En estos días, el próximo 5 de mayo, cumple 80 años de vida —nació en 1933— “El Guajiro”, Manuel Mirabal, sin duda, uno de los trompetistas más originales, graciosos y queridos del ambiente musical de Cuba.

Recuerdo que una vez el compositor y trompetista Tony Taño me dijo medio serio-medio en broma:

— Lo mejor que tiene “El Guajiro” Mirabal como músico es lo simpático que es.

Y es que la innegable gracia de este hijo ilustre de Melena del Sur (municipio de las afueras de La Habana) se le sale por los poros. Simpatía que traslada con extraordinaria naturalidad a su instrumento. Como prueba de ello, está el hecho de que muchos de sus colegas esperábamos con entusiasmo el final del show de Tropicana, solo por el placer de escuchar las improvisaciones del Guajiro, llenas de humor, musicalidad y frescura, durante la conga de cierre del espectáculo del cabaret más seductor y hermoso del mundo.

Cierta vez Roberto García, el bongosero de la banda, al final de uno de sus memorables “floreos”, no encontró halago más acertado que gritarle:

— ¡Coño “Guajiro”, tienes una bandera cubana enredada en los güevos!

El pianista y compositor, maestro Rafael Somavilla (1927 - 1980), no obstante su estatura profesional, era también un hombre de carácter dulce y costumbres humildes. Vestía de forma muy sencilla, a veces un poco descuidada, y por todo esto los músicos siempre le hacían burlas. Una vez acababa de llegar de una gira por Francia y otros países de Europa, donde había comprado unas sandalias que ya se veían muy gastadas: “El Guajiro”, tan ocurrente como observador, le preguntó desde su atril durante un ensayo en la EGREM:

— ¡Oye Soma!... ¿Tu viniste caminando desde París, o qué...?

— Sí, y me acompañó Farrés, “Guajiro”—: contestó el director sin molestarse, refiriéndose a la pieza “Madrecita”, del compositor Osvaldo Farrés (1902 - 1985).

No puedo decir a ciencia cierta y seguridad, si nos reímos más de la broma del “Guajiro”, o de la ingeniosa y sardónica pulla en la respuesta del arreglista matancero.

Feliz cumpleaños ¡Guajiríssimo!, y que cumplas muchos más para disfrute de los que te admiramos como músico y te estimamos como amigo entrañable.

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