El Papa Benedicto XVI instó al Gobierno de Raúl Castro a profundizar el diálogo emprendido en el año 2010 con la Iglesia católica, que condujo a la excarcelación de casi medio centenar de opositores de la llamada Primavera Negra de 2003.

“Quisiera dirigir una palabra de ánimo a las autoridades de Cuba (…) para que el diálogo que felizmente se ha instaurado con la Iglesia se refuerce y amplíe todavía más”, afirmó Benedicto XVI durante una audiencia con diplomáticos con motivo del año nuevo.

Las liberaciones de disidentes fueron aplaudidas por la comunidad internacional y restaron presión sobre las autoridades cubanas, que fueron duramente criticadas a comienzos del año pasado por la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo, tras 86 días de huelga de hambre.

Castro prometió en mayo de 2010 al arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, liberar a 52 disidentes presos desde 2003. Un total de 41 opositores han sido excarcelados gradualmente, tras haber aceptado la propuesta de viajar a España. Solo uno de los prisioneros de conciencia se quedó en la Isla, mientras que otros 11 permanecen aún prisión al negarse a abandonar Cuba.

El cardenal Ortega ha dicho que existe “la promesa clara y formal del Gobierno cubano” de excarcelar a todos los presos políticos y ha sugerido que algunos de los 11 todavía presos estarían dispuestos a marcharse a Estados Unidos.

Bertha Soler, la esposa de uno de los presos, aseguró que Ortega les pidió que tuvieran fe pero no aclaró cuándo serían liberados sus familiares. “El momento de la liberación no depende del Cardenal. Eso es un asunto del Estado”, dijo Soler, portavoz de las Damas de Blanco, en declaraciones a Reuters.

Además de los disidentes, más de una decena de presos condenados por delitos como piratería o terrorismo fueron excarcelados en el marco del acuerdo con la Iglesia y viajaron a España con sus familias.

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