Yuvisney Aguilar es un instrumentista cubano, originario de Pinar del Río, radicado en España, quien desde los seis años de edad empezó a estudiar los secretos de la percusión afrocubana. Graduado en 2001, ha recibido tutoría del maestro Lázaro Pedroso (fundador del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba) en seminarios de percusión yoruba en el Instituto Superior de Arte de Cuba. Colaborador, entre otros, de Chuchito Valdés, Richard Bona, Chuck Loeb, Paquito D’ Rivera, Alain Pérez, Síntesis, Raúl Paz, Jorge Pardo y Orquesta Nacional de Jazz de España.

Piango, piango (Rumorecords, 2017), es el primer piango (paso) de Yuvisney Aguilar & Afrocuban Jazz Quartet (Yuvisney Aguilar, voz, percusión; Pepe Rivero, piano; Reinier, contrabajo; Giorvis Pico, batería) por el mundo fonográfico: cordial travesía rítmica ajustada en las sendas de las concordias yorubas presentes en el jazz afrocubano. Nueve temas que redundan en el universo sonoro de los patrones de la Regla de Osha-Ifá articulado con reflujos de son/timba secundado por un groove de animosa resonancia funkera.

Oficiosos instrumentistas invitados: Quinteto Cimarrón (cuerdas), Danays Bautista (coro), Patxi Pascoal (flauta india: bansuri), Akin Elegbede (voz, talking drum) y Shango Dely (tumbadora, coros, catá). El bembe inicia con “Soy”, composición de acentuado aire atávico que la voz de Akin y el bansuri aderezan con espiritual enunciación. “Un tambor Batá” (Eduardo Coma) es un sugerente ‘huapango/afro’ abrigado por las cuerdas del Quinteto Cimarrón. “Todo lo mejor”: piano que tributa a Wynton Kelly mientras el coro yorubea la consonancia del arreglo de Ivan Melón Lewis.

Palpitaciones en sugerentes hojarascas imaginativas en “Abriendo caminos”, “El canto de esclavo” y “Corazón Yoruba”: chekeré, tambores batas, batería, contrabajo y piano edifican una incitante y sobrecogedora atmósfera. “Sembrando alegría”: lúdico tema equilibrado en clústeres monkianos de resuelta apostilla por los atajos de Ifá. Minimalista y evansiano arreglo a “Drume negrita”. Férvido tributo a El Goyo en “Omelé”: tiempo de guaguancó/batá de incitante invitación bailable. Primer piango (paso) del percusionista Yuvisney Aguilar: los amantes de la música afrocubana lo ponderamos con creces.

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