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Sucesos

Yoani Sánchez visita a uno de los italianos presos en la Isla por asesinato

“No sé si es culpable o inocente, pero me consta que lleva un año preso sin que se le haya hecho el debido proceso”, dijo la bloguera, quien realiza una investigación periodística sobre el suceso

La bloguera Yoani Sánchez dijo este viernes que visitó en la prisión Combinado del Este, en La Habana, al italiano Simone Pini, acusado junto a otros dos ciudadanos de ese país del asesinato de una menor en la Isla.

El arresto de Simone Pini, de Florencia, Angelo Malavasi, de Mirandola, y Luigi Sartorio, de Vicenza, ocurrió a mediados de mayo de 2010, tras iniciarse las investigaciones sobre la muerte de una menor en la ciudad de Bayamo, en la provincia de Granma.

La bloguera y periodista afirmó vía Twitter que está realizando una investigación periodística sobre el asesinato de la estudiante de secundaria. El cuerpo de la menor fue encontrado en estado de descomposición en un basurero en las afueras de Bayamo, según informaron por esa fecha los diarios La Nazzione y La Reppublica.

Sánchez comentó que Pini la ha llamado “desesperadamente desde prisión hace semanas” y “jura que no estaba en Cuba el día de la muerte”. La autora de Generación Y señala que en su visita al Combinado del Este, donde están los tres italianos, pudo hablar con dos de ellos durante 20 minutos.

“No sé si (Pini) es culpable o inocente, pero me consta que lleva un año preso sin que se le haya hecho el debido proceso”, declaró Sánchez, quien agrega que fue expulsada de la cárcel.

De hecho, los tres ciudadanos italianos permanecen detenidos sin que hasta la fecha se tenga conocimiento sobre su encausamiento formal. Se dice que podrían enfrentar cargos hasta de 20 años por incitación a la prostitución infantil y tráfico de drogas, entre otros.

En una carta enviada a su familia en diciembre pasado, Pini aseguró que el 14 de mayo se encontraba en Italia. Según él, viajó a Cuba el día 24 para visitar a su hijo y ex esposa cubanos. Pini solicita ayuda a su padre, un pensionista de 83 años, y a su hermano mayor, guardia de seguridad en una escuela, “para que lo ayuden a salir del infierno”.

No obstante, la Policía argumenta tener pruebas de su ingresó al país en forma clandestina con anterioridad, a pesar de la visa en el pasaporte.

© cubaencuentro

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