Martín Castro dice estar agradecido al pueblo de Cuba. “El pueblo ha respondido bien”, señala, al referirse al fallecimiento del líder. Lo curioso en este caso no son sus palabras, sino la aparición de su nombre en la prensa. La explicación es fácil. Cuando una figura política importante muere, los periodistas buscan cualquier detalle, hecho o comentario sobre su vida, para brindar un ángulo nuevo. Y eso es lo que ha ocurrido, porque seguramente pocos conocen sobre la vida de este medio hermano casi olvidado de Fidel Castro.

A los 87 años, Martín Castro aún vive en el mismo pueblo en el oriente de la Isla, en una casa modesta, junto con sus dos hijos y sus nietos, informa la Associated Press.

Martín dice que no le gusta viajar mucho y por eso veía poco a Fidel, pero está agradecido al ver a los cubanos alrededor de la isla rindiendo homenaje a su hermano.

“Donde quiera ve a la gente llorando, la mitad del pueblo está llorando”, dijo a la AP sentado en una mecedora mientras mira el homenaje nacional a su famoso hermano.

Sobre la vida, más que modesta de Martín Castro, no se ha divulgado mucho. Nacido en 1930 de una relación que sostuvo su padre, Ángel Castro, con Generosa Mendoza, una empleada doméstica, siempre ha vivido en Birán, el lugar donde nació Fidel. Las contadas veces que ha sido entrevistado, Martín se ha referido a detalles de la infancia de su hermano, como que le gustaban mucho las armas, disparar y también jugar pelota (béisbol). Nada más. Hubo un comentario singular, expresado a Joshua Jelly-Schapiro, para The New Yorker, el 16 de enero de 2015, al responder a una pregunta sobre la salud de su hermano mayor: “Está muy mal”. Pero pasó sin mayor atención. También Cuaderno de Cuba se refirió a su existencia, el 12 de junio de 2007, por un reportaje aparecido en The Sun Sentinel sobre la niñez de Fidel Castro. Al parecer Martín ha sido una versión —pobre y sin poder sobre la vida de campesinos, cubanos y haitianos— de su padre Ángel, con el que comparte un apego a la tierra y evidentemente una educación muy limitada. Por lo demás, y en lo que respecta a sus medios hermanos, toda la vida ha mantenido ese tenue vínculo familiar, y al parecer no le ha interesado o no ha podido ir más allá.

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