Alexis Valdés filmó en España la película Un Rey en La Habana, cuando residía en la Madre Patria huyendo del eufemístico Período (sin Íntima[1]) Especial, pero donde ha sido coronado Rey de verdad es en este Miami multicultural y cosmopolita, que se resarce de tanto estrés disfrutando cada noche, de lunes a viernes, su programa estelar Esta noche Tonight, por el canal Mega TV.

He intentado a veces cambiar de estación televisiva para tener idea de lo que ofrece “la incompetencia” a esa misma hora, pero la insoportable pesadez del espacio me irrita sin pellizcarme, y me hace regresar enseguida a “Alexisland”, para gozar con sus ocurrentes monólogos, sus inteligentes entrevistas, y los disparates hilarantes de Cristinito, su alter ego en tono de farsa total.

¿Cuál es la clave de este versátil comediante para cautivar cada noche a un público fiel y agradecido?; ¿es Alexis tan jovial en la vida real como parece serlo en la pantalla?; ¿por qué ha desaparecido Magdalena de Esta noche Tonight?

Todo esto, y mucho más, a continuación:

Según tú, ¿un verdadero comediante nace o se hace?

Alexis Valdés (AV). Las dos cosas; uno nace con un don, el del talento —que es un regalo divino—, y después hay que desarrollarlo conscientemente. Decía Martí que el talento no vale nada, lo da la Naturaleza y vale lo mismo que un grano de arroz; lo que tiene valor es la vocación. Conozco jóvenes actores con un gran talento que no han hecho grandes carreras, y viceversa, pero sí confluyen el talento con la vocación, entonces ésa es la mezcla ideal.

¿Cuál ha sido tu momento más difícil en televisión?

AV. Casi cada noche; un programa en directo, diario, es como si uno saliera a torear todos los días, o te pararas frente al pelotón de fusilamiento; te salvas de puro milagro.

Fuera de ti, ¿quién consideras que ha sido el comediante más genial de todos los tiempos?

AV. Fuera de mí, nadie; todos están dentro de mí. Soy un estudioso de Chaplin, de Cantinflas, de Peter Sellers, de Leopoldo Fernández “Tres patines”; de Gila, el español; todos ellos son mis maestros aunque nunca se hayan enterado.

¿Cómo te gustaría que fuera tu velorio, como ésos en los que Cristinito despide el duelo?

AV. Bueno, realmente sería una pena que fuera como los que Cristinito despide, porque me lo voy a perder, y además tendría que escribir para despedir mi propio velorio, pero hay dos cosas que me gustan: que mis amigos y mi familia se van a divertir, y que si Cristinito hace mi despedida de duelo, entonces yo estoy vivo.

¿Qué te pasó con Magdalena, que ya no sale en tu programa?

AV. Bueno, es una historia que se podría responder en tres líneas: Magdalena y yo tuvimos una historia de amor, que como casi todas las historias de amor tuvo momentos maravillosos, y momentos de incomprensión, hasta que un buen día me pidió el divorcio.

No obstante, me alegro mucho de lo que pude aportar en crecimiento a la actriz que está detrás de Magdalena; aunque no le pague el child support, ese hijo es mío, y de ella, por supuesto.

Si de todas maneras te fueran a violar, y pudieras escoger al perpetrador, ¿a quién escogerías y por qué?

AV. Una buena candidata sería Charlize Theron, porque lo tiene todo: es rubia pero africana también (nació en Sudáfrica). Es bella, inteligente, talentosa, y, además, tiene dinero, por lo que le puedo poner una buena demanda después que me viole, aunque ni el juez se va a creer que estoy molesto por eso.

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de Miami?

AV. Lo que más me gusta de Miami no lo sabría definir…, puede ser el clima, la gente…, es un lugar que te atrapa; de hecho, hasta lo malo me gusta.

Lo que menos me gusta son las distancias que hay que manejar; me podría buscar un chofer, pero me dirían que se me subieron los humos.

¿Tienes alguna superstición en particular?

AV. Bueno, dicen que la superstición trae mala suerte. Lo que sí tengo es fe en que hay algo por ahí que me cuida.

¿Qué te gustaría que escribieran en la tarja de tu tumba?

AV. “Aquí descansa, porque trabajó mucho”.

¿Eres fetichista, “vouyerista” (mirahueco en cubano), onanista[2] o pastelero (amante del sexo en grupo en esa misma jerga tribal)?

AV. No soy ninguna de esas cosas; lo que sí puedo decirte es que a veces soy un poco mentiroso.

¿Cuál es tu personaje preferido, el que más disfrutas interpretar?

AV. Evidentemente Cristinito, que es un personaje que no es un personaje; es, como tú dices, mi “alter ego” desde 1986. Cristinito me permite hacer y decir todas las locuras que yo no haría; incluso, me permite ser más libre, más creativo, más osado, más irreverente, más irresponsable, y por supuesto, mucho más divertido.

¿Algún mensaje para los lectores de esta entrevista para finalizarla?

AV. Que los felicito por haber podido entenderme a la velocidad que yo hablo, y que si no entendieron algo, vuelvan al principio, que quedarán más confundidos todavía.

[1] Marca cubana de toallas femeninas para la menstruación, casi extinguidas en pesos cubanos a partir de 1990, cuando comenzó el Período Especial en Cuba.

[2] Que se autosatisface sexualmente.

Baltasar Santiago Martín es ingeniero estructural y tiene una maestría en Educación. En 1987 fundó en La Habana el Grupo ARAR (Arte y Arquitectura). Desde el 2000 reside en la ciudad de Hialeah, Florida. Tiene cuatro libros publicados: Amaos los unos a los otros, Editorial Betania, Madrid, 2006; Esperando el velorio, Editorial Alexandria Library, Miami, 2007; Calentando el bate, Editorial ZV Lunáticas, París 2008, y Una vida, un tren, Editorial Alexandria Library, Miami, 2010.

© cubaencuentro