El rey Salomón, no carente de inteligencia ni cultura, pedía a Dios "sabiduría del corazón". Lamentablemente el Vicario General de La Habana no ha logrado obtenerla,pese a su cultura innegable heredada y adquirida.Su torpe e insustanciada declaración personal sobre Ernesto Guevara dañó, por asociación, la credibilidad de la Jerarquía Católica en Cuba. Quien tantas veces y ante tantas cosas horrendas ha callado, quien nunca alzó su voz para condenar los crímenes de la dictadura, podía haberse ahorrado ese comentario. No obstante, tenemos que aprender a vivir en la diversidad.Haber vivido en el exilio nos han enseñado a apreciar la libertad de opinión, los derechos y deberes del vivir en democracia, el respetar la opinión ajena aunque discrepemos.Esa experiencia la tenemos que transmitir a la Cuba a hora y la del futuro. Para cada uno de nosotros nuestra conciencia debe ser la guía, porque "Solo el Padre sabe lo que está en el corazón del hombre..".

Excelentes comentarios los #s 9,10 y 11 juiciosos,moderados y muy aclaratorios de la verdadera realidd politica que vive Cuba bajo el poder de los Castro despues de mas de medio siglo de regir los destinos del pais y que podemos esperar en un futuro cercano de los supuestos "cambios" que se avisoran. Demos gracias a todos aquellos que dedican su tiempo y esfuerzo en aportar su granito de arena en estas paginas libres de CE con el fin de que tengamos algun dia un futuro mejor para nuestra Cuba.Feliz 2011 para todos.

De igual manera que el militarismo japones,el alemàn,el Nacional Socialismo,en fìn,todas aquellas aberraciones que han causado al Mundo tanta tristeza,asi mismo deberìa quedar desterrado de la Cuba futura el Marxismo,ideologìa que solo ha servido para fomentar el odio,el rencor y la desidia entre los hombres. Monseñor Carlos Manuel de Cèspedes es un hombre de bien y muy de acuerdo estoy con El cuando ve a Cuba en la unidad de las diferentes culturas.....pero jamàs darle espacio futuro al marxismo.

Si yo fuera Carlos Manuel de Céspedes, no hablaría más de política. Y no porque carezca de conocimientos, pues ya quisiesen muchos cubanos ilustres tener la talla intelectual del Vicario de La Habana. Pero, de un tiempo a esta parte, sobre todo desde la apología que hizo públicamente del Che Guevara, los juicios políticos de Mons. De Céspedes van de mal en peor. Esta vez, no le falta razón al decir que los marxistas deberán tener un espacio en el futuro de Cuba, pero compromete nuevamente su credibilidad al reconocer “voluntad de cambio” en el continuismo dictatorial de Raúl.

Ante la grave situación que atraviesa el país, que ha hecho la dictadura, sino rehuir el diálogo abierto y público y, sobre todo, excluir de sus reuniones a todos aquellos que pudieran disentir de sus propias formulaciones. Ellos se consideran los únicos, los uncidos e iluminados, ahora después de tantos fracasos y errores, para diseñar y organizar las medidas que llaman "actualización del socialismo cubano". Cuando el diálogo y la riqueza de ideas por contradictorias que puedan ser, formuladas desde el respeto y la libertad de opinión, deberían presidir un verdadero proceso trascendente, se hace todo lo contrario adornado con la pantomima de las discusiones en asambleas.La experiencia demuestra fehacientemente que estas discusiones son apañadas, con guiones preparados e intervenciones arregladas. Véase, por ejemplo, la experiencia de la propia Asamblea Nacional, incapaz en tantos años de abordar problemas tan graves. Motivos de más para desconfiar, en primer lugar, porque son los mismos de siempre los que ahora tienen la solución en la mano. ¿Y porqué no hace 10 años?

No me queda más remedio de llamar "iluso" a Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, Vicario de La Habana. Es muy inquietante constatar como en tan pocos días la propaganda desplegada desde el períodico Granma reiterando frases hechas y ardientes consignas pronunciadas por los Castro, son intercaladas en comentarios periodísticos y en discursos o intervenciones de todo tipo o calado. Son muchas las veces durante 52 años que en las frecuentes situaciones críticas los gobernantes y sus medios han logrado conmover, movilizar y hasta poner en pie de guerra al pueblo cubano. Y son muchas y frecuentes las veces en que toda esa alaraca ha terminado silenciada y sin resultados palpables o hasta frustrantes. Yo creo que Monseñor, con todo el respeto que merece, ha sido víctima de la inoculación del virus que propagan los principales dirigentes y medios en Cuba. Y digo esto, convencido por la propias palabras de Raúl Castro, de que la larga lista de buenos deseos que han denominado "lineamientos" dificilmente va a trascender algunos de los caprichos y dogmas voluntaristas que han dado por resultado en el gran desastre que es la Cuba de hoy. Es cierto que están obligados a hacer cambios y los harán. Un boton de muestra lo tenemos en la "solución" que implementaron con los presos políticos. Gracias a la ayuda de la iglesia cubana y del gobierno español, lo hicieron justo a su medida: ni perdón, ni libertad y en todo caso expatriación. No es, precísamente esa, una buena tarjeta de presentación para que confiemos en sus recientes propuestas aunque quieran "llanar de consignas y de ilusiones" a los que quieran oirlos. Han sido demasiadas ilusiones y muchos desencantos en más de medio siglo. Ya no son creíbles ni siquiera ahora porque simplemente son los mismos de siempre los que proclaman los cambios y quieren llenar de musarañas, una vez más, la ilusión de los frustrados. No es posible Monseñor "comulgar con ruedas de molino"

Soy partidario del diálogo y la reconciciliación como única solución viable a la tragedia del pueblo cubano. Eso, para ser congruente con mis planteamientos, me impone aceptar la diferencia de criterios y reconocer que el interlocutor no es necesariamente mi arquetipo de persona humana.En esta aceptación incluyo a Carlos Manuel de Céspedes, cuyos planteamientos van de desacertados a indignantes.Tenemos, no obstante, que adquirir el entrenamiento de la discusión civilizada, en el diálogo abierto, de mutuo respeto. No hay diálogo con Fidel Castro porque él no está dispuesto a dialogar, y lo mismo ocurre con otros tantos que se autoexcluyen de la ecuación.Así pues, la participación en el diálogo incluye voluntad, paciencia y mucho espíritu cristiano de perdón.

Ser los ultimos en liberarnos del colonialismo espanol, entre otras cuestiones, nos dejo una iglesia muy conservadora, menos autonoma, menos capaz de liderear el camino de la libertad de su pueblo. Comparese con el resto de las iglesias latinoamericanas y el grito de Dolores en Mexico, por ej. Comparese a Castro y a Chavez manejando las creencias populares de sus respectivos pueblos, uno con la paloma blanca mas cercana al sincretismo o a la santeria cubana, mientras al otro para ganar multitudes no lo queda mas remedio que ir por las calles evocando plegarias a Jesus. Parto de estas referencias porque las democracias latinoamericanas que vinieron despues de la epoca de los dictadores, de cierta manera equilibraron la situacion del continente (Chile, el caso tipico) con ese ajuste cristiano que le llega desde sus raices historicas y credo popular. La democracia cristiana triunfo en AL por por los elementos que reune bajo su ideologia, el codigo natural ante las diferencias raciales, culturales, la necesidad de no romper el cordon umbilical con sus antiguas metropolis ibericas, y por todo esto alguna vez Juan Pablo II estuvo tentado a decir que AL era el futuro del mundo. La pregunta es: podriamos los cubanos asimilarnos a una democracia cristiana, cuando nuestros problemas y rezagos dictatoriales nos indican el mismo rumbo que nuestros vecinos historicos? Por que un futuro semejante al este europeo solo porque, a pesar del abismo cultural que nos separa, la vecindad ideologica nos parece mas acentuada? Nuestras raices o tradiciones democratico cristianas son muy debiles por lo que dije en un inicio. Sin embargo, persisto en que seria lo ideal para nuestro futuro si en la ecuacion Iglesia-Estado Cubano, la solucion politica continua con la mediacion de la primera, siempre que se abogue por el fin de las dictaduras.

otro DESCARADO igualito al "cardenal"

.... Cuba en el futuro debe ser sin marxismo en ninguna scala... hay k hacer komo en alemania kon el nacismo, enterrarlo y olvidarlo pork nada bueno ha dado al pueblo cubano y los marxistas nunka kambiaran, eso sta demostrado...

Y hay que conocer a la iglesia catolica, el parasitismo, deshonestidad, los abusos exuales de los curas, sus codeos con las dictaduras en Cuba,Su afan de frenar el progreso, etec, ect. Salgamos del terror marxista, pero no para caer en las manos de la iglesia catolica, sino para vivir en libertad

Esta declaracion del Vicario de la Habana mas bien parece una reflexion idilica acerca del futuro de Cuba,ojala y sea cierta en su contenido y se cumpla y es que en el acontecer cubano de este ultimo medio siglo de poder absoluto de los Castro y el castrismo ya estamos curados de espanto. Aceptar que habra una Cuba futura sin gobierno marxista es algo dificil de asimilar no porque los Castros cambien o dejen de cambiar es que surge una pregunta,ha existido o existe un gobierno marxista en Cuba? si al proceso o modelo cubano una dictadura unipersonal improvisada y erratica llena de vicios,caprichos y abusos de poder desde principio a fin se le puede llamar marxista el pobre Carlos Marx debe estar revolviendose en su tumba.La unica Cuba idilica como la que predica el Vicario surgira en un futuro no ya tan lejano y sera cuando los Castro desaparezcan del poder totalitario y den paso a una nueva generacion de cubanos que espero sepan enmendar los errores y horrores de este mas de medio siglo de caos en la nacion cubana.

y sin la mafia de Castro

Y la aceptacion y complicidad de todos los an~os transcurridos no cuentan en considerar la fuerza moral de las opiniones de este Vicario de la Iglesia catolica en Cuba. No hay mea culpa ?Yo entendia que en la religion catolica para que se absuelvan los pecados hay que confesarlos con proposito de enmienda en el futuro.. El es una excepciona esos codigos, acaso por decision canonica especial ?