El régimen cubano "no puede ser tratado como un gobierno normal", dijo el ex director de la revista Vitral, Dagoberto Valdés, en referencia a la decisión adoptada en junio por la Unión Europea (UE) de levantar las sanciones diplomáticas adoptadas contra La Habana en 2003.

Ese "nuevo gesto de la UE, encabezada por el gobierno de España, que se ha arrogado la misión de liderar la política del bloque en relación con Cuba", ha sido contestado con "desprecio" por Fidel Castro y el canciller Felipe Pérez Roque, dijo Valdés en una entrevista concedida al diario español ABC.

"Lo que espera la UE, una correspondencia con más apertura, parece que no lo recibirá como respuesta", añadió Valdés, que a principios de este año lanzó la publicación digital Convivencia (convivenciacuba.es).

"La situación en Cuba no ha cambiado como se esperaba, ni económica, ni política ni socialmente. Lo que necesita el pueblo es libertad, democracia, iniciativa privada", afirmó.

A una pregunta sobre el dialogo político con La Habana al que se han comprometido los Veintisiete y que debe incluir el tema de los derechos humanos, Valdés dijo que está a favor del "diálogo encaminado a la democratización, no sólo para buscar intereses comerciales".

"No quiero una política vacía de propuestas de democratización y defensa de los derechos humanos, como si la UE y España consideraran que Cuba tiene un gobierno democrático, cuando es una dictadura de 50 años", comentó.

"Estamos esperando de España una política más consistente, con mayor contenido efectivo en relación a un régimen que viola los derechos humanos de forma sistemática", añadió.

El gobierno español fue el principal impulsor del levantamiento de las medidas adoptadas por la UE en 2003 —también a propuesta de España— para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes y la ejecución de tres hombres que secuestraron una embarcación de pasajeros.

La aplicación de las medidas estaba suspendida desde 2005, pero La Habana exigía su eliminación total como condición para normalizar las relaciones con la UE.

"Oficialmente no ha habido respuesta formal a la UE, pero hay un aumento de la represión, con una presencia policial en las calles mucho más visible y dificultades para trasladarse de una provincia a otra", dijo Valdés.

Sobre las reacciones de Fidel Castro a asuntos como el propio levantamiento de las sanciones, que muchos han tomado como una prueba de discrepancias dentro del régimen, Valdés señaló que "está a la vista que existe una línea dura y una más moderada, no sólo en este caso sino en otros muchos que salen cada vez más".

En una reflexión publicada tras la decisión de los Veintisiete, Castro calificó el gesto de la UE de "enorme hipocresía".

Valdés, que dirigió Vitral, revista de la diócesis de Pinar del Río, hasta abril de 2007, cuando —dijo— fue "intervenida" por el nuevo obispo, que quería "evitar el más mínimo roce" con el gobierno, acaba de publicar el cuatro número de Convivencia, que incluye colaboraciones del economista independiente Oscar Espinosa Chepe y la bloguera Yoani Sánchez, entre otros.

Interrogado sobre si ha sufrido alguna represalia por su nueva publicación, Valdés recordó que "Néstor Pérez, un estudiante de Derecho, fue expulsado de la Universidad de Pinar del Río por escribir una crítica audiovisual de la serie sobre la transición española de Victoria Prego".

"Otros colaboradores han sufrido ya la presión en su centro de trabajo o estudios". Son "las consecuencias que pueda esperar todo proyecto cívico alternativo en una sociedad totalitaria", agregó Valdés, quien rechazó ser un "ciberdisidente".

"No soy un opositor político, con su programa y partido, pero pienso diferente al sistema. Soy un animador cívico. La sociedad civil está naciendo en Cuba y es en esa 'tercera pata', junto al gobierno y la oposición, donde queremos trabajar", indicó.

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