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Actualizado: 02/07/2024 13:30

Cine, Arte 7

Ambición y soberbia

In the Name of My Daughter fracasa en sus intenciones argumentales y no va a ninguna parte

Maurice Angelet es un joven abogado cuya carrera no acaba de despegar. Su práctica privada languidece, pues la mayoría de sus clientes no pueden pagar sus honorarios. Para compensar y abrirse paso, ha logrado convertirse en el asesor legal de Renée Le Roux, dueña de uno de los más importantes y más antiguos casinos de Niza, de cuya confianza goza.

Agnes, la hija de Renée, aparece en Niza tras cinco años de ausencia. Acaba de divorciarse luego de cinco años de matrimonio pasados casi todos en Africa, trabajando en organizaciones no gubernamentales de ayuda a las masas empobrecidas. Desde que llega, es obvio que es una mujer emocionalmente inestable y de inmediato establece una relación de coqueteo con Angelet. Este, diez años mayor que ella, trata de mantener una distancia prudente sin dejar de ejercer su poder seductivo sobre Agnes. El señor Angelet, que está casado y tiene un hijo, tiene además una querida visible y fama de mujeriego.

Cuando el casino empieza a tener dificultades financieras, a partir de un golpe asestado por unos mafiosos rivales que controlan otro casino, Angelet quiere convertirse en el administrador del casino, pero Renée lo rechaza y cuando este, herido en su vanidad y obstaculizadas sus ambiciones, se pone furioso e insultante, ella lo despide.

Angelet se decide a consumar la seducción de Agnes, mientras conspira con el mafioso rival para eliminar a Renée de la junta directiva del casino y forzar su venta al mafioso. La película se extiende entonces en las consecuencias de todo esto para los tres personajes principales.

Todo lo anterior, que parece urdimbre de melodrama manido, está en realidad narrado con fluidez dramática y argumental, sin sentimentalismo. Hay mucho cuidado puesto en establecer las relaciones sentimentales, las relaciones de poder político y la interacción de estas. También hay un gran esfuerzo en dar matices y complejidad a los personajes.

André Téchiné (Francia, 1943), es un director que se caracteriza por ahondar en los sentimientos y las relaciones humanas sin caer en melodramatismos innecesarios. Sus filmes, entre los que se cuentan Barocco, Wild Reeds, Changing Times y The Girl on the Train, todos excelentes, se destacan por una crudeza narrativa y un tono más bien seco. Evita excesos a riesgo de a veces parecer clínico. Juega con la convencionalidad y sus límites. Pero en esta película emplea demasiado tiempo en su acucioso análisis y presentación de la temática, respetando la diversidad psicológica de sus personajes y de su tema, para al final solucionarlo todo de una manera demasiado tradicional y trillada, que no se ajusta al proceso anterior.

In the Name of My Daughter, cuyo título en inglés es en realidad engañoso (en francés se titula L’homme qu’on amait trop, que en español sería algo así como “el hombre que amó demasiado” y que resulta mucho más ajustado a la trama), fracasa en sus intenciones argumentales y no va a ninguna parte. Aunque basada en hechos reales, ocurridos primero en Niza en 1976 y finalizados en 2006, el salto de treinta años para concluir la trama parece abrupto y forzado. Trata de ser explicativo y no explica. Tampoco añade nada de valor. Carece de intensidad y arruina mucho la caracterización que de los personajes se ha hecho durante la primera parte del filme. Lo peor es que la parte inicial dura unos noventa minutos que se diluyen en los veinticinco minutos finales.

Catherine Deneuve está impecable como Renée, haciendo una transición dramáticamente perfecta de la mujer rica y poderosa, a la que lo ha perdido todo, menos su afán de venganza. Guillaume Canet (Tell No One, Love Me If You Dare), interpreta con eficiencia su papel de Angelet, el hombre frío y calculador, capaz de cualquier cosa con tal de lograr sus ambiciones y mantener intacta su soberbia. Adele Haenel (Water Lillies, Love at First Fight) se desempeña con gracia y soltura en el papel de la desequilibrada Agnés. El resto del elenco cumple su función sin aspavientos.

Julien Hirsch, un veterano colaborador de Téchiné y de Godard, fotografía impecablemente el bello paisaje de fondo que ofrece Niza y el campo de la Provenza, así como el lujo de las mansiones de los poderosos, sin que esto distraiga del objetivo de la narración, sino subrayándola con discreción.

Es una lástima que un filme tan bien hecho desemboque en una caricatura de sí mismo y de todo lo que ha tratado de evitar durante su mayor parte.

In the Name of My Daughter (Francia, 2014). Dirección: André Téchiné. Guión: André Téchiné. Cédric Anger y Jean-Charles Le Roux, basado en el libro coescrito por Jean-Charles y Renée Le Roux. Director de fotografía: Julien Hirsch. Con: Catherine Deneuve, Guillaume Canet y Adele Haenel. El filme se exhibió en varios festivales europeos y se ha estrenado en Francia y Bélgica. Tardó en cruzar el Atlántico y se exhibe en ciudades selectas de Estados Unidos desde el 31 de mayo. No se ha exhibido aún en ningún país de habla hispana.

© cubaencuentro

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