpidio Mancebo; el cuadro era defendido por Félix Isasi, Rodolfo Puente, Pedro José Rodríguez, Pedro Jova, Alfonso Urquiola y Rey Vicente Anglada, con Agustín Marquetti y Antonio Muñoz en la inicial, así como los receptores Lázaro Pérez, Evelio Hernández y Pedro Medina; y entre los lanzadores estaban Santiago Mederos, José Antonio Huelga, Braudilio Vinent, Manuel Hurtado, Juan Carlos Oliva, Julio Romero, Omar Carrero, Rogelio García y Oscar Romero.

Posteriormente, aparecieron otros atletas que relevaron poco a poco a los anteriores, en el periodo entre 1984 y 1999: Víctor Mesa, Lourdes Gourriel, Luis Giraldo Casanova, José Estrada y Ermidelio Urrutia, con un cuadro respetable encabezado por Omar Linares, Antonio Pacheco, Germán Mesa, Lázaro Vargas, Orestes Kindelán, Luis Ulacia, Juan Castro, Alberto Martínez, Pedro Luis Rodríguez, y los lanzadores Jorge Luis Valdez, Osvaldo Fernández, Rolando Arrojo, Orlando El Duque Hernández, Omar Ajete, Lázaro Valle, José Luis Alemán y Norge Luis Vera.

Retirados Linares, Kindelán, Pacheco y Ulacia, poco después de las Olimpíadas de 2000, empezaron los actuales miembros del seleccionado. Es criterio casi unánime entre los fanáticos beisboleros que, de los conjuntos formados en los últimos siete años, tendrían exclusivamente cabida en las selecciones mencionadas el catcher Ariel Pestano, el torpedero Eduardo Paret, el tercera base Yulieski Gourriel y el lanzador Pedro Luis Lazo.

Por cuestión de espacio, he omitido el nombre de otros brillantes peloteros que jugaron entre 1962 y 1969, que podrían mezclarse entre los citados y harían interminable la lista.

Si uno se remite a los equipos femeninos de voleibol, muchas personas recordarán a las gloriosas "Morenas del Caribe", campeonas mundiales a partir de 1978 y varias veces monarcas olímpicas. En aquellos seleccionados estaban, entre otras, Mercedes Pérez, Imilsis Téllez, Lucila Urgellés, Ana María García, Mercedes Pomares, Norka Latamblet, Erenia Díaz, Josefina Capote, Ana Ibis Díaz, Nancy González, Josefina Ofarrill y después Mireya Luis.

Ese equipo fue relevado posteriormente por otro con mayor estatura y fuerza, en el que, además de Luis, figuraban Marlenis Costa, Regla Torres, Lily Izquierdo, Yumilka Ruiz, Regla Bell, Magalys Carvajal, Mercedes Calderón, Idalmis Gato, Taymaris Aguero, Lázara González, Raisa Ofarrill y Sonia Lescaille.

En cuanto al boxeo, no alcanzan los elogios para "La aplanadora cubana" de grandes éxitos en el Mundial de 1974 y otros campeonatos, donde aparecían, entre otros, Teófilo Stevenson, Orlando Martínez, Emilio Correa, Jorge Hernández, Ángel Herrera, Rolando Garbey, José Gómez, Andrés Aldama, Pedro Orlando Reyes, Sixto Soria y Bernardo Comas. Tras aquellas rutilantes figuras, aparecieron Félix Savón, Pablo Romero, Roberto Balado, Ángel Espinosa, Armando Martínez, Julio González, Héctor Vinent, Ariel Hernández, Juan Carlos Lemus, Juan Hernández Sierra, Maikro Romero, Juan Torres Odelín y José Aguilar.

Es difícil no olvidar algunos otros nombres gloriosos, pero los mencionados son parte de los tantos que no encuentran sustitutos, sin adentrarnos en el atletismo masculino, el ciclismo y otros. Al parecer, los deportes priorizados se apagan lentamente en Cuba.

© cubaencuentro